PROMUEVE IMSS LA LACTANCIA
MATERNA PARA
REDUCIR EL RIESGO DE CANCER
DE MAMA
La
evidencia demuestra que la lactancia materna disminuye alrededor de 4.3% la
posibilidad de padecer la enfermedad.
En
todas las unidades médicas del Seguro Social se tienen protocolos para promover
esta alimentación de manera exclusiva los primeros seis meses de vida del
recién nacido.
Por
sus grandes beneficios para el recién nacido y para la mujer, el Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS) promueve la lactancia materna, ya que provee
al lactante de anticuerpos y evita que se enferme con frecuencia. En la mujer
reduce el riesgo de padecer cáncer de mama.
El
doctor Manuel Antonio Cisneros Salazar, coordinador de Programas Médicos en el
área de Atención Integral a la Salud en el Primer Nivel, estableció que la
evidencia demuestra que la mujer que amamanta disminuye 4.3% la posibilidad de
contraer la enfermedad, por cada 12 meses de lactancia.
Indicó
que algunos estudios destacan que la incidencia de cáncer de mama desciende de
6.3% al 2.7% si las mujeres dan pecho a sus hijos por más de seis meses.
Resaltó
que la lactancia, al igual que el embarazo, reducen la exposición prolongada a
estrógenos y progesterona, hormonas que favorecen el crecimiento de algunos
tumores.
“En
todas las unidades médicas del Seguro Social, cuando la mujer asiste a sus
consultas prenatales, postnatales, así como durante el internamiento por el
parto, el personal de salud tiene protocolos para promover la lactancia materna
exclusiva en los primeros seis meses de vida del recién nacido y hasta los dos
años de manera mixta”, explicó.
El
doctor Cisneros Salazar afirmó que durante el embarazo se motiva y capacita a
las derechohabientes para que amamanten. La mujer embarazada como parte de su
chequeo debe acudir por lo menos a cinco visitas prenatales a su Unidad de
Medicina Familiar y posterior al parto, dos sesiones más para recibir
recomendaciones sobre la lactancia materna.
“Esta
etapa es un proceso fundamental para el bienestar del recién nacido y para la
mujer, pues además de dotar de anticuerpos al bebé, evita que se enferme con
frecuencia, lo ayuda en el crecimiento y a un mejor desarrollo. Y en la mujer
es el principal efecto para la reducción en el riesgo de contraer el cáncer de mama”,
refirió.
Destacó
que no dar seno materno es un factor de riesgo que se ha asociado con la
enfermedad, aunque existen muchos otros relacionados con el desarrollo de este
cáncer, algunos no modificables como son los heredofamiliares y genéticos.
Aseveró
que la edad en sí misma es otro detonante del padecimiento, y que existen
diversas actividades para detectar el cáncer de mama dependiendo de la edad.
Recomendó
la autoexploración mensual de mamas, a partir de los 20 años; la exploración
clínica de mamas, desde los 25, y la mastografía, de los 40 a 69, cada dos
años.
“Es
importante detectar la presencia de alguna anormalidad en la forma o el tamaño
del seno como signos de alerta de cáncer de mama. Si perciben algún bulto,
bolita, endurecimiento o cambio de coloración del seno, es motivo suficiente
para acudir con el médico familiar para descartar alguna sospecha de cáncer de
mama”, concluyó.
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