viernes, 30 de octubre de 2020

 

LA ALIMENTACION PUEDE AFECTAR EL RIESGO DE CANCER DE SENO*

 


 

Comer bien es una manera importante en la que puede ayudar a reducir su riesgo de cáncer de seno. La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda comer principalmente verduras, frutas y granos enteros, y menos carnes rojas (carne de res, cerdo y cordero), menos carnes procesadas (tocino, longanizas, fiambres y salchichas) y menos dulces.

Una alimentación saludable puede ayudar a reducir el riesgo de cardiopatías, diabetes, derrames cerebrales y ciertos tipos de cáncer.

Una dieta saludable también puede ayudarle a obtener y mantener un peso saludable. El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de seno.

Lo que está menos claro es el vínculo que existe entre el riesgo de cáncer de seno y cualquier tipo de alimento específico.

Muchos estudios sobre alimentos y el riesgo de cáncer de seno han tenido distintos resultados, pero no respuestas contundentes.

A continuación se detalla lo que las evidencias nos dicen sobre las grasas, los suplementos vitamínicos, la soya, los lácteos y el azúcar.

GRASA: Muchos estudios han encontrado que el cáncer de seno es menos común en países donde la dieta típica tiene bajo contenido de grasas totales, bajo contenido de grasas poliinsaturadas y de grasas saturadas. Sin embargo, la mayoría de los estudios que examinaron la cantidad de grasa consumida por mujeres en los Estados Unidos no encontraron una relación con el riesgo de cáncer de seno.

Esto podría ser debido a que las mujeres en países donde el cáncer de seno es menos común también presentan otras diferencias además de la cantidad de grasa que consumen. Dichas diferencias pueden incluir cuánta actividad física hacen, qué otros alimentos comen y factores genéticos.

SUPLEMENTOS VITAMÍNICOS: Hasta el momento, ningún estudio ha demostrado que tomar vitaminas ayude a reducir el riesgo de cáncer de seno. En los Estados Unidos, los suplementos dietéticos no están regulados como los medicamentos; no tienen que comprobar su eficacia (ni su inocuidad) antes de ser vendidos, no obstante, existen límites respecto de lo que se les permite declarar qué pueden hacer.

Los alimentos son la mejor fuente de vitaminas y minerales. Si usted toma vitaminas o está pensando en empezar a hacerlo, debe hablar con su médico al respecto.

SOYA: La soya contiene componentes llamados isoflavonas. Las isoflavonas pueden actuar como el estrógeno en el cuerpo y pueden ayudar a brindar protección contra cánceres hormono-dependientes. Hay cada vez más evidencias que sostienen que comer alimentos tradicionales a base de soya como el tofu puede reducir el riesgo de cánceres de seno, próstata y endometrio (revestimiento del útero), y existe cierta evidencia de que puede reducir el riesgo de presentar ciertos otros cánceres.

Esto podría ser debido a que las isoflavonas pueden en realidad bloquear a los estrógenos naturales más potentes en la sangre.

Se desconoce si esto se aplica a los alimentos que contienen proteína de soya purificada o proteínas vegetales texturizadas de la soya. Y, para las mujeres que han tenido un diagnóstico de cáncer de seno, no hay evidencia clara concerniente a los efectos de tomar soya o suplementos de isoflavonas.

LÁCTEOS: Algunos estudios iniciales manifestaron inquietudes sobre si tomar leche de vaca tratada con hormonas puede aumentar el riesgo de cáncer de seno o de otros tipos de cáncer. Sin embargo, estudios posteriores no encontraron un vínculo claro. Actualmente no está claro si tomar leche producida con o sin tratamiento hormonal sea preocupante en lo que respecta al riesgo de cáncer u otros efectos sobre la salud.

AZÚCAR: Un mito dice: "El azúcar alimenta el cáncer". Pero la verdad es que el azúcar no hace que el cáncer crezca más rápido. Todas las células, incluyendo las células cancerosas, dependen del azúcar en la sangre (glucosa) para obtener energía.

Sin embargo, darles más azúcar a las células cancerosas no hace que crezcan más rápido, así como tampoco privarles del azúcar hace que crezcan más lentamente.

No obstante, comer azúcar en exceso, incluyendo postres y bebidas azucaradas, puede ocasionar aumento de peso, lo cual puede incrementar el riesgo de cáncer de seno.

(Información de Stacy Simon)

 

 

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