TALLA BAJA: AFECTA EL
CRECIMIENTO DE
MAS DE UN MILLON DE NIÑOS EN
MEXICO
●Acudir al médico continuamente y monitorear
el crecimiento de los niños permite obtener un diagnóstico oportuno y un
pronóstico favorable para su vida
Se
estima que en México hay más de un millón de niños y niñas con Talla Baja que
corresponden al 13.6% de la población, de acuerdo con cifras de la Encuesta
Nacional de Salud y Nutrición del 2012.
Por
lo que, se hace un llamado a las familias para conocer más sobre esta condición y una invitación a que
la población visibilice a quienes lo viven.
De
acuerdo con especialistas médicos, la Talla Baja es ocasionada por múltiples
factores que pueden presentarse durante la etapa de gestación o después del
nacimiento; sin embargo, reconocen que adquirir un diagnóstico oportuno por
parte de un médico general, un pediatra o endocrinólogo pediatra; puede mejorar
significativamente el pronóstico.
“La
Talla Baja es motivo de consulta frecuente. En el país contamos con médicos
especialistas que pueden evaluar a cada niño como un caso único para detectar
la causa de la enfermedad y brindar el tratamiento adecuado. Por ese motivo, es
esencial que la población se sensibilice sobre las visitas al médico”, comenta
la doctora Kena Pastrana, gerente médica del portafolio de Enfermedades Raras
para Pfizer México.
En
este sentido, se vuelve esencial que los padres no sólo se empoderen a través
de consultar con los especialistas el desarrollo de sus hijos, sino que se
involucren en su crecimiento a través de medir su desarrollo en cada una de sus
etapas.
De
esta forma, los médicos recomiendan que después del nacimiento se mida el crecimiento cada mes
durante el primer año de vida y posteriormente controles de talla y peso cada 6 meses.
De
igual forma, los expertos señalan que conocer sobre esta condición permite que
se impulsen espacios más inclusivos, ya que las personas con este diagnóstico
viven exclusión social, escolar, cultural y laboral al no tener acceso a la
infraestructura adecuada que les permita realizar sus actividades cotidianas.
“Además
de las implicaciones físicas que tiene la Talla Baja, también impacta de manera
psicológica y social a quienes lo
padecen con trastornos en la conducta como inmadurez, inhibición, ansiedad,
entre otros. Por lo que, debemos apostar por acercar más información a la
sociedad para visibilizar a las personas
que la padecen y a la población general de la existencia de esta enfermedad”,
comenta la gerente médica.
Adicional,
existen factores sobre los cuales no se tiene control, como las enfermedades
cromosómicas, pero hay muchos otros en los cuales podemos incidir para mejorar
la vida de nuestros niños y niñas.
La
oportuna detección de la causa, así como un entorno psicosocial adecuado, impactarán
de manera muy positiva.
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