EL CORAZON TAMBIEN ES
SUSCEPTIBLE A INFECCIONES
Cuando
escuchamos la frase, “cuida tu corazón”, lo primero que nos viene a la mente es
cambiar nuestra alimentación, bajar el consumo de grasas, mejorar los hábitos,
y siempre pensamos en los grandes enemigos silenciosos de los que hemos oído
hablar como son el colesterol elevado, la diabetes, la hipertensión, el
tabaquismo, la herencia genética, el estrés, la obesidad y la frecuencia
cardiaca ¿pero te has puesto a pensar que existen otros enemigos de nuestro
corazón en los que nunca ponemos atención?
Efectivamente,
sí existen otros enemigos a los cuales debemos poner atención ya que pueden
estar ocultos cada vez que presentamos una infección viral o bacteriana que
provoquen una respuesta inflamatoria en el cuerpo.
Un
estudio publicado en el Journal of the American Heart Association relacionó las
infecciones, como la neumonía y las infecciones del tracto urinario, con un
mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral en los siguientes
tres meses.
“Los
casos graves de COVID-19 y la gripe también pueden dañar el corazón y el
sistema circulatorio”, señaló el doctor Moritz C. Wyler von Ballmoos, cirujano
cardiotorácico del Hospital Houston Methodist.
“Las
infecciones aumentan el riesgo de que la placa de grasa acumulada en los vasos
sanguíneos se rompa, provocando un ataque cardíaco o un derrame cerebral”,
agregó el experto.
Los
investigadores descubrieron que muchas personas que murieron de COVID-19 habían
formado coágulos de sangre en todo el cuerpo, incluso en los vasos sanguíneos
más pequeños. Esta coagulación inusual puede causar múltiples complicaciones,
que incluyen un ataque cardíaco y un derrame cerebral.
“Las
infecciones generalmente desencadenan una reacción inflamatoria en el cuerpo.
La inflamación es la forma en que el cuerpo manda señales al sistema
inmunológico para que se envíen células que las combatan en el sitio”, precisó.
De
acuerdo con el experto, el cuerpo activa la producción de glóbulos blancos para
ayudar a combatir la infección, un proceso que aumenta la adherencia de las
plaquetas. Esto puede conducir a la formación de coágulos de sangre que podrían
bloquear el flujo sanguíneo al corazón o al cerebro, aumentando el riesgo de un
ataque cardíaco o un derrame cerebral. Es probable que experimentar una
enfermedad respiratoria leve u otra infección no represente un riesgo
significativo para la salud de tu corazón.
Sin
embargo, los riesgos aumentan con infecciones graves o cuando una persona tiene
problemas de salud subyacentes o afecciones cardíacas y vasculares existentes.
Un estudio reciente encontró que 1 de cada 8 adultos hospitalizados con gripe
experimentaron una complicación cardíaca grave y repentina.
PREVENCION ES LA CLAVE
Para
el especialista del Hospital Houston Methodist, la clave está en la prevención,
en mantener a tu familia sana, quedarte en casa cuando estés enfermo, lavarte
las manos con frecuencia, practicar el distanciamiento social, usar cubrebocas
en público y vacunarse.
“Es
especialmente importante para las personas con ciertas condiciones de salud
subyacentes, como asma, enfermedades cardíacas y diabetes, estén en control de
su condición de salud. Las personas con estas afecciones corren un mayor riesgo
de desarrollar complicaciones graves a causa de infecciones respiratorias,
incluyendo COVID-19”, concluyó el doctor Wyler von Ballmoos.
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