EL ALTO PRECIO DE NACER
PREMATURAMENTE EN MEXICO,
LA ENCRUCIJADA ENTRE LA VIDA
Y LA MUERTE
En
una habitación de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) del
Hospital Ángeles del Pedregal, en la Ciudad de México, Eugenio se aferra a la
vida. Al nacer con tan sólo 32 semanas de gestación, el pasado 29 de septiembre
enfrenta fuertes complicaciones médicas.
Sus
padres, Mercedes y Óscar, nunca imaginaron que la llegada de su hijo vendría
acompañada de tantos desafíos. "Planeamos un parto normal, pero estamos en
circunstancias que se salieron de nuestras manos al no contar con seguro de
gastos médicos mayores", explicaron a través de GoFundMe, donde
emprendieron la colecta “Eugenio: Apoyo para gastos médicos urgentes de nuestro
bebé”.
La
primera dificultad que vivió al nacer comenzó cuando una bacteria se alojó en
sus frágiles pulmones, provocándole una neumonía que puso en riesgo su vida.
Con tratamiento intensivo y la fortaleza propia de los luchadores, el pequeño
superó la infección respiratoria.
Pero
la misma bacteria que atacó sus pulmones encontró su intestino. Ahora, Eugenio
enfrenta una enterocolitis necrotizante, una de las complicaciones más temidas
en bebés prematuros, donde la infección inflama y puede dañar gravemente el
tejido intestinal.
"Actualmente,
está bajo un tratamiento intensivo con medicamentos para combatir esta
peligrosa infección intestinal, nuestro mayor deseo es que finalice este ciclo
para poder comenzar a alimentarlo vía oral de nuevo y, por fin, recibir el alta
médica", narró Óscar Arroyo en la colecta.
LA VULNERABILIDAD DE NACER ANTES DE
TIEMPO
A
nivel mundial, se estima que anualmente nacen alrededor de 15 millones de bebés
prematuros y en México, cada año se registran más de 200 mil nacimientos de este
tipo, una cifra que representa miles de familias enfrentando circunstancias
similares.
Los
bebés que nacen antes de las 37 semanas de gestación —como Eugenio, quien llegó
a las 32— no están completamente preparados para la vida fuera del vientre
materno. Pueden tener bajo peso, perder calor con más facilidad, requerir ayuda
para alimentarse y enfrentar dificultades respiratorias. Pero quizás lo más
peligroso es su susceptibilidad a infecciones, precisamente lo que ha mantenido
a Eugenio hospitalizado durante semanas.
De
ahí la importancia crítica de las unidades de neonatología especializadas,
equipadas con la tecnología y el personal capacitado para darles a estos
pequeños luchadores la oportunidad de desarrollarse hasta estar listos para el
mundo exterior.
Sin
embargo, la cuenta hospitalaria ya ha excedido las posibilidades económicas de
la familia de Eugenio. Aunque han considerado trasladarlo al Instituto Nacional
de Pediatría, donde los costos serían menores, los médicos les han advertido
sobre los riesgos.
"Los
médicos nos han advertido sobre el riesgo que implicaría moverlo en su
condición actual. Tememos que un traslado pueda exponerlo a nuevas infecciones
o complicar y alargar su recuperación", explican los padres.
Detrás
de cada estadística de prematuridad hay una familia luchando, un bebé
aferrándose a la vida y un sistema de salud que, aunque técnicamente avanzado,
puede resultar inaccesible para quienes más lo necesitan.
"Cada
día en el hospital es una inversión en la vida de Eugenio y en la esperanza de
verlo crecer sano", concluyen sus padres, quienes piden no sólo
donaciones, sino también oraciones y que se comparta la historia de su pequeño
guerrero.

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