lunes, 27 de octubre de 2025

 

DURANTE 7 AÑOS LE DIJERON QUE ERA DERMATITIS,

PERO EN REALIDAD SE TRATA DE CANCER AVANZADO

 


 

Fernando, un joven de 27 años que vive con su madre en la Ciudad de México, enfrenta un duro momento derivado de una negligencia médica.

Fue diagnosticado con Micosis Fungoide en estadio IV, un cáncer de piel avanzado que se desarrolló después de que durante siete años sus síntomas fueran tratados como una dermatitis que nunca pudo ser controlada.

Durante esos años, Fernando lidió con lo que inicialmente fue diagnosticado como dermatitis atópica severa. A pesar de pasar por numerosos médicos, estudios, biopsias y tratamientos, los especialistas nunca lograron controlar la enfermedad que afectaba su piel de manera persistente.

"Pasé por muchos médicos, estudios, biopsias y tratamientos", relata Fernando, quien hoy cuenta su historia a través de GoFundMe.

Hace unos meses, Fernando fue atendido en el Hospital Gea González en la Ciudad de México, donde finalmente encontraron que la enfermedad de la piel había transmutado y se había convertido en Cáncer Micosis Fungoide etapa IV.

La Micosis Fungoide en estadio IV es una forma avanzada de cáncer de piel que se caracteriza por la afectación de la mayor parte de la piel con parches, placas o tumores.

En este estadio, la enfermedad puede incluir la diseminación a los ganglios linfáticos (estadio IVA) o a otros órganos internos como el bazo o el hígado (estadio IVB), según expertos oncólogos.

Además, en el estadio IV puede presentarse un número elevado de células cancerosas en la sangre, lo que a veces se clasifica como síndrome de Sézary, una variante particularmente agresiva de este tipo de cáncer.

Su diagnóstico puede ser complejo, especialmente en etapas tempranas, ya que puede confundirse con otras enfermedades dermatológicas como eccema o psoriasis.

 

            UN TRATAMIENTO LARGO Y COSTOSO

 

Fernando comenzará un fuerte proceso de quimioterapias y radioterapias para combatir el cáncer. Existe la posibilidad de que el tratamiento culmine con un trasplante de médula ósea, aunque los médicos han señalado que aún es muy pronto para determinarlo.

El joven, quien vive con su madre y tiene un hermano de 29 años, enfrenta no sólo el desafío físico y emocional de la enfermedad, sino también la carga económica que implica un tratamiento oncológico de alta especialidad.

Ante esta situación, Fernando ha solicitado el apoyo de la comunidad para cubrir los gastos médicos que están por venir a través de la campaña: “Apoyando a Fernando”.

“Él fue mi alumno, le di clases cuando tenía unos 9 añitos, un pequeño con mucho sentido del humor, enorme carisma”, narró Paulo César, uno de sus exprofesores que compartió su caso.

El joven agradece de antemano la empatía y el cariño de quienes puedan contribuir a su causa, mientras se prepara para enfrentar los meses difíciles que tiene por delante.

Conoce su historia, comparte, dona o deja algún mensaje de aliento aquí: https://gofund.me/6c33743ed

 

 

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