DURANTE 7 AÑOS LE DIJERON
QUE ERA DERMATITIS,
PERO EN REALIDAD SE TRATA DE
CANCER AVANZADO
Fernando,
un joven de 27 años que vive con su madre en la Ciudad de México, enfrenta un
duro momento derivado de una negligencia médica.
Fue
diagnosticado con Micosis Fungoide en estadio IV, un cáncer de piel avanzado
que se desarrolló después de que durante siete años sus síntomas fueran
tratados como una dermatitis que nunca pudo ser controlada.
Durante
esos años, Fernando lidió con lo que inicialmente fue diagnosticado como
dermatitis atópica severa. A pesar de pasar por numerosos médicos, estudios,
biopsias y tratamientos, los especialistas nunca lograron controlar la
enfermedad que afectaba su piel de manera persistente.
"Pasé
por muchos médicos, estudios, biopsias y tratamientos", relata Fernando,
quien hoy cuenta su historia a través de GoFundMe.
Hace
unos meses, Fernando fue atendido en el Hospital Gea González en la Ciudad de
México, donde finalmente encontraron que la enfermedad de la piel había
transmutado y se había convertido en Cáncer Micosis Fungoide etapa IV.
La
Micosis Fungoide en estadio IV es una forma avanzada de cáncer de piel que se
caracteriza por la afectación de la mayor parte de la piel con parches, placas
o tumores.
En
este estadio, la enfermedad puede incluir la diseminación a los ganglios
linfáticos (estadio IVA) o a otros órganos internos como el bazo o el hígado
(estadio IVB), según expertos oncólogos.
Además,
en el estadio IV puede presentarse un número elevado de células cancerosas en
la sangre, lo que a veces se clasifica como síndrome de Sézary, una variante
particularmente agresiva de este tipo de cáncer.
Su
diagnóstico puede ser complejo, especialmente en etapas tempranas, ya que puede
confundirse con otras enfermedades dermatológicas como eccema o psoriasis.
UN TRATAMIENTO LARGO Y COSTOSO
Fernando
comenzará un fuerte proceso de quimioterapias y radioterapias para combatir el
cáncer. Existe la posibilidad de que el tratamiento culmine con un trasplante
de médula ósea, aunque los médicos han señalado que aún es muy pronto para
determinarlo.
El
joven, quien vive con su madre y tiene un hermano de 29 años, enfrenta no sólo
el desafío físico y emocional de la enfermedad, sino también la carga económica
que implica un tratamiento oncológico de alta especialidad.
Ante
esta situación, Fernando ha solicitado el apoyo de la comunidad para cubrir los
gastos médicos que están por venir a través de la campaña: “Apoyando a
Fernando”.
“Él
fue mi alumno, le di clases cuando tenía unos 9 añitos, un pequeño con mucho
sentido del humor, enorme carisma”, narró Paulo César, uno de sus exprofesores
que compartió su caso.
El
joven agradece de antemano la empatía y el cariño de quienes puedan contribuir
a su causa, mientras se prepara para enfrentar los meses difíciles que tiene
por delante.
Conoce
su historia, comparte, dona o deja algún mensaje de aliento aquí:
https://gofund.me/6c33743ed

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