¿CÓMO DETENER EL NIVEL DE
AGRESION EN UN
DIVORCIO CUANDO HAY NIÑOS
PEQUEÑOS?
*No importa la
condición socioeconómica o nivel de estudios: en un divorcio las emociones
mandan; las víctimas son los hijos pequeños que son usados por sus padres para
herir a la ex pareja
Siete de diez de parejas que se divorcian en México utilizan a sus hijos
como una herramienta para golpear emocional, económica y familiarmente a su ex
pareja.
Cabe precisar que en muchos casos la mayoría no lo hacen de forma
consciente, pero los daños emocionales, principalmente en los niños, son
considerables.
“Hemos notado que el nivel de agresiones entre las parejas es enorme. No
importa el nivel de estudios ni la condición socioeconómica ni religiosa de las
parejas. Cuando se divorcian se ciegan y por norma general los más afectados
serán los pequeños", manifestó la doctora Claudia Sotelo Arias, directora
del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
En México, la tasa de divorcios se ha incrementado de forma exponencial.
Casi la mitad de las parejas que contraen nupcias terminarán por divorciarse
antes de cumplir cinco años de casados.
Los principales motivos para divorciarse (en parejas con hijos), según
datos de CEEPI, tienen relación con la situación económica que es precaria, una
mala sexualidad (que puede producir infidelidad) y falta de intereses comunes
para asimilar la vida: "La mayoría de las parejas no tienen tolerancia a
la frustración, no tienen paciencia y anteponen sus intereses personales a los
del otro e incluso a los de sus hijos; en otras palabras, son muy
narcisistas", dijo.
A decir de la especialista, las formas más frecuentes que utilizan los
padres para agredirse mutuamente y por ende, generar lesiones emocionales en
sus hijos son:
Hablar mal del otro con los hijos de forma constante y directa: El clásico,
"tu padre no sirve para nada, es un borracho, un flojo".
Comparar: "Tan inútil como tu madre".
Chantajes: "¿Por qué no me quieres como a ella?".
Peleas y agresiones verbales estando presentes los niños.
Secuestro de los hijos por alguno de los cónyuges -en el peor de los casos.
Esto genera en los niños trastornos emocionales como: baja autoestima, insomnio,
ansiedad, bajo aprovechamiento escolar, aislamiento, agresividad y dicen odiar
a todo mundo.
"Un niño que es agredido de esta manera presentará afecciones
emocionales serias que si no se tratan, se revertirán hacia los padres. Por eso
la función de instituciones como CEEPI es primero hacer conciencia en las parejas
sobre las secuelas que producen sus actos en sus hijos, y en segundo término,
que los niños recobren la confianza tanto en sí mismos, como en sus padres
mediante terapias de juego, principalmente", explicó la especialista.
Para las psicólogas de CEEPI las parejas que viven un conflicto así deben
analizar sus actos y si no son incapaces de detener su nivel de agresión, lo
mejor será acudir con algún profesional de la salud mental.
Para ello, la institución cuenta con psicólogos familiares, de pareja e
infantil para poder solucionar la problemática de los niños.
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