martes, 28 de abril de 2020



TRES RAZONES PARA SER BUEN VECINO EN TIEMPO DE PANDEMIA



En medio de la pandemia del coronavirus, te puede ser fácil encerrarte en casa y concentrarte en mantenerte a salvo junto con tus seres queridos, pero a medida que nos tratamos de acomodar en lo que serán unos meses inusuales, podemos también intentar ser solidarios con nuestros vecinos y con quienes más lo necesitan.
Ahora más que nunca, tu vecino puede necesitarte y tú puedes ser un buen vecino mientras practicas el distanciamiento social. Por ejemplo, puedes llamar o enviar un mensaje de texto a tu vecino para ponerte en contacto con él.  Si no conoces el número de tu vecino, puedes dejar una nota en su buzón o debajo de la puerta.
Independientemente de cómo te pongas en contacto, aquí hay tres maneras de ayudar a tus vecinos durante la pandemia de coronavirus según los expertos del Hospital Houston Methodist.
Puedes ayudar a mantener seguro a alguien con mayor riesgo. Cualquiera persona puede contraer COVID-19. Pero algunos tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves, que otros, por ejemplo: personas mayores de 65 años; personas con una o más enfermedades crónicas (diabetes, obesidad, presión arterial alta, enfermedades del corazón, cáncer, VIH, asma, etc.; mujeres embarazadas, entre otros.
Todos estamos evitando el contacto cercano y las multitudes en este momento, pero quedarte en casa tanto como sea posible es aún más importante para las personas que están en mayor riesgo. Quedándote en casa previenes que el virus se propague y pueda afectar a grupos de la población más vulnerables como los arriba mencionados.
Incluso aquellos que se abastecieron de alimentos y artículos esenciales para el hogar están obligados a salir eventualmente.
Posiblemente no sepas si tus vecinos son personas de alto riesgo, pero siempre es bueno cerciorarte si hay algo que puedan necesitar y quizá cuando tú salgas a hacer tus compras, puedas adquirir también lo que a tus vecinos les hace falta y así evitar que ellos salgan.

APLANAR LA CURVA

Puedes ayudar a "aplanar la curva". El distanciamiento social consiste en evitar las multitudes y el contacto cercano con las personas en un esfuerzo por prevenir la propagación del coronavirus. También reduce la cantidad de casos de coronavirus que ocurren en cualquier momento en una población, minimizando así, la carga inmediata sobre los hospitales y el personal de atención médica.
En la era digital de las aplicaciones en el celular, puede ser momento de que tus vecinos y tú consideren la posibilidad de hacer compras en conjunto. La meta final es simple: hacer tu parte para limitar el número de personas afuera en un momento dado.
Ser amable es bueno para tu salud. La investigación muestra que ser amable con otras personas, ya sean seres queridos o extraños, aumenta la felicidad y bienestar.
Según la ciencia, los beneficios de ser amable no terminan ahí. La evidencia muestra que practicar el altruismo y mostrar compasión puede provocar la producción de oxitocina y dopamina. Estas son las hormonas de amor y también las hormonas del "sentirse bien", a menudo asociadas con calidez emocional y el placer.
Lo cual significa que ayudar a tu vecino a través de un acto de bondad no solo le beneficia a él, sino a ti también. Una vez establecido ese buen compañerismo, también podrás sentirte cómodo preguntándole a tus vecinos sí en algún momento ellos pueden hacer algo también por ti.
Atrapados en casa:
¿Cómo desconectarse del home-office? Con el distanciamiento social en pleno efecto, todos tratamos de quedarnos en casa tanto como nos sea posible. Y si bien pasar tiempo en el hogar puede ser genial, también representa un desafío, pudiendo ser retador el poder relajarse, por ejemplo.
Muchas personas tienen dificultades para desconectarse después de la rutina de trabajar desde casa. Posiblemente pienses que estar en casa es  “poco productivo” y quisieras cubrir muchas actividades adicionales. También te puedes sentir agobiado y agotado de estar todo el día frente a la televisión o la computadora.
¿Cómo desconectarse si trabajas desde casa? Los expertos del Hospital Houston Methodist nos dan una serie de consejos para desconectarnos del trabajo y que el conectarnos al descanso no sea tan complicado.
Establece tus horas de trabajo. Al igual que lo hacías en tu oficina, (empezar y terminar la jornada laboral en la oficina) determina ese mismo tiempo para trabajar en casa, sigue esos mismos horarios. No inicies sesión en la computadora tan pronto como te despiertes, para poder comenzar a responder correos electrónicos y cuando llegue el momento de cerrar sesión, desconéctate por completo.
Establece expectativas claras con tu jefe. Ser productivo no significa trabajar de más. Pregúntale a tu jefe qué espera que hagas cada día y trabajen juntos en establecer metas realistas. No tengas miedo de decir: “esto es demasiado" solo porque estás trabajando desde tu casa.

TAREAS PARA MAÑANA

Al final del día, haz una lista de tareas para mañana. Pasa los últimos 30 minutos de tu jornada laboral enlistando tus tareas del día siguiente. Esto puede evitar que entres en pánico por responsabilidades que no se cumplieron mientras estás frente a tu computadora.
Convierte tu lugar de trabajo en un espacio hogareño. Es decir, al final del día, guarda todo lo que tenga que ver con trabajo. Si tu mesa de cocina es tu escritorio laboral, devuélvele su función original al término del día. Si tienes una oficina en casa, cierra esa puerta cuando acabes tu jornada, y así, tu casa vuelve a ser tu casa.
Ten un ritual de relajación. Cuando trabajas, tu cerebro está encendido, pero llega el momento de darle un descanso. Restablece tu capacidad de atención escuchando música, dándote una ducha o ayudando con la cena. Solo asegúrate de elegir algo que te ayude a distraerte del ajetreado trabajo, para así tener el tiempo de relajación que necesitas.

GUIA DE RELAJACION

Usa estos consejos que los expertos en Wellness del Hospital Houston Methodist te comparten para poder relajarte en casa.
Deja de lado tu celular. Es difícil, pero intenta deshabilitar las notificaciones del correo electrónico, calendario, etc. Esto es muy saludable.
Haz una lista, pero no sólo de pendientes. En lugar de hacer una lista de las cosas que necesitas hacer, haz una de las cosas que te hacen feliz o de las razones por las que estás agradecido.
Disfruta un poco de tiempo a solas. Pasar tiempo concentrándote en ti mismo es bueno para tu estado de ánimo y tu productividad. Ya sea que se trate de una caminata a solas o de un largo baño antes de que comience el día. Es importante darte un tiempo contigo mismo todos los días.
Date recompensas relajantes después de completar las tareas. Por cada tarea terminada, date tus 10 minutos en “estado zen”. Ya sea que lo pases leyendo un buen libro en una silla cómoda, tomando una taza de té en tu bata y pantuflas, o practicando yoga mientras disfrutas de una aromaterapia, haz que tus recompensas sean actividades relajantes.
Desintoxícate de tus dispositivos en los tiempos del COVID-19. Con el distanciamiento social estamos más en casa de lo habitual, entonces es fácil caer en una sobredosis de tecnología. Entras a tu celular para revisar las redes sociales a cada minuto, no te desprendes de las noticias en la televisión, abres una aplicación para pedir comida, etc.
Sin la capacidad de reunirse en persona, muchos estamos de videollamada en videollamada en estos días y es muy difícil desconectarse de los dispositivos.
Recuerda que, los dispositivos pueden ser adictivos, el contenido con el que interactuamos puede ser estresante. Estar conectado a través de las redes sociales no necesariamente significa sentirnos conectados. Y mirar tu dispositivo antes de dormir, afecta negativamente tus horas de sueño.
Ahora es inevitable pasar una considerable parte del día mirando las pantallas mientras trabajas o socializas con amigos a través de video chats. Pero aquí los especialistas del Hospital Houston Methodist te brindan algunos consejos para reducir el tiempo que pasas en tus dispositivos:
Haz que tus noches sean diferentes. En lugar de dejarte caer en el sofá y pasar horas mirando las redes sociales con la televisión prendida, considera hacer algo diferente: preparar la cena, pasear al perro, regar la plantas, armar un rompecabezas, leer un libro o jugar con los hijos.

PONER LOMITES

No hay nada de malo en ver un episodio del programa de televisión favorito todas las noches, pero trata de evitar los maratones de series. Establece límites sobre cuánto y cuándo ves televisión, y cuando lo hagas, encuentra algo que realmente te interese.
Sé honesto en cómo las redes sociales te hacen sentir. Pregúntate: ¿Me siento feliz cuando salgo de Facebook? Si la respuesta es no, considera dejar el teléfono, para hacer algo que te haga feliz.
Usa tu celular de manera funcional, no recreativa. En lugar de llenar tu pantalla de inicio con aplicaciones de juegos y redes sociales, instala herramientas que te ayuden a estudiar un curso, medir la cantidad y calidad de tu sueño, cuidar tu dieta, mantener tu lista de compras, chatear por video con la familia y amigos y escuchar música.


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