jueves, 30 de abril de 2020



PUBLICIDAD DE COMIDA CHATARRA APROVECHA LA PANDEMIA


*Con ello agudiza los daños a la salud de infantes y adultos


Las corporaciones de la comida chatarra y las bebidas endulzadas aumentan la vulnerabilidad de la población mexicana ante la pandemia de SARS-CoV-2 aprovechándose de la situación de confinamiento para publicitar sus productos, como lo demuestra un registro realizado por El Poder del Consumidor en días recientes.
“Como lo ha explicado el doctor López-Gatell, subsecretario de Salud, en México se presenta una mayor cantidad de casos graves de COVID-19 en adultos jóvenes debido a la grave, grande y larga epidemia de obesidad, sobrepeso y diabetes, hipertensión y las demás enfermedades crónicas todas ellas asociadas a  la mala alimentación creada por la alta disponibilidad y excesiva oferta de alimentos de baja calidad, de muy alto poder calórico y muy bajo valor nutricional”, señaló Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
Al respecto, Katia García, coordinadora de Salud Alimentaria de esta organización, indicó que de acuerdo con el monitoreo que se realizó de los anuncios publicitarios en TV y redes sociales se pudo constatar que: “la gran industria de alimentos y bebidas utiliza diversas estrategias de publicidad que  van desde la entrega a domicilio hasta asociar sentimientos como la unión familiar con la venta de estos productos; aprovechándose de las emociones que se experimentan durante el confinamiento para inducir a los niños al consumo de sus productos e incrementar sus ventas”.
Por su parte la doctora Paola García, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México declaró: “Este es un momento propicio, a propósito de las medidas de confinamiento, para reflexionar sobre los cambios en la cultura alimentaria y en el consumo de medios y de publicidad. Las estrategias publicitarias de los alimentos ultraprocesados están buscando nuevas formas y espacios para dirigirse, ante las restricciones en medios tradicionales, la publicidad se ha orientado al uso de nuevas tecnologías y ahora niños y adolescentes tienen mayor acceso a la publicidad en línea. Ante esto, tendremos que plantearnos medidas integrales que protejan a la infancia de la sobrexposición mediática”.
Además, es importante señalar la nula calidad nutricional de los productos que son publicitados.

DERECHO A LA SALUD

Igualmente, Ana Munguía, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, resaltó: “Más del 67% de los alimentos y bebidas publicitados en las horas con mayor audiencia infantil de la televisión mexicana se consideran no saludables, por lo cual hizo un llamado urgente para regular la publicidad de dichos productos, y de esta forma, limitar su impacto en los hábitos, preferencias alimentarias y consumo de niños y niñas”.
Por lo anterior, es fundamental que a niños y adolescentes se les garantice el derecho a la salud y al bienestar con la respuesta de un Estado hasta el máximo de sus posibilidades, esto significa no solamente destinar recursos suficientes, sino prevenir que la salud y el bienestar de esta población no se vea afectada por cualquier acontecimiento.
“La Organización Mundial de la Salud ha insistido en la necesidad de que niños y niñas tengan prioridad y atención en el contexto familiar y comunitario. Actualmente, tenemos escuelas cerradas por un tiempo, lo que conlleva a una mayor exposición de la infancia a pantallas, celulares, tabletas, televisión, y lamentablemente, la reducción de la actividad física, más allá del ejercicio propiamente, el salir a la calle, ir a la escuela o realizar otro tipo de actividades recreativas que representan para ellos una forma positiva de moverse”, declaró Juan Martín Pérez, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
“El Estado mexicano en esta pandemia debe generar una estrategia de comunicación dirigida especialmente a niños, niñas y adolescentes para informar cómo les afecta el COVID-19 y las acciones que desde las familias pueden hacer ahora cuando las escuelas están cerradas, con un fuerte énfasis en la salud mental, la actividad física en el espacio de confinamiento y en el entorno inmediato de su casa, como lo señala ya la Organización Mundial de la Salud, y particularmente en la alimentación saludable”,  concluyó el director de la REDIM.
Es importante recordar que los daños generados por el alto consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas endulzadas en la población mexicana, no sólo se registran en las enfermedades crónicas no transmisibles que nos vuelven más vulnerables a los daños graves por COVID-19, el consumo de estos productos provoca procesos inflamatorios que de ser continuos, debilitan el sistema inmunológico volviendo a las personas más susceptibles de infecciones por bacterias o virus. Además, el consumo de estos productos sustituye el consumo de verduras, frutas y granos enteros que fortalecen el sistema inmunológico y cumplen funciones antiinflamatorias, por lo que hoy más que nunca se vuelve necesario tener una alimentación saludable.



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