ALTOS INDICES DE
CONTAMINACION EN ESTA CAPITAL
*Debe investigarse la mala calidad del aire,
ya que estudios recientes establecen correlación entre altos índices de
contaminación y letalidad de COVID-19, afirman expertos
Entre
enero y abril del presente año, y en el contexto de la pandemia por COVID-19,
se han observado niveles elevados de contaminación y una mala calidad del aire
en la Zona Metropolitana del Valle de México, advirtieron expertos en gestión
ambiental.
“Esto
resulta un tanto contraintuitivo en la medida en que, durante ya varias
semanas, se ha establecido una cuarentena en la que el 85% de los vehículos
automotores privados disminuyeron su circulación”, apuntó Gabriel Quadri de la
Torre, coordinador del equipo de especialistas.
Informó
que los dos contaminantes criterio de mayor relevancia para la salud pública
son el ozono y las partículas PM 2.5, cuyas concentraciones continúan siendo
altas, al igual que en años anteriores, pese a que en marzo y lo que va de abril,
hubo una reducción significativa del flujo vehicular derivado del llamado
“Quédate en casa”.
“Durante
el lapso que va de enero a abril del presente año, las concentraciones de ozono
en la atmósfera de la Ciudad de México han registrado niveles muy relevantes,
particularmente una vez que se estableció la cuarentena y aunque se redujo en
forma apreciable en tránsito vehicular”, subrayó.
Los
expertos de Sistemas Integrales de Gestión Ambiental S.C. advirtieron que, en
el periodo de observación, los niveles de ozono han superado el máximo diario
permisible en una hora, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-020-SSA1.
“En
la práctica se trataría de una circunstancia equivalente a la aplicación
sostenida de medidas de contingencia ambiental en fase I y en fase II”,
alertaron.
También
indicaron que, con implicaciones más graves para la salud pública, han sido
persistentes altos niveles de contaminación por material PM2.5, que son
partículas inhalables suspendidas en el aire con un diámetro varias veces menor
a un cabello humano.
“Observamos
que las concentraciones de PM2.5 tampoco se han reducido por la cuarentena, y
se mantienen en niveles preocupantes que con frecuencia sobrepasan los picos de
los valores máximos permisibles definidos por la normatividad”, señaló
Alejandra López Villalobos, experta en mitigación de gases de efecto
invernadero.
Los
especialistas apuntaron que los factores de origen deben ser investigados por
las autoridades competentes en coordinación con centros de investigación,
aunque adelantaron que podría explicarse por los siguientes:
--Actividad
fotoquímica en la atmósfera que genera importantes volúmenes de partículas
secundarias.
--Condiciones
de estabilidad atmosférica y baja dispersión de contaminantes.
--Los
vehículos diésel no han reducido su actividad.
--Incendios
forestales y quemas agropecuarias.
--Temperaturas
más altas que aceleran la formación de ozono.
--Contribución
significativa de fuentes fijas como la Termoeléctrica de Tula.
--El
Inventario Nacional de Emisiones no se apega a la realidad.
Añadieron
que estos datos resultan alarmantes en esta época, pues de acuerdo con estudios
realizados, “existe una correlación entre la contaminación, la mala calidad del
aire y una mayor incidencia de contagios de COVID-19”.
Por
ello, concluyeron, este periodo de emergencia sanitaria representa una ventana
de oportunidad para que el gobierno federal active los mecanismos de
coordinación con las autoridades locales y expertos para mejorar la calidad del
aire y, por ende, la salud de los mexicanos.
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