OBESIDAD, 2º FACTOR DE
RIESGO FRENTE AL COVID-19
*Así lo confirmaron los estudios en China y
Estados Unidos; más que la edad, la mala dieta que debilita el sistema
inmunológico de la población
De
acuerdo con un estudio en revisión por la revista The Lancet sobre pacientes
con COVID-19 en China e información publicada por el sitio de noticias
estadounidense Business Insider, que muestran los resultados del estudio más
grande realizado en Estados Unidos sobre ingresos hospitalarios por COVID-19,
demuestran claramente que la obesidad es el mayor riesgo crónico para la
admisión en los hospitales, por encima de las enfermedades cardiovasculares y
pulmonares.
El
único factor por encima de este sigue siendo la edad.
A
partir de los datos obtenidos de 383 pacientes del Tercer Hospital del Pueblo
de Shenzhense se concluyó que “la presencia de obesidad estuvo asociada con un
mayor desarrollo de neumonía severa en adultos hospitalizados con Covid 19”.
Los
pacientes con COVID-19 que presentaban obesidad tenían 86% más de
probabilidades de desarrollar neumonía severa; esto quiere decir que las
personas con obesidad tuvieron 2.4 veces más probabilidad de presentar
problemas graves al contraer el virus.
El
estudio recomienda: “Como el Covid 19 continuará difundiéndose alrededor del
mundo, los clínicos deben mantener un alto nivel de atención en pacientes
obesos. Los pacientes con obesidad deben ser cuidadosamente monitoreados y
manejados con tratamientos rápidos y agresivos”.
Por
su parte, el estudio realizado por la NYU Grossman School por médicos de la NYU
Langone Health Center, aún en espera de revisión por pares, presenta casos
específicos del estado de Nueva York; sin embargo, el grupo de estudio es
extenso, pues se analizaron las circunstancias de 4 mil 103 personas infectadas
por COVID-19 entre el 1 de marzo y el 2 de abril de 2020 en otras regiones de
los Estados Unidos.
Del
total de los pacientes analizados, aproximadamente la mitad fueron internados
en algún centro de salud. En específico, 87% de los pacientes que tenían más de
65 años tuvieron que ser hospitalizados, al igual que el 70% de aquellos que
presentaban obesidad y eran mayores de 35 años. Incluso aquellos menores de 35
tenías más probabilidades de ser admitidos si eran hombres y presentaban
obesidad.
Varias
investigaciones ya venían advirtiendo de la dimensión del problema, el 8 de
abril el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades encontró que el
48.3% de los pacientes ingresados en los hospitales de 99 condados en Estados
Unidos eran obesos, 59% tenían entre 18 y 49 años.
De
acuerdo con este Centro la “obesidad severa” o tener un índice de masa corporal
por arriba de 40 o más, es una condición de alto riesgo para contraer la
enfermedad de COVID-19.
EL
CASO DE MEXICO
La
situación de México puede ser aún más dramática, en 2016 la Secretaría de Salud
emitió la emergencia epidemiológica por obesidad y diabetes, a éstas se le suma
ahora la de COVID-19.
De
acuerdo con los datos de 2018, a nivel nacional un 36.1% de la población vive
con obesidad y 39.1% con sobrepeso. Un total de 8.6 millones de personas viven
con diabetes y 15.2 millones presentan hipertensión. Esto equivale al 10.3% y
18.4% de la población, respectivamente.
De
los casos a nivel nacional de fallecimientos en personas (406) con
COVID-19,hasta el 14 de abril del 2020,
el 43.35% de los casos presentaba hipertensión, 37.68% tenía diabetes y
34.24% presentaba obesidad.
Si
se compara con los países en los que la pandemia de COVID-19 ha cobrado mayor
fuerza, encontramos que en China apenas el 6% de la población vive con
obesidad. En el caso de Italia esta cifra alcanza el 10%; esto es 30.1% y 26.1%
menos que en nuestro país, respectivamente.
Los
investigadores sugieren que la relación entre el peso y la gravedad de los
casos reside en la respuesta inflamatoria de la obesidad en el organismo; la
cual puede afectar el sistema inmune y la función pulmonar, críticos en la
lucha contra el COVID-19. De acuerdo con expertos, la inflamación es un
mecanismo de defensa natural del organismo que ayuda a evitar daños en los
tejidos causadas por factores biológicos, físicos y químicos. Para el caso de
la obesidad y las enfermedades crónicas, la inflamación es silenciosa, de bajo
grado, pero constante.
En
este sentido, las enfermedades crónicas generan una hiperactividad de las
células del sistema inmune de forma permanente, el cual genera un agotamiento
en el mismo, lo que a su vez le impide atacar de manera efectiva enfermedades
causadas por patógenos externos, como el COVID-19. Además, la obesidad puede
restringir físicamente la respiración, lo cual es evidentemente problemático si
se presenta un caso grave de enfermedades respiratorias, como la antes
mencionada.
La
dieta saludable debe formar parte de las recomendaciones contra Covid 19. El
consumo de alimentos altos en azúcares, grasas, harinas refinadas y otros
ingredientes comunes en los alimentos ultraprocesados, aumentan la inflamación.
Si esta condición es cotidiana, se da un desgaste del sistema inmunológico.
Considerando
que el riesgo del COVID-19 persistirá por un largo periodo, es importante que
se recomiende el mantener una dieta saludable basada en alimentos frescos,
verduras frutas y granos enteros. Esta recomendación es muy importante para
contrarrestar la tendencia a un mayor consumo de productos ultraprocesados por
las condiciones de confinamiento.
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