RECOMIENDAN UN SALARIO
MINIMO DE 156 PESOS PARA 2021
*Recuperar el ingreso de trabajadores, deber
de congruencia política; la recuperación del empleo, sólo en manos de los
empleadores, es insuficiente
En
congruencia con la Constitución, con los acuerdos del nuevo tratado comercial
con Norteamérica y con el compromiso de atender primero a los pobres, el
gobierno debería promover un aumento gradual y constante al salario mínimo (SM)
para que sea suficiente para mantener a una familia, y avanzar en el propósito
de recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores.
Para
no afectar la buena marcha de la inflación, ni la recuperación de las empresas,
el salario mínimo de 2021 podría fijarse en 156 pesos al día, que incluye dos
puntos por encima del 4.0% de la inflación anual estimada de 2020, más 25 pesos
de compensación otorgado a través del Monto Independiente de Recuperación, lo
que hace una diferencia de casi 33.00 pesos frente al salario actual de $123.22.
Acción
Ciudadana Frente a la Pobreza envió al doctor Luis Felipe Munguía, nuevo
presidente de la Conasami, un documento con la propuesta de un incremento que
sea 2 puntos por arriba de la inflación, como porcentaje de referencia, más un
monto independiente de recuperación (MIR) de 25 pesos. Este último debería
hacerse anual de aquí al 2024 para llegar a la meta de un salario suficiente,
como manda la constitución.
El
objetivo es que los trabajadores que ganen un salario mínimo tengan un ingreso
suficiente para mantener una familia. Si cada año el SM es compensado con un
monto de recuperación de 25 pesos, al terminar la administración del presidente
López Obrador, en el año 2024 los trabajadores tendrán un salario mínimo
suficiente para adquirir dos canastas básicas, lo cual será benéfico para la
mayoría de las familias, considerando que en promedio los hogares mexicanos
están integrados por 4 personas y cuentan con dos perceptores de ingreso.
CANASTA
BASICA INSUFICIENTE
El
costo de la canasta básica se ubicó en septiembre de 2020 en 3,255.60 pesos, el
salario mínimo mensual llegó a 3,696.60 lo cual es insuficiente para sostener
un hogar donde comen, visten, se transportan, se asean 4 personas, quienes
además pagan renta o mantenimiento de la casa, y tienen otros gastos básicos de
vivienda (gas, luz).
La
reconstrucción económica pos covid 19 debe hacer una escala necesaria en la
reconstrucción ética del mercado laboral caracterizado por el alto nivel del
desempleo y la precarización de los trabajadores, tendencias que se acentúan en
una recuperación que se ha dejado solo en manos de los empleadores, sin
incentivos y con escasa vigilancia en el cumplimiento de sus obligaciones con
la seguridad social, la contratación y demás derechos laborales.
La
economía nacional debe recuperar su capacidad para generar trabajo digno en
cantidad y calidad suficiente para emplear, en especial a las mujeres y a los
jóvenes excluidos del mercado laboral; así como eliminar prácticas abusivas de
contratación como el llamado outsourcing; promover el sindicalismo que negocie
y defienda los derechos de los trabajadores, y un programa de autorregulación
laboral fiscalizado por el Estado.
Un
paso indispensable es la recuperación gradual del salario con aumentos
constantes al salario mínimo para subsanar la capacidad adquisitiva pérdida de
más del 70 por ciento en el período de 1976 hasta fechas recientes.
La
recuperación económica post Covid se ha iniciado pero con desventajas para los
trabajadores, porque está favoreciendo la creación de empleos precarios, es
decir con bajos salarios y sin las obligaciones y prestaciones que establece la
ley. La recuperación observada hasta ahora profundiza la tendencia del mercado
laboral mexicano de excluir a las mujeres y a los jóvenes.
Por
primera vez en 30 años, en 2018, el aumento al salario mínimo fue superior a la
tasa de la inflación y superó en centavos el límite de la línea de pobreza,
pero fue aún insuficiente para el sostenimiento de una familia, como lo mandata
el artículo 123 constitucional.
EVITAR
LA POBREZA LABORAL
En
congruencia ahora se debe mantener la recuperación gradual del salario de los
trabajadores, como parte de una nueva política laboral, que evite la pobreza
laboral. #QuienTrabajaNoDebeSerPobre
Sin
embargo, aún antes del Covid, el 57% de quienes tenían trabajo subordinado y
asalariado no ganaban lo suficiente para adquirir dos canastas básicas. Y el
42% carecían de afiliación a la seguridad social, con lo cual se les coloca en
la informalidad y el 53% carecían de contratación estable. Y todo esto empeoró
con la pandemia. (Datos Observatorio de Trabajo Digno. Acción Ciudadana Frente
a la Pobreza)
Preocupa,
sin embargo, que el gobierno federal
haya sido omiso en la recuperación del mercado laboral, dejando bajo la
responsabilidad a los empleadores, sin establecer prácticas, criterios y normas
que propicien la reducción de la informalidad del mercado, el desempleo y el
fomento del trabajo digno; es decir con salario suficiente, seguridad social,
contratación estable, prestaciones y defensa de sus derechos laborales. El
presidente ha anunciado el envío de una iniciativa de ley que regula el
outsourcing para eliminar prácticas abusivas e ilegales, que en su mayoría ya
están prohibidas. El problema es la falta de vigilancia y de sanciones, así
como la ausencia de mecanismos efectivos de auto regulación de empresas que sí
cumplan.
De
acuerdo a los datos más recientes de INEGI la Tasa de Participación Económica
apenas alcanza el 55 % de la fuerza laboral. Las mujeres siguen excluidas con
una tasa de participación de apenas 39%, es decir 6 de cada 10 mujeres están
excluidas del trabajo remunerado y del mercado laboral. La situación de los
hombres es mejor, pero aún es insuficiente, ellos participan con una tasa de
73%, es decir 7 de cada 10 están en el mercado, aunque la mayoría en
condiciones precarias. Hay 21 millones 600 mil mujeres excluidas del mercado
laboral, de ellas casi 17 millones no pueden salir a buscar trabajo porque
están a cargo de trabajos no remunerados
del hogar y en el cuidado. (Ver próximo reporte especial de Acción Ciudadana
Frente a la Pobreza a fin de noviembre).
El
mercado laboral ha alcanzado un límite de riesgo porque el trabajo ha dejado de
ser la puerta de salida de la pobreza. Millares de jóvenes sin empleo, mujeres
confinadas al cuidado del hogar, de niños y parientes enfermos, frenan el
crecimiento de la economía y amenazan la estabilidad social.