SALUD MENTAL: DESAFIO SILENCIOSO
DE LA ACONDROPLASIA
*La discriminación y el estigma social pueden
derivar en trastornos de ansiedad, depresión, e incluso, problemas de
autoestima
“Muchas
personas con acondroplasia enfrentamos trastornos como ansiedad, depresión y
baja autoestima, esto por la presión social que experimentamos, por lo cual
requerimos apoyo psicológico. En mi caso, además he encontrado en el arte,
específicamente en un grupo de ópera, una vía alterna para lidiar con estos
desafíos emocionales. Por fortuna, ahora mi autoestima es muy buena”, comenta
Mariana, joven michoacana, de 19 años, con acondroplasia, en el marco de la
conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, que se da cada 10 de octubre.
La
acondroplasia es una enfermedad huérfana, y también, es la forma más común de
baja estatura desproporcionada; debido a la alteración del crecimiento óseo, es
una condición genética que conlleva no solo dificultades físicas, sino también
una carga emocional que muchas veces pasa inadvertida.
Es
importante detenerse a reflexionar sobre las personas que viven con condiciones
físicas visibles y cómo éstas impactan su salud mental. Entre los principales
factores que afectan la salud mental de las personas con acondroplasia existen
la discriminación y el estigma social. Desde comentarios insensibles hasta el
rechazo, la burla, o bien, miradas malintencionadas.
Además,
la falta de accesibilidad en espacios públicos y la necesidad de adaptaciones
específicas en su entorno diario generan un estrés constante. La necesidad de
depender de otros o de soluciones que no siempre están disponibles, puede hacer
que las personas con acondroplasia experimenten sentimientos de frustración y
desamparo, lo cual afecta enormemente su bienestar emocional.
En
este contexto, Marisela Herrera, presidenta de la Fundación De la Cabeza al Cielo, destacó que
“desde una edad temprana, los niños con esta condición suelen notar diferencias
físicas con sus compañeros, lo que puede generar frustración y depresión, sobre
todo si no se cuenta con un entorno de apoyo familiar y psicológico adecuado”.
De
ahí la importancia del acompañamiento emocional, tanto por parte de la familia
como de profesionales, para enfrentar los desafíos sociales. Además, Herrera
subrayó que, aunque no todos los pacientes con acondroplasia desarrollan
depresión, el apoyo psicológico y la promoción de la autoestima son claves para
su bienestar.
Los
servicios de salud mental deben de ofrecer un enfoque especializado y sensible
para quienes viven con condiciones como la acondroplasia. Los terapeutas y
profesionales de la salud deben estar capacitados no solo para abordar los
aspectos emocionales generales, sino también para comprender los desafíos
específicos de estas personas. Esto implica trabajar en la construcción de una
autoestima sólida, en el manejo del estrés derivado de la discriminación y en
la resiliencia para enfrentar un entorno que, muchas veces, no está diseñado
para ellos.
En
este día mundial, es importante recordar que la salud mental es un derecho de
todos, incluidas las personas con discapacidades físicas visibles, como la
acondroplasia. La empatía, la inclusión y el acceso a servicios de salud mental
adaptados a sus necesidades son esenciales para garantizar un bienestar
emocional integral. Solo cuando se reconozca la intersección entre las
condiciones físicas y el bienestar mental, se podra avanzar hacia una sociedad
más inclusiva y comprensiva.
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