AVANCES EN EL TRATAMIENTO
DE
LA COLITIS ULCEROSA
Un estudio de fase II
dirigido por Cedars-Sinai demuestra que el tratamiento con anticuerpos
monoclonales desarrollado por investigadores de Cedars-Sinai es eficaz para la
colitis ulcerosa de moderada a grave
Un
estudio internacional controlado con placebo dirigido por Cedars-Sinai sugiere
que un tratamiento farmacológico específico desarrollado por investigadores de
Cedars-Sinai es seguro y eficaz para ayudar a las personas con colitis ulcerosa
de moderada a grave a alcanzar la remisión clínica.
Los
resultados del estudio multicéntrico de fase II, ARTEMIS-UC, se publicaron en
The New England Journal of Medicine.
La
colitis ulcerosa es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) que
daña el tubo digestivo y provoca calambres estomacales, diarrea, pérdida de
peso y hemorragias rectales. Afecta a unas 900 mil personas en EE.UU., y los
tratamientos actuales suelen tener una eficacia mínima.
«Los
hallazgos de este estudio están a punto de tener un impacto significativo en el
tratamiento de la colitis ulcerosa y la EII en general», señaló el autor
principal del estudio y pionero en la investigación de la EII, el doctor
Stephan Targan, titular de la Cátedra Familiar Feintech de Enfermedad
Inflamatoria Intestinal y director ejecutivo del Instituto de Enfermedad
Inflamatoria Intestinal F. Widjaja de Cedars-Sinai. «La terapia en
investigación se generó basándose en el concepto de medicina de precisión; se muestra
prometedora por ser tanto antiinflamatoria como antifibrótica; representa un
potencial punto de inflexión en el desarrollo y descubrimiento de fármacos; y
podría cambiar la forma de tratar esta compleja enfermedad en el futuro».
El
estudio evaluó un tratamiento desarrollado por científicos clínicos de
Cedars-Sinai denominado tulisokibart (anteriormente PRA023), un anticuerpo
monoclonal artificial que actúa como los anticuerpos endógenos. Está diseñado
para atacar y bloquear una proteína denominada TL1A, que puede contribuir a la
gravedad de la colitis ulcerosa. El anticuerpo reduce la inflamación y ataca la
fibrosis, que causa muchas de las complicaciones y la gravedad de la
enfermedad.
«A
diferencia de otros tratamientos de la EII que pueden exacerbar la inflamación
o suprimir las respuestas antiinflamatorias naturales del organismo, nuestros
hallazgos sugieren que tulisokibart modula la inflamación y los mecanismos
antiinflamatorios del organismo», afirmó Targan. «Esta doble acción podría
conducir a un tratamiento más equilibrado y eficaz de la colitis ulcerosa».
REGULADOR MAESTRO DE LA INFLAMACION
Cabe
destacar que el papel de TL1A como regulador maestro de la inflamación fue
descubierto por Targan y sus colaboradores de Cedars-Sinai. En un trabajo
pionero que abarca dos décadas, los investigadores descubrieron que, si bien
TL1A protege frente a patógenos invasores, en niveles elevados también
contribuye a la inflamación y la fibrosis en la EII.
ARTEMIS-UC
fue un estudio de 12 semanas en el que participaron 178 adultos de 14 países.
También incluyó una prueba diagnóstica genética para ayudar a predecir la
respuesta al tratamiento.
Un
estudio de fase III examinará más a fondo la seguridad y probará la eficacia de
tulisokibart en pacientes que lo tomen durante más de 12 semanas.
El
médico genetista Dermot McGovern, director de Investigación Traslacional del
Instituto de Enfermedad Inflamatoria Intestinal F. Widjaja de Cedars-Sinai y
uno de los autores del estudio, ha centrado su carrera en la identificación de
variantes genéticas asociadas a la colitis ulcerosa y otras enfermedades
autoinmunes, explorando objetivos farmacológicos y trabajando para revolucionar
el tratamiento mediante un enfoque de medicina de precisión.
Hace
casi 20 años, en la Universidad de Oxford, McGovern y sus colegas, en el primer
estudio de asociación de genoma completo en EII, identificaron que una
variación en el gen de la superfamilia 15 del TNF (TNFSF15) estaba asociada al
desarrollo tanto de colitis ulcerosa como de enfermedad de Crohn. La proteína
TL1A, estudiada simultáneamente por Targan en el Cedars-Sinai, está codificada
por el TNFSF15. McGovern dejó Oxford para colaborar con Targan y el equipo de
Cedars-Sinai en el esfuerzo por aportar avances científicos a la EII.
COMBINACION GENETICA Y BIOLOGICA
«Los
hallazgos del estudio ARTEMIS-UC ejemplifican cómo la combinación de genética y
biología puede transformar la atención de la EII», afirma McGovern, titular de
la Cátedra Joshua L. y Lisa Z. Greer de Genética de la Enfermedad Inflamatoria
Intestinal y director de Salud de Precisión de Cedars-Sinai.
McGovern,
recientemente galardonado con el prestigioso Premio Sherman por su trabajo
pionero en el avance de la comprensión de la arquitectura genética de la EII en
diversas poblaciones, afirma que la singularidad de esta diana y la forma en
que tulisokibart fue diseñado para interactuar con ese objetivo representan
avances significativos en la forma en que los médicos abordan el tratamiento de
la EII.
«Hasta
ahora, sólo podíamos recetar a un paciente un medicamento que pensábamos que
funcionaría bien, pero en el futuro podremos decirle al paciente: 'En realidad,
la prueba genética sugiere que es más probable que respondas a este
tratamiento'», afirma McGovern.
Targan
y McGovern señalaron también que en ARTEMIS-UC participaron múltiples países y
poblaciones diversas, lo que refleja la naturaleza global de la EII. El
Instituto de Enfermedad Inflamatoria Intestinal F. Widjaja ha invertido
importantes recursos en extender la investigación genética de la EII a diversas
poblaciones.
«Ha
sido necesario todo un grupo -apoyado por la filosofía científica de
Cedars-Sinai- para llegar a este punto», afirma Targan, galardonado en 2017 con
el Premio Sherman. «Hemos dedicado nuestras carreras a conseguir mejores
tratamientos para los pacientes con EII, y ahora estamos más cerca que nunca de
ayudar a todos los pacientes con colitis ulcerosa a conseguir la remisión de su
enfermedad para que puedan volver a disfrutar de la vida».
Otros
autores que han participado en el estudio son Bruce E. Sands, MD; Brian G.
Feagan, MD; Laurent Peyrin-Biroulet, MD, PhD; Silvio Danese, MD; David T.
Rubin, MD; Olivier Laurent, PhD; Allison Luo, MD; Deanna D. Nguyen, MD;
Jiandong Lu, PhD; Mark Yen, MD; Jaroslaw Leszczyszyn, MD, PhD; Radosław
Kempiński, MD, PhD; Christopher Ma, MD; y Timothy E. Ritter, MD.
Esta
investigación contó con el apoyo de Prometheus Biosciences, una filial de
MERCK.
No hay comentarios:
Publicar un comentario