PRESENTAN ONGs PUBLICACION
SOBRE EL REZAGO
DEL COMPROMISO EN SEGURIDAD
VIAL EN MEXICO
*“Alcohol, exceso de velocidad y siniestros
viales. Retos y oportunidades para la Ciudad de México”, dice el Estudio
En
conferencia de prensa representantes de organizaciones de la sociedad civil,
especialistas y tomadores de decisión presentaron la publicación Alcohol,
exceso de velocidad y siniestros viales. Retos y oportunidades para la Ciudad
de México.
El
diputado Alberto Martínez Urincho, presidente de la Comisión de Administración
y Procuración de Justicia del Congreso de la Ciudad de México dijo: “El consumo
de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades, traumatismos y otros
trastornos de la salud. Una proporción importante de la carga de morbilidad
atribuible al alcohol está asociada con traumatismos, tanto intencionales como
no intencionales, particularmente los derivados de siniestros de tránsito,
actos de violencia y suicidios. Ante los alarmantes índices de consumo de
alcohol entre la población mexicana, resulta indispensable emprender una
revisión profunda de las políticas públicas en esta materia. Es urgente abordar
esta problemática desde una perspectiva transversal, intersectorial y con
enfoque de derechos, que permita articular acciones desde distintos ámbitos
como la salud, la seguridad, la movilidad, la educación y la justicia”.
Erick
Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx, señaló que: “Durante el primer
trimestre de 2025, se registraron 111 muertes por hechos de tránsito en la Ciudad
de México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana
compilados por SEMOVI. Los motociclistas continúan siendo el grupo más
vulnerable, representando casi la mitad del total de muertes (54 personas
fallecidas), les siguen los peatones, con 33 muertes y los pasajeros, con 16.
También se reportaron fallecimientos de conductores equivalente a 6 personas y
ciclistas con 2 fallecimientos".
La
Ciudad de México no puede seguir postergando decisiones que salvan vidas. Es
inaceptable que en pleno 2025 sigamos permitiendo que el alcohol y el exceso de
velocidad cobren vidas todos los días. Desde Salud Justa Mx hacemos un llamado
enérgico al Congreso local y al Gobierno de la Ciudad para que armonicen de
inmediato su legislación con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial.
Disminuir los límites permitidos para la conducción bajo los efectos del
alcohol y establecer límites de velocidad seguros no es solo una decisión
técnica, es un imperativo ético y político. Las víctimas no pueden esperar más”,
agregó Antonio Ochoa.
POLITICAS PUBLICAS NO EFECTIVAS
Por
su parte Claudia Moreno, abogada en Salud Justa Mx enfatizó: “Los hallazgos de
este estudio evidencian que la Ciudad de México mantiene un rezago normativo
incompatible con los compromisos asumidos a nivel nacional e internacional en
materia de seguridad vial. La falta de armonización con la Ley General de
Movilidad y Seguridad Vial limita la implementación del enfoque de sistema
seguro y compromete la efectividad de las políticas públicas. Urge establecer
marcos legales claros sobre velocidad, alcohol y dispositivos de seguridad,
respaldados por fiscalización efectiva e inversión en infraestructura. No
estamos ante una opción política, sino ante una obligación legal y ética de proteger
vidas”.
Alonso
Robledo, vocero de la Red de Acción Sobre Alcohol señaló: “La evidencia es
contundente, existen más de 60 enfermedades directamente ocasionadas por el
consumo de alcohol y más de 200 condiciones de salud relacionadas con el mismo.
Los siniestros de tránsito caen en esta última categoría, ya que se sabe que el
alcohol puede afectar la capacidad para conducir al alcanzar concentraciones en
sangre tan bajas como 0.02%. Muchas veces las personas que conducen no se
perciben intoxicados a esa dosis. Aun así, no hay un consumo seguro de alcohol
que permita conducir sin riesgo, ya que puede desencadenar siniestros que ponen
en peligro la vida de la persona al volante, la de las personas que viajan con
ella y la de otros pasajeros en otros vehículos”.
“Ninguna
madre, ningún padre, debería vivir con el miedo de que su hijo no vuelva a casa
por culpa de un conductor alcoholizado o por una calle mal diseñada. Cada
muerte en el tránsito es una tragedia evitable. Nuestro estudio demuestra que
con voluntad política y decisión técnica podemos salvar vidas. La Ciudad de
México merece vialidades seguras, leyes claras y un compromiso real con la
vida. No podemos esperar a que haya más víctimas para actuar”, puntualizó Areli
Carreón, activista en BICITEKAS.
José
Arévalo, integrante de Instituto Sur, señaló: “A tres años de que entró en
vigor, la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (LGMSV) ha sido un
parteaguas en muchas entidades federativas de México. Existen casos puntuales
de aquellas entidades que decidieron tomar acciones serias para traducir los
principios de esa legislación nacional en políticas públicas a nivel local. Por
ejemplo, un control más estricto de la velocidad en vías primarias llevó a que
el Estado de Jalisco redujera la incidencia de lesiones y muertes viales en un
espacio de dos años. Caso contrario a las condiciones de seguridad vial que
observamos en las entidades federativas que aún no armonizan sus legislaciones
de movilidad. ¿Por qué afirmamos esto? Si nos detenemos a analizar las últimas
cifras del INEGI y del ST CONAPRA, la permisividad frente al exceso de
velocidad en las calles sucede en las entidades que enfrentan los mayores
costos ambientales, económicos y sociales por siniestros viales. Reiteramos, la
importancia de reforzar el seguimiento y la exigibilidad de la LGMSV. Es
imperativo cerrar la brecha entre la ley y su aplicación eficaz”.

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