miércoles, 30 de julio de 2025

 

JULIO ES EL MES DE LA SEGURIDAD UV


 

 

Un momento clave para recordar la importancia de protegernos de los dañinos rayos ultravioleta (UV) del sol. La exposición excesiva a la radiación UV es la principal causa de cáncer de piel, el tipo de cáncer más común en el mundo. Pero no sólo eso, también puede provocar envejecimiento prematuro de la piel, quemaduras solares dolorosas y problemas oculares como cataratas.

     ¿Por qué es tan importante protegerse?: Los rayos UV están presentes incluso en días nublados y pueden reflejarse en superficies como el agua, la arena y la nieve, aumentando tu exposición. Es fundamental entender que el daño solar es acumulativo. Cada quemadura solar y cada exposición sin protección suman, incrementando tu riesgo a largo plazo.

     Consejos clave para una protección solar efectiva: No es necesario evitar el sol por completo, sino aprender a disfrutarlo de manera segura. Aquí te dejamos algunas recomendaciones esenciales:

 · Usa protector solar a diario: Aplica un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de 30 o más en todas las áreas expuestas de la piel. Reaplícate cada dos horas, o con mayor frecuencia si nadas o sudas.

 · Busca la sombra: Especialmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando los rayos UV son más intensos.

 · Vístete con ropa protectora: Opta por camisetas de manga larga, pantalones largos y telas con protección UV si vas a pasar mucho tiempo al aire libre.

 · Usa sombreros de ala ancha: Protegen tu cara, cuello y orejas de la exposición directa.

 · No olvides tus ojos: Las gafas de sol con protección UV del 99% o 100% son cruciales para prevenir daños oculares.

 · Evita las camas de bronceado: Estas emiten radiación UV concentrada y aumentan significativamente el riesgo de cáncer de piel.

   Revisa tu piel regularmente: Presta atención a cualquier cambio en lunares o la aparición de nuevas manchas. Si notas algo inusual, consulta a un dermatólogo.

Proteger tu piel del sol es una inversión en tu salud a largo plazo. Al adoptar estos hábitos sencillos, puedes disfrutar del aire libre de forma segura y reducir drásticamente tu riesgo de sufrir daños causados por el sol.

 

             LOS PELIGROS INVISIBLES: DAÑOS A

               LOS OJOS POR LA RADIACIÓN UV

 

Así como la piel, nuestros ojos son increíblemente vulnerables a los efectos nocivos de la radiación ultravioleta (UV). Aunque no podemos ver los rayos UV, estos pueden causar daños serios, tanto a corto como a largo plazo, en diversas estructuras oculares.

     ¿Cómo afectan los rayos UV a tus ojos?: La exposición prolongada y sin protección a los rayos UV puede llevar a una serie de afecciones oculares dolorosas y potencialmente debilitantes:

   Fotoqueratitis (Ceguera de la Nieve): Es como una "quemadura solar" en la córnea (la capa transparente frontal del ojo). Puede ocurrir tras una exposición intensa y repentina a los rayos UV, como al esquiar en la nieve sin gafas adecuadas (debido al reflejo intenso), mirar directamente al sol o por la exposición a la luz de soldadura sin protección. Los síntomas incluyen dolor intenso, sensación de arena en los ojos, enrojecimiento, lagrimeo excesivo, sensibilidad a la luz (fotofobia) y visión borrosa. Generalmente es temporal, pero muy molesta.

   Cataratas: Esta es una de las consecuencias más graves de la exposición UV a largo plazo. Las cataratas son la opacificación del cristalino (la lente natural del ojo), lo que provoca visión borrosa, colores descoloridos, halos alrededor de las luces y dificultad para ver de noche. Aunque las cataratas son comunes con la edad, la exposición UV acelera su desarrollo, y son una de las principales causas de ceguera reversible en el mundo.

   Pterigión: Es un crecimiento anormal de tejido en la conjuntiva (la membrana transparente que cubre la parte blanca del ojo) que puede extenderse hacia la córnea. Suele aparecer en personas que pasan mucho tiempo al aire libre sin protección. Puede causar irritación, enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño y, si crece lo suficiente, puede afectar la visión al cubrir la pupila.

   Pinguécula: Similar al pterigión, pero es un crecimiento amarillento y ligeramente elevado que no invade la córnea. También es causado por la exposición crónica al sol y al viento.

   Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMAE): La radiación UV es un factor de riesgo para el desarrollo de la DMAE, una enfermedad que afecta la mácula (la parte central de la retina responsable de la visión detallada y central). La DMAE puede llevar a una pérdida significativa de la visión central, dificultando actividades como leer o reconocer rostros.

 

 

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