EL TRASPLANTE DE MEDULA, UNA
CURA FUERA DEL
ALCANCE PARA ESTOS 4
MEXICANOS CON LEUCEMIA
*El cáncer tiene muchos rostros y uno de
ellos es la leucemia
Cada
año en México hay 195 mil 500 diagnósticos oncológicos y en el noveno lugar de incidencia
está esta enfermedad que afecta los tejidos formadores de sangre, incluidos la
médula ósea y el sistema linfático, de acuerdo con información de las
autoridades sanitarias.
Aunque
los tratamientos iniciales con quimioterapia y medicamentos logran en muchos
casos estabilizar la enfermedad, conocida como “sangre blanca”, cuando el
padecimiento se agrava o recidiva, el único tratamiento curativo posible es un
trasplante de médula ósea.
Este
procedimiento consiste en reemplazar las células madre enfermas o dañadas por
células sanas, ya sea del propio paciente (autólogo) o de un donador compatible
(alogénico).
A
pesar de su efectividad, lograr un trasplante es casi imposible para quienes
carecen de recursos económicos, debido a que se trata de un procedimiento
altamente especializado, con largas listas de espera en instituciones públicas
y costos estratosféricos en clínicas privadas. Estas cuatro historias de
mexicanos que luchan por un trasplante de médula ósea ponen de manifiesto la
urgente necesidad de hablar del tema.
César
Briano: segunda batalla contra el colapso de la médula. Hace cinco años,
César Briano, un hombre de Monterrey, Nuevo León, venció la leucemia gracias a
un trasplante. Hoy, a los 48 años, sufre un síndrome mielodisplásico avanzado,
lo que significa que su médula ósea volvió a fallar. Vive con anemia severa,
plaquetas bajas y ha requerido múltiples transfusiones.
La
única opción para sobrevivir es un nuevo trasplante, pero antes debe recibir
quimioterapia intensiva con medicamentos de alto costo como venetoclax,
mitoxantrona y citarabina. Su familia enfrenta ahora el desafío de costear este
tratamiento mientras César lucha por una segunda oportunidad, por ello, se
emprendió una colecta solidaria en GoFundMe para prepararlo para un segundo
trasplante.
José
Carlos: el padre obrero que lucha contra el tiempo. Durante más de tres
décadas, José Carlos fue obrero metalúrgico en el Estado de México. A sus 56
años, y tras criar solo a sus dos hijos, un diagnóstico de leucemia mieloide aguda
lo dejó postrado.
Los
médicos le dieron un plazo máximo de un mes para recibir un trasplante de
médula ósea. El problema: la operación y todo el protocolo tienen un costo de
más de 500 mil pesos, una suma imposible para él. A contrarreloj, él y su familia
recaudan fondos para que el tiempo no termine con su esperanza de vida.
“Este
no es sólo un caso médico. Es la vida de un hombre que ha dado todo por sus dos
hijos y que ahora se enfrenta a la posibilidad de morir por no tener los
recursos suficientes”, mencionaron sus hijos en la colecta solidaria emprendida
en GoFundMe.
Fabián:
juventud interrumpida por el cáncer. También en el Estado de México vive,
Fabián, quien tiene solo 23 años y ha vivido ya tres años de tratamientos
extremos: 138 quimioterapias, 8 cirugías y 23 radioterapias. Su cuerpo sigue
sin vencer el cáncer, pero mantiene la esperanza viva.
La
última opción es un trasplante autólogo, utilizando sus propias células
viables. El proceso requiere quimioterapia adicional, extracción celular, hospitalización
y aislamiento. Sus padres han cubierto los tratamientos, pero ya no pueden más,
por eso piden apoyo a la comunidad. El lema de Fabián es: “Si el cáncer no ha
podido en tres años, no podrá ahora".
Lulú
Romo: entre la esperanza y las secuelas. Originaria de Guadalajara, Lourdes
Romo Castro fue diagnosticada con leucemia mieloide crónica en 2020. Después de
intentar sin éxito varios tratamientos, su última oportunidad fue un trasplante
alogénico realizado en la Ciudad de México en octubre de 2024, con su hermana
como donadora.
Aunque
el procedimiento fue exitoso, Lulú, como la llaman sus seres queridos, ha
enfrentado una cadena de complicaciones: enfermedad injerto contra huésped
severa, peritonitis, cirugías intestinales, choque séptico, Covid-19, y
artritis séptica. Aun en recuperación, con movilidad limitada, vive lejos de su
familia y depende de la solidaridad de otros para poder seguir adelante, por lo
que impulsa una colecta solidaria para poder costear sus tratamientos.
Los
trasplantes de médula ósea salvan vidas. Pero detrás de cada uno hay meses de
espera, gastos desbordados, dolor físico, emocional y una carrera contra el
tiempo. Además de un tratamiento adecuado y oportuno, estos pacientes necesitan
saber que no están solos. Da clic en los nombres de César, José Carlos, Fabián
y Lulú para darles una oportunidad real de sanar.

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