AUTOCUIDADO RESPONSABLE:
CLAVE
PARA EL BIENESTAR PERSONAL
●El autocuidado no es improvisación, es
responsabilidad compartida y el fortalecimiento del sistema de salud
En
todo el mundo, millones de personas enfrentan síntomas leves, molestias comunes
o decisiones sobre su salud sin llegar
necesariamente a una consulta médica. En estos casos, el autocuidado no sólo es
posible, es fundamental.
Cada
24 de julio, el Día Internacional del Autocuidado reconoce esta capacidad como
parte esencial de un sistema de salud más fuerte, accesible y sostenible.
El
autocuidado es más que un conjunto de hábitos personales. Es la posibilidad
real de intervenir a tiempo, de elegir productos adecuados, de actuar con
responsabilidad y de reconocer cuándo se necesita apoyo profesional.
Con
acceso a información clara y soluciones seguras, las personas pueden resolver
situaciones cotidianas sin recurrir a tratamientos innecesarios ni postergar
una atención que sí puede prevenirse.
En
ese contexto, la medicación responsable representa una de las prácticas más
importantes. Utilizar productos de venta libre con base en criterios informados
no significa prescindir del médico, sino atender ciertos síntomas de forma
oportuna, evitando que se agraven o deriven en complicaciones mayores.
Saber
identificar qué tomar, por cuánto tiempo y bajo qué advertencias puede marcar
la diferencia entre resolver un malestar o prolongarlo sin necesidad.
Esta
evolución en el rol activo de los pacientes también exige condiciones que la
hagan viable. La educación en salud, la disponibilidad de recursos confiables y
la orientación adecuada son piezas clave para que el autocuidado sea seguro, no
improvisado.
Porque
si bien la responsabilidad individual es parte de la ecuación, también lo son
los entornos que permiten ejercerla con confianza.
Para
comprender cómo factores como la educación, la economía, el entorno social y el
acceso a información condicionan la forma en que las personas se cuidan, Bayer
impulsó RISE, la Iniciativa de Investigación para la Equidad en el Autocuidado.
El
proyecto revisó más de cuatrocientos estudios realizados en ochenta países y
arrojó un hallazgo contundente. Para millones de personas en situación
vulnerable, el autocuidado no es simplemente una alternativa, sino con
frecuencia la única opción disponible.
A
partir de esa evidencia, RISE propone un marco compuesto por cuatro habilidades
clave que ayudan a ejercer el autocuidado de forma más segura y efectiva.
Reconocer síntomas sin subestimarlos, acceder a información confiable, saber
cómo actuar ante situaciones comunes y evaluar cuándo acudir con un profesional
son acciones clave para fomentar la autonomía individual, además de la
eficiencia del sistema de atención.
Impulsar
esta cultura es urgente y necesario. No sólo por su impacto positivo en la
salud personal, sino porque contribuye a reducir la saturación de los servicios
clínicos, optimiza los recursos disponibles y favorece una atención más
oportuna para quienes realmente la necesitan.
El
autocuidado no es un privilegio, tampoco un reemplazo de la medicina. Es una
vía complementaria que requiere respaldo, educación, productos seguros y un
entorno que acompañe. Aunque el primer paso lo da cada persona, construir una
sociedad donde cuidarse esté realmente al alcance de todos también depende de
políticas públicas, sistemas de salud eficientes y alianzas que impulsen
decisiones informadas en la vida diaria.
La
invitación no es solo a conmemorar un día, sino a reconocer que el bienestar
empieza antes de una receta. Empieza cuando una persona se siente capaz de
actuar, con criterio, seguridad y apoyo.
En
Bayer, entendemos que la salud no se construye únicamente en el consultorio.
Por eso impulsamos un enfoque de corresponsabilidad que permite a las personas
participar activamente en su bienestar, con respaldo, información y
acompañamiento. Iniciativas como RISE reflejan ese compromiso por acercar el autocuidado
a más personas y contribuir a un sistema de salud más equitativo y sostenible.

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