miércoles, 29 de marzo de 2017


EL ETIQUTADO FRONTAL DE ALIMENTOS ATENTA CONTRA LA SALUD


*Viola el derecho a la salud y el derecho a la información, además de que contribuye a la epidemia de obesidad y diabetes

*Fomenta el consumo excesivo de azúcar y no advierte el riesgo a la salud de la población mexicana


Un nutrido grupo de integrantes de diversas organizaciones no gubernamentales (ONGs), se manifestaron frente a la Secretaría de Salud en apoyo a Alejandro Calvillo, director ejecutivo de “El Poder del Consumidor”, quien hizo un llamado directo a la Secretaría de Salud:
“Desde 2010 advertimos a la Secretaría de Salud que este etiquetado representaba un riesgo a la salud y no era entendible. Las recomendaciones de OMS/OPS desde hace años y las encuestas confirman lo que hemos advertido.
“El etiquetado frontal diseñado por la industria y vuelto obligatorio por la autoridad viola el derecho a la salud, a la alimentación y a la información.
Mantener este etiquetado, ante las evidencias de los daños que puede provocar, implica una responsabilidad de la autoridad ante lo que hemos llamado un atentado contra la salud”.
Sobre el etiquetado frontal, su inoperancia y el riesgo a la salud que representa se ha querido responsabilizar a COFEPRIS únicamente, cuando la Secretaría de Salud es la autoridad superior en la materia.
“La SS tiene la obligación de velar por la política sanitaria nacional y que ésta se instrumente de tal manera que garantice el derecho a la salud”, señaló Julio Salazar, asesor jurídico de EPC.
En noviembre del año pasado, la Secretaría de Salud declaró Emergencia Epidemiológica por sobrepeso y obesidad, así como por diabetes mellitus, que suponía un fortalecimiento de las acciones de prevención y promoción en el país. Sin embargo, a casi 5 meses de esta declaratoria, la autoridad mantiene el etiquetado frontal que la industria introdujo hace 7 años y que representa un atentado a la salud al promover altos consumos de azúcar.
El etiquetado frontal es una medida con alto potencial para incidir en las decisiones alimentarias de millones de mexicanos, principalmente aquellos con menor acceso a la información adecuada.
En marzo del 2015, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, el Dr. Pablo Kuri, anunció que el etiquetado se modificaría para cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en términos de utilizar un valor de referencia de azúcar de 50 gramos. A dos años de dicha declaración, no se ha realizado la rectificación.
En un documento de la OPS de 2014 firmado por su anterior directora, Maureen Birmingham, también se explica a la Secretaría de Salud (SS) que la terminología utilizada en el etiquetado mexicano “tiene riesgo de mal informar al consumidor”, y hace creer que consumir hasta 90 gramos de azúcar al día no es perjudicial para la salud.
Funcionarios de la Secretaría de Salud y de COFEPRIS en congresos y foros internacionales, han reconocido los problemas de comprensión y criterios del actual etiquetado y las recomendaciones reiteradas por los organismos internacionales para modificar el etiquetado frontal y otras regulaciones.
Aunado a esto, desde que fue diseñado el etiquetado ya tenía poco sustento, al haberse demostrado que no era interpretado correctamente ni siquiera por los estudiantes de nutrición.
De acuerdo a la Encuesta de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, únicamente el 13.7% de la población lo considera “muy comprensible”, cuando debiera ser muy comprensible para toda la población, incluyendo a los niños.
A diferencia del proceso realizado en éste y otros países, en México el etiquetado no fue definido por un grupo de expertos. Se retomó el etiquetado introducido por las propias industrias de alimentos y bebidas.



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