URGEN MEDIDAS DURAS PARA COMBATIR EL EXCESO DE SAL, ASESINO
OCULTO, EN LA SEMANA MUNDIAL DE
CONCIENTIZACION DEL SODIO
*En México el consumo de sal es de entre 7-9
gramos, cantidad muy superior a la recomendación de la OMS (5 gramos de sal al
día), gran parte proviene de productos altamente procesados
En el marco de la Semana Mundial de la Concientización sobre la Sal, del 21 al 26
de marzo, el Poder del Consumidor destaca la necesidad de que el gobierno
federal, modifique la regulación del etiquetado frontal en México y la
regulación sobre la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia
para combatir el alto consumo de sal entre la población mexicana.
Los mexicanos consumen entre 7 y 9 gramos de
sal promedio al día, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS)
recomienda, con base en evidencia científica, que los adultos consuman menos de
5 gramos de sal (equivalentes a 2 gramos de sodio) al día.
El alto consumo de sal eleva el riesgo de
hipertensión, o presión alta, condición que aumenta el riesgo de muerte por
enfermedades cardiovasculares como infartos y accidentes cerebrovasculares.
Lo más grave es que aunque la gente sepa que
tiene este padecimiento, no lleva un adecuado control. Entre los adultos con
diagnóstico previo de hipertensión, solo 58.7% llevan un control adecuado
(<140/90 mmHg). Los casos de hipertensión son más comunes en adultos con
obesidad que en adultos con peso normal.
Hasta hace poco más de una década, la
hipertensión arterial afectaba sólo a personas mayores de 40 años de edad. Actualmente,
a causa de cambios en los hábitos de alimentación y el aumento del sobrepeso y
la obesidad, también está presente en más de 16% de los jóvenes de 20 a 29 años
y sólo alrededor de una tercera parte de ellos saben que tienen esta
enfermedad.
En 2015, 128 mil 731 mexicanos fallecieron por
enfermedades cardiacas y 34 mil 106 murieron a causa de las enfermedades
cerebrovasculares.
Uno de los
principales problemas asociados al consumo de sal es que un gran parte de la
sal que se consume se encuentra oculta en productos ultraprocesados, como las botanas, quesos, embutidos, salsas de tomate industrializadas, sopas
instantáneas y la comida rápida.
Incluso, hay muchos productos que aunque no tengan un sabor salado,
contribuyen al alto consumo de sal, como los cereales de caja, pan empaquetado
e incluso los refrescos.
Según un estudio de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), México es uno de los más grandes consumidores de productos ultraprocesados
en el mundo.
En México, tenemos un etiquetado que según los resultados de ENSANUT (2016)
sólo 13.8% de la población reportó que es “muy comprensible”, por lo cual es
difícil para gran parte de los consumidores identificar si un producto es alto
en sal y si debe de limitar su consumo.
Esta Semana Mundial de la Concientización de
la Sal el Poder del Consumidor exige que el estado implemente un etiquetado
frontal de advertencia y una regulación estricta sobre la publicidad de
alimentos y bebidas dirigida a la infancia para reducir el consumo de alimentos
y bebidas altos en sal para evitar muertes prematuras relacionadas a su
consumo.
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