DE COVID-19 HACIA LA AGENDA
DE 2030
El
25 de septiembre se cumplieron cinco años de la aprobación de la Agenda 2030 de
la ONU, y si bien es cierto que la pandemia ha “empañado el inicio de la
llamada “Década de Acción” en la que se pretendía acelerar el progreso”,
también es una oportunidad para repensar el "cómo" vamos a lograr los
Objetivos de Desarrollo Sostenible y avanzar a partir de Covid-19.
Laurel
Patterson, señala que para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, “no
hay balas de plata y las acciones fragmentadas dispersan el impacto”; en esta
era de emergencia lo que se necesita son enfoques integrados que nos permitan
navegar por la complejidad y la incertidumbre que este momento nos exige.
Antes
de Covid-19, aproximadamente cuatro mil millones de personas no tenían ningún
tipo de red de seguridad que pudiera protegerlas contra la vulnerabilidad, el
riesgo o la privación.
Las
personas sin protección social son particularmente vulnerables al Covid-19 y
tienen un mayor riesgo de caer en la pobreza extrema, que se espera que aumente
en 71 millones en 2020.
En
México, de acuerdo con este estudio, se estima que 10 millones de personas
entrarán en pobreza.
Las
inversiones financiadas con fondos públicos en protección social, que crean
acceso para todos los servicios básicos de calidad, incluida la atención médica
universal, han ayudado a reducir el impacto del Covid-19 en las poblaciones
vulnerables. Lo mismo con aquellos países que han creado espacio fiscal para
invertir en protección social.
El
resurgimiento de la pobreza probablemente profundizará las brechas de pobreza
de género, especialmente entre las personas de 25 a 34 años.
Un
estudio reciente de ONU Mujeres y el Centro Fredrick S. Pardee de la
Universidad de Denver muestra que en 2021, se espera que haya 118 mujeres en la
pobreza por cada 100 hombres pobres en todo el mundo, y esto podría aumentar
para 2030.
El
empoderamiento económico y la salud de las mujeres está en el centro de la
reducción de la pobreza y apuntala el progreso de los ODS.
Las
inversiones en servicios de salud, educación y habilidades son fundamentales
para las economías del futuro. Estamos en el momento preciso para ponernos a
trabajar y alcanzar parte de la ambiciosas Agenda 2030, pero no hay tiempo que
perder.
(Información
de AMIFF)
No hay comentarios:
Publicar un comentario