ANESTESIÓLOGO DEL IMSS, UN
EJEMPLO DE COMPROMISO SOCIAL
*Tras recuperarse de COVID-19, el doctor
Benjamín Benavidez Franco regresó a laborar al HGZ No. 27 en la CDMX y continúa
atendiendo pacientes con esta enfermedad
El
doctor, quien labora en el Hospital General de Zona No. 27 “Dr. Alfredo Badallo
García” del IMSS, participó en el proceso de adaptación de este nosocomio como
un Hospital COVID-19 y en el desarrollo de toda la infraestructura necesaria
para recibir a los primeros pacientes con sospecha de esta enfermedad.
Como
jefe del Servicio de Anestesiología, apoyó en la habilitación del área COVID-19
con monitores y el equipo que hiciera falta para enfrentar esta emergencia
sanitaria.
A
sus 57 años de edad, nunca imaginó contagiarse de COVID-19, y a pesar de no
padecer diabetes, no ser hipertenso y no fumar, su sobrepeso fue el único
factor de riesgo que favoreció para que su sintomatología fuera muy severa.
“Fue
el sábado 9 de mayo, recuerdo que vine a trabajar al Hospital y al llegar a mi
casa me sentí muy cansado, comí y me quedé recostado en el sillón. Al día
siguiente me sentía igual, pero ya con dolor de cabeza y cuerpo, el lunes acudí
a urgencias de mi unidad, me realizaron la prueba confirmatoria y al no traer
datos de alarma me enviaron 15 días a mi casa con confinamiento”, agregó.
Después
de una semana, comenzó con fiebre de 39.5 y aumento de la sintomatología que no
le permitió comer ni beber agua, situación que empeoró el cuadro clínico.
“Para
el 21 de mayo ingresé a la unidad de cuidados intensivos del Hospital General
de Zona No. 48 San Pedro Xalpa, con alta probabilidad de ser intubado, ya que
saturaba oxígeno al 50%. Ahí permanecí cinco días con un sistema respiratorio
de alto flujo de oxígeno con el cual empecé a responder poco a poco en una
posición de pronación (boca abajo)”, recordó el doctor Benjamín Benavidez
Franco.
Aunque
radiológicamente la tomografía mostraba una lesión bastante importante en sus
pulmones, a consideración de los médicos tratantes no hubo necesidad de la
intubación.
“En
la misma unidad se me administró plasma de pacientes COVID-19 y mi mejoría fue
inmediata, mi estancia hospitalaria duró 12 días y fui egresado el 2 de junio
con oxígeno suplementario a mi domicilio”, indicó.
Dijo
que ya tiene dos meses laborando de manera normal en sus actividades, “me
siento muy contento de regresar al área COVID-19 a trabajar, tengo que cumplir
con un compromiso social e histórico”.
Después
de la enfermedad, el doctor Benavidez Franco bajó aproximadamente 25 kilos. El
médico del IMSS agradeció la atención de todo el personal, “ellos lo hicieron
para mí algo extraordinario, hice amistades, me siguen llamando para saber cómo
me siento y afortunadamente voy mejorando poco a poco”, expresó.
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