IJNET INFORMA: LA RESPUESTA
A LA PANDEMIA,
A SEIS MESES DEL PRIMER CASO
DE COVID-19
A
seis meses del inicio de la pandemia de COVID-19, muchas de las intervenciones
exitosas en salud pública a nivel global han sido el resultado de la
cooperación internacional, dijo la doctora Claire Standley, profesora asistente
de investigación en el Centro de Ciencias y Seguridad de la Salud Global de la
Universidad de Georgetown, en este artículo de Aliza Appelbaum.
"A
nivel mundial, una amenaza en cualquier lugar es una amenaza en todas partes.
Los trabajadores sanitarios se enfrentan al agotamiento y las cadenas de
suministro se han tensado durante esta pandemia. Estamos descubriendo formas
nuevas e innovadoras de llevar esos suministros a quienes los necesitan. Pero
sin la colaboración internacional, sus sistemas se tensarán continuamente",
dijo la investigadora.
Standley
se especializa en el análisis de sistemas de salud, con énfasis en la
prevención y el control de enfermedades infecciosas, así como en la preparación
y respuesta ante emergencias de salud pública. La charla online, organizada por
el ICFJ/IJNet, fue moderada por Patrick Butler, vicepresidente de contenido y
comunidad de ICFJ.
Standley
analizó qué lecciones han aprendido los profesionales de la salud pública y qué
países han tenido respuestas más o menos exitosas al COVID-19. También habló
sobre las dificultades a las que se han enfrentado diferentes países para
tratar de encontrar un equilibrio entre abordar las preocupaciones económicas y
las de la salud pública, y se refirió a cuáles son los próximos pasos en
términos de prevención y tratamiento del virus.
Sobre medidas que están
demostrando ser efectivas
Standley
dijo que gracias a una mayor comprensión de las "zonas de transmisión de
alto riesgo", los responsables políticos ahora pueden ser más selectivos
con las restricciones que imponen. Los entornos de alto riesgo incluyen, por
ejemplo, grandes reuniones de personas, especialmente en interiores.
En
cuanto a las máscaras o barbijos, dijo: "Cada vez hay más pruebas de que
reducen el riesgo de transmisión, si bien no lo eliminan por completo. Por eso
la distancia física sigue siendo importante, incluso con el uso de máscaras y
otras medidas similares".
La
especialista agregó que estrategias como la detección de temperatura pueden ser
menos efectivas de lo que originalmente se pensaba a medida que aprendemos más
sobre la transmisión asintomática.
"Desafortunadamente
parece que una gran proporción de casos puede transmitirse en lo que llamamos
la fase pre-sintomática. Por ello quienes hacen rastreo de contactos deben
consultar sobre los contactos que se tuvieron incluso antes de la aparición de
los síntomas. Y eso complica las cosas. Es difícil para las personas recordar
dónde estaban y qué estaban haciendo días antes de que comenzaran a sentirse
enfermas", dijo.
Sobre el desarrollo de las
vacunas
Standley
fue cautelosa respecto de la carrera por la producción de vacunas y recomendó
que los funcionarios de la salud pública y los ciudadanos continúen practicando
medidas que sabemos funcionan.
“Creo
que se habla mucho sobre una vacuna y sobre cómo la vida puede volver a la
normalidad una vez que tengamos una vacuna. Ese tipo de pensamientos me
resultan un poco contrafácticos a veces, porque no sabemos lo que va a pasar”,
dijo.
Sin
embargo, considera que la evidencia científica que respalda la posibilidad de una vacuna es
bastante fuerte. "Parece probable que podamos llegar a un cierto nivel de
eficacia en términos de una vacuna. Es de esperar que sea segura, pero llevará
tiempo elaborarla y distribuirla equitativamente en todo el mundo".
Sobre la respuesta a la
pandemia en el mundo en desarrollo
Standley
mencionó a Tailandia y Liberia como ejemplos sólidos de una respuesta exitosa a
la pandemia en el Sur Global.
El
primer caso fuera de China se detectó en Tailandia, por lo que había una preocupación
real de que pudiera convertirse en el epicentro de la enfermedad, dijo. "Y
eso no ocurrió en gran parte debido a que el primer ministro tomó medidas y
declaró un estado de emergencia, colocando a los científicos y profesionales de
la salud pública en primer plano".
La
especialista comparó la respuesta de Tailandia con la de Corea del Sur, que
respondió con pruebas generalizadas como una forma de detener la propagación
del virus.
"Tailandia
ha manejado la respuesta con pruebas mucho más limitadas, pero una excelente
atención médica, universal y asequible, un seguimiento de contactos muy fuerte
y también medidas epidemiológicas", explicó.
En
Liberia, dijo, la aplicación de un confinamiento anticipado y un liderazgo
decisivo marcaron la diferencia. Hubo una fuerte respuesta centralizada que
limitó los viajes entre municipios y se cerraron las escuelas y las empresas.
“Incluso a pesar de todas estas medidas, hubo un ligero aumento en los casos
hacia fines de junio. Pero en lugar de levantar las restricciones, como estaba
planeado, el presidente extendió el estado de emergencia en un esfuerzo por
controlar la transmisión”, comentó.
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