PESE AL BENEFICIO QUE TRAEN DE LAS VACUNAS

¿POR QUÉ PERSISTEN LOS RUMORES EN CONTRA?

 

 

Con todas las historias de éxito que conocemos sobre los enormes beneficios de las vacunas para el bien de la salud pública, hay quienes aún dudan sobre si usar o no una vacuna que puede brindarles protección, a ellos y a quienes les rodean.

En un texto, The Lancet revisa la publicación Stuck: How Vaccine Rumors Start — and Why They Don't Go Away, de Heidi Larson, antropóloga y directora del Vaccine Confidence Project, en la que analiza la dinámica del debate sobre la confianza en las vacunas a través de una lente antropológica que, por supuesto, considera al contrato social como una parte fundamental para su aceptación.

Larson destaca que “En muchos sentidos, [la vacunación] es uno de los mayores experimentos sociales mundiales de colectivismo y cooperación en los tiempos modernos. El desafío es que depende de un contrato social cuyo tejido se está erosionando”.

Y apunta a que la base de la aceptación de las vacunas es la confianza, pero no sólo en los procesos de desarrollo de cada dosis, sino en las recomendaciones de vacunas, en el sistema de atención médica y hasta en el mismo personal de salud.

Pero ¿cómo fortalecer esta confianza? Por extraño que parezca, no es con datos sino con diálogo. Abordajes como este llaman a escuchar las preocupaciones y temores genuinos de los padres que rechazan las vacunas, y alentarlos a expresar estos sentimientos sin el temor de ser etiquetados o marginados.

Por otro lado, hacer una evaluación de las estrategias que se ponen en marcha es clave para conocer lo que sí funciona. Este análisis llevado a cabo por el Departamento de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas, Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, concluye que las estrategias de componentes múltiples y basadas en el diálogo para abordar la vacilación ante las vacunas fueron las más efectivas.