LA INSUFICIENCIA VENOSA
CRONICA:
UN DESAFIO PARA LA SALUD
PUBLICA
●Aproximadamente 70% de la población padece
insuficiencia venosa crónica
La
insuficiencia venosa crónica (IVC) es una condición que afecta a una proporción
significativa de la población mexicana, ya que se acerca al 70% de los
habitantes.
Este
padecimiento, que se caracteriza por el incorrecto funcionamiento de las
válvulas de las venas de la pierna, tiene entre otros síntomas picazón,
sensación de fatiga en las piernas referida por los pacientes como pesadez,
hinchazón y dolor en las piernas.
Entre
los factores de riesgo vinculados a la IVC se encuentran el sedentarismo, una
alimentación inadecuada, trombosis venosa, edad avanzada, antecedentes
familiares de insuficiencia venosa, profesiones que exigen pasar mucho tiempo
de pie o mujeres en periodo de embarazo.
El
rango de edad más frecuente de quienes viven con este padecimiento oscila entre
los 25 y 44 años; sin embargo, se acentúa a partir de los 50 años: las mujeres
son quienes más lo presentan con alrededor de un 40%, mientras que los hombres
registran un 20% de incidencia.
Impacto
de la insuficiencia venosa crónica: Si bien los síntomas pueden presentarse
de forma moderada en sus inicios, su evolución puede tener impactos
significativos como la formación de úlceras y coágulos sanguíneos (trombos)
que, al no tratarse, pueden desplazarse hacia los pulmones y poner en riesgo la
vida del paciente al generar dificultad para respirar, de acuerdo con especialistas
del Hospital General Tacuba del ISSSTE.
Además
de las afecciones físicas, la insuficiencia venosa crónica tiene una carga
importante en el aspecto emocional. Un estudio realizado en cinco países
(Brasil, China, República Checa, Italia y Rusia) concluyó que 25% de los
pacientes encuestados indicaron tener un sueño alterado como consecuencia de
calambres o sensación de hormigueo persistente que se agudizaba en la noche.
EL RESULTADO
El
resultado: efectos negativos en las vidas de las personas y sus relaciones, su
trabajo y actividades diarias.
Opciones
de tratamiento para la insuficiencia venosa crónica: El tratamiento de la
IVC implica utilizar un conjunto equilibrado de diversas medidas de soporte,
con un enfoque holístico, dependiendo del estado de la enfermedad en cada
paciente; el ejercicio, la terapia farmacológica y la terapia compresiva forman
parte del tratamiento base estandarizado para la IVC, sin embargo hay pacientes
que requieren, por el estado de su enfermedad, de procedimientos quirúrgicos en
las venas superficiales y profundas.
Aplicar
todas estas medidas terapéuticas es sumamente importante, sin embargo el uso de
la compresión terapéutica de grado médico supone una parte de tratamiento
primordial para la mejoría de la sintomatología y el mantenimiento de la
calidad de vida de los pacientes, además es una terapia no invasiva y
fácilmente accesible que está muy extendida y ampliamente documentada en el
abordaje de enfermedades venosas.
La
compresión se define como la aplicación de presión sobre un área corporal
mediante un tejido elástico, o la tensión aplicada al ponerse una prenda
ajustable.
La
terapia de compresión es una modalidad que ha demostrado una curación más
rápida. Además, se puede lograr un alivio completo de las úlceras en un
promedio de 5.3 meses en más del 90% de los casos después de aplicar esta
modalidad de tratamiento.
De
hecho, en su Guía de Referencia Rápida sobre IVC, el Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS) destaca que el tratamiento farmacológico no sustituye a la
terapia compresiva de grado médico.
Comprendiendo
el escenario tan adverso que pueden vivir las personas con insuficiencia venosa
crónica y, gracias a la aplicación de la tecnología en la medicina, Essity
Health & Medical ha desarrollado soluciones innovadoras para el manejo de
esta enfermedad como sus medias de compresión JOBST®, que ayudan a mejorar la
circulación sanguínea y reducen la inflamación, previniendo las complicaciones
de esta condición.
“Nuestro
compromiso es brindar a las personas soluciones terapéuticas innovadoras que
ayuden a prevenir complicaciones y sean un complemento en el tratamiento de la
insuficiencia venosa crónica. A todos ellos, queremos decirles que vivir
diferente es posible, que es posible abordar este trastorno de una forma
distinta, más amable y con calidad de vida”, destacó la Dra. Priscila Cantú,
Clinical Lead de Essity Health & Medical México.
La
ICV es una afección que tiene un impacto significativo en la calidad de vida de
la población mexicana. Sin embargo, con un diagnóstico adecuado y un
tratamiento personalizado, es posible mejorar la atención de los síntomas,
prevenir complicaciones y promover una mejor salud vascular; entre las
múltiples opciones para abordar esta condición, las medias de compresión pueden
ser una excelente opción para ello.

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