7 de abril: Día Mundial de la Salud
CÓMO SER UN “BUEN” ESCÉPTICO
DE TU PROPIA SALUD
Para
bien o para mal, todos hemos consultado alguna vez al "Dr. Google",
convencidos de que podemos autodiagnosticarnos o, al menos, entender mejor
nuestros síntomas antes de ir al médico. O quizás ha sido más de una o dos
veces.
Según
una encuesta reciente en los Estados Unidos de Healthline, un popular proveedor
de información de salud en línea, las personas recurren cada vez más a las
redes sociales y a los motores de búsqueda en lugar de acudir a los médicos
para aprender sobre salud y bienestar. En concreto, el 52% dijo haber buscado
respuestas en redes sociales, el 37% utilizó motores de búsqueda y solo el 34%
consultó a un médico o proveedor de atención médica.
De
acuerdo a los expertos del Hospital Houston Methodist, el problema radica en
que no toda la información disponible es confiable. En una revisión reciente de
más de 200 videos populares sobre infecciones sinusales en TikTok,
investigadores de la Universidad de Chicago descubrieron que la mayoría de los
videos publicados por influencers sin formación médica eran inexactos, a pesar
de presentarse como consejos médicos o educativos. En total, estos videos acumularon
más de 300 millones de visualizaciones y un millón de compartidos.
Además,
buscar síntomas en Google puede generar ansiedad innecesaria—y dejarte con la
billetera más vacía si terminas comprando suplementos o tés que prometen
"fortalecer el sistema inmunológico", "proteger contra la
demencia" o "promover la salud del corazón". No hay evidencia de
que la gran mayoría de los suplementos puedan prevenir o curar enfermedades y,
de hecho, algunos pueden incluso aumentar el riesgo de desarrollar ciertas
afecciones.
Aun
así, es natural querer informarse. Después de todo, el filósofo griego Sócrates
recomendaba "cuestionarlo todo". Pero, ¿en qué punto el
cuestionamiento y la especulación pueden volverse perjudiciales? ¿Es posible
que los pacientes sean demasiado escépticos con su salud? Desde la perspectiva
de la salud masculina, exploramos cuándo el escepticismo puede ayudar y cuándo
puede ser un obstáculo en nuestra búsqueda por ser mejores guardianes de
nuestro propio bienestar.
¿Debería
tomar esta vitamina o aquel suplemento?: Los suplementos dietéticos son una
industria multimillonaria, con un valor de mercado de 43 mil millones de
dólares en 2022 y una proyección de 70 mil millones de dólares para 2031, según
Statista. De acuerdo con la FDA, los suplementos pueden ser beneficiosos para
la salud cuando la dieta por sí sola no cubre los requerimientos diarios de
nutrientes esenciales.
Por
ejemplo, según un informe de nutrición de los CDC, 31 de cada 100
estadounidenses afroamericanos no hispanos están en riesgo de deficiencia de
vitamina D, y las mujeres de entre 20 y 39 años tienen niveles de yodo más
bajos que cualquier otro grupo de edad. El yodo es un nutriente crítico durante
el embarazo para el desarrollo normal del cerebro del bebé.
Sin
embargo, la FDA advierte que los suplementos también pueden representar
"riesgos para la salud," desde interacciones con medicamentos hasta
un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Un
ejemplo clásico de esto es el uso de suplementos de vitamina E y selenio para
prevenir el cáncer de próstata. Se pensó durante mucho tiempo que estos dos
nutrientes reducían el riesgo de desarrollar esta enfermedad, hasta el punto de
que algunos médicos los recomendaban casi como un estándar de atención. Sin
embargo, un estudio de alto perfil descubrió que ni la vitamina E ni el selenio
reducen el riesgo de desarrollar cáncer de próstata ni su gravedad, y que, en
cambio, pueden incluso aumentarlo.
Otros
estudios también han demostrado que ciertos suplementos pueden aumentar el
riesgo de cáncer. Por ejemplo, el uso de suplementos de betacaroteno—un
antioxidante—se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de pulmón en personas
fumadoras.
Algunos
suplementos, sin embargo, pueden simplemente generar "orina costosa,"
un término coloquial que se usa para describir la idea de que tomar vitaminas y
suplementos innecesarios es un desperdicio de dinero, ya que el cuerpo elimina
el exceso a través de la orina. Esto suele ocurrir con los suplementos para la
fertilidad masculina. Hay un gran mercado para las vitaminas de fertilidad, y
existen muchos estudios sobre qué nutrientes necesita el esperma in vitro.
CoQ10 es uno de estos nutrientes, vendido como un suplemento bastante caro y
promocionado como un potenciador de la fertilidad.
Si
bien hay una relación entre la salud del esperma y la CoQ10 o el zinc en
estudios in vitro, no hay evidencia sólida de que consumir grandes cantidades
de estos nutrientes tenga un impacto significativo en la producción de esperma
en el cuerpo. En el caso de la CoQ10, tomarla en forma de suplemento
probablemente no te hará daño, pero tampoco está comprobado que aumente
drásticamente la fertilidad masculina.
En
definitiva, algunos suplementos pueden ser beneficiosos, otros inofensivos y
algunos pueden poner en riesgo tu salud. Consulta con tu médico qué
suplementos, si es que hay alguno, deberías o podrías tomar.
¿Qué
tipo de análisis de sangre y pruebas de detección necesito?: Las pruebas de
detección son exámenes preventivos que ayudan a los médicos a identificar
enfermedades y afecciones de salud antes de que aparezcan síntomas. La mayoría
de las enfermedades son más fáciles de tratar cuando se detectan temprano.
Pruebas
de presión arterial, análisis de sangre como la prueba del antígeno prostático
específico (PSA) y exámenes de detección de cáncer como mamografías y
colonoscopias son ejemplos de pruebas que pueden salvar vidas. Pero si no
tienes síntomas, ¿cómo sabes cuáles son las adecuadas para ti?
El
torrente sanguíneo es uno de los principales conductos que utiliza el cuerpo
para distribuir diversas sustancias químicas, proteínas y señales. Poder
cuantificar algunas de esas señales es clave para comprender qué está haciendo
tu cuerpo y, en caso necesario, qué le falta.
Según
los CDC, aproximadamente el 70% de las decisiones médicas actuales dependen de
los resultados de pruebas de laboratorio. Los análisis de sangre son uno de los
tipos más comunes de pruebas de laboratorio y los médicos los utilizan para
investigar diversas cuestiones, como:
•Diagnosticar y monitorear enfermedades y
afecciones
•Evaluar el funcionamiento de los órganos
•Detectar problemas en el sistema
inmunológico para combatir infecciones
Algunas
de las condiciones más comunes que se analizan en los estudios de sangre
incluyen:
•Metabolismo
•Diabetes
•Hormonas, como la testosterona
•Función tiroidea
•Función hepática
•Función renal
•Infecciones de transmisión sexual
(ITS)
•Inflamación
Los
análisis de sangre y las pruebas de detección son fundamentales para nuestra
salud a largo plazo, pero tienen sus límites. Además, un exceso de pruebas
puede generar más problemas que soluciones.
Los
expertos del Hospital Houston Methodist enfatizan que el problema surge cuando
te sometes a pruebas sin una pregunta médica específica en mente. Mucha
información obtenida sobre ciertos valores, sin evidencia científica clara de
por qué se está evaluando, no siempre tiene una aplicación práctica. Que un
resultado esté "fuera del rango normal" no significa necesariamente
que haya una respuesta médica respaldada que vaya a afectar tu salud de manera
significativa.
Por
otro lado, la testosterona baja (low T) es un ejemplo de un valor de
laboratorio que históricamente se ignoraba y que los médicos sólo recientemente
han aprendido a tratar de manera efectiva y segura. Un nivel bajo de
testosterona no sólo se asocia con la disminución del deseo sexual, sino que
también puede afectar la masa muscular, la grasa corporal, el estado de ánimo y
los hábitos de sueño—síntomas lo suficientemente generales como para que Dr.
Google pueda confundir o malinterpretar el diagnóstico.
SE ESCÉPTICO CON TU PROPIO
ESCEPTICISMO
¿Realmente
necesitas revisar tus niveles de cortisol porque estás convencido de que tus
mejillas hinchadas se deben a lo que en internet ahora llaman "cara de
cortisol", supuestamente causada por altos niveles de esta hormona del
estrés en tu sangre?
¿O
tal vez has visto a influencers promoviendo escaneos corporales completos para
detectar problemas de salud antes de lo que podrían hacerlo las pruebas y
exámenes recomendados por el U.S. Preventative Services Task Force (Grupo de
Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU.)?
Este
grupo intenta equilibrar la utilidad de una prueba para detectar enfermedades
con el riesgo de falsos positivos, pruebas innecesarias y sus costos. Al menos
desde una perspectiva de salud pública, los escaneos corporales completos no
están bien respaldados como una estrategia efectiva para ninguna población en
particular.
Lamentablemente,
según una encuesta de 2021 publicada por la Harvard T.H. Chan School of Public
Health y la Robert Wood Johnson Foundation, casi la mitad de los
estadounidenses no confía plenamente en los Centros de Control de Enfermedades
(CDC), la FDA y otras organizaciones de salud pública cuando se trata de
recomendaciones para mejorar la salud.
Muchas
personas desconfían de la medicina tradicional, pero ese mismo escepticismo
también debería aplicarse a los profesionales que ofrecen pruebas "fuera
de lo común", como escaneos corporales completos o análisis de sangre que
evalúan más de 100 biomarcadores diferentes para examinar aspectos de la salud
más allá de lo que cubren los análisis de rutina.
En
última instancia, las personas deberían mantener una actitud escéptica en todo
momento. La curiosidad, la apertura y la disposición a cuestionar y colaborar
son cualidades que, al final, ayudarán a que los pacientes sean mejores
guardianes de su propia salud.
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