LUCHA CONTRA EL TIEMPO Y
DISTANCIA
DE PACIENTES CON
ENFERMEDADES
RARAS EN GUERRERO
•Emplean más de 9 horas a la semana en
traslados. La solución sería que contaran con un hospital en la entidad donde
viven
ESTADO DE GUERRERO.- “Wendy, una niña de 14
años de Zumpango del Río, Guerrero, padece síndrome de Morquio VI, una variante
de MPS (Mucopolisacaridosis), que limita su movilidad y le causa dolores
constantes. Cada semana, ella y su mamá deben viajar desde su comunidad hasta el
Instituto Nacional de Pediatría (INP) en la Ciudad de México (CDMX) para
recibir su tratamiento.
Otro
caso es el de los hermanos González, Miguel Ángel y Anthony Felipe, quienes
reciben tratamiento médico, también en el INP por MPS. Cada semana, en día viernes,
la travesía inicia a las 2:00 horas de la madrugada, cuando una camioneta pasa
por ellos al pueblo de Tehuixtla, Teloloapan, para emprender un viaje de más de
cinco horas hasta la capital mexicana. A pesar del cansancio y las inclemencias
del clima, expresa Natividad Rosales Armenta, madre de los niños: “Para los
hijos no existe el cansancio, uno hace todo por ellos”.
“Las
autoridades de salud del estado han sido receptivas ante esta problemática,
pero con los cambios en el sistema de salud, todos los trámites se han
retrasado. Seguimos en contacto con ellos y esperamos que pronto los pacientes
de Guerrero puedan recibir su tratamiento en hospitales cercanos, ya que los
padecimientos no esperan”, enfatizó Alejandra Zamora, coordinadora nacional del
Programa de Pacientes con Enfermedades Lisosomales de la organización civil
Grupo Fabry de México.
Dicha
falta de hospitales que atiendan a pacientes con EERR en el estado de Guerrero
obliga a los pacientes y familiares a trasladarse hasta la CDMX, invierten
cerca de 16 horas en cada viaje. “Por ejemplo, Wendy, al igual que los hermanos
González,, sale de su casa a las 2:00 o 2:30 horas de la madrugada para poder
llegar antes de las 7:00 horas al INP, en el sur de la capital mexicana. Cada
semana invierte de 4 a 4.5 horas de ida, más el tiempo de espera y la infusión,
además de otras 4.5 horas de regreso.
“Esto
implica, para todas las familias, desgaste físico y emocional cada semana,
además de los costos de traslado, un gasto extra que muchas familias no pueden
cubrir fácilmente, además de los riesgos de la carretera, aunado a la poca
movilidad causada por la enfermedad; siempre está latente algún retraso o falta
del tratamiento, lo que afecta directamente a su calidad de vida”, afirma
Zamora.
Las
EERR son aquellas de baja prevalencia, es decir, que se presentan en menos de
cinco personas por cada 10 mil habitantes. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) estima que existen alrededor de 7 mil de ellas a nivel global. Con base
en este cálculo, en nuestro país hay más de siete millones de mexicanos con
este tipo de padecimientos. No se dispone de datos específicos sobre el número
exacto de pacientes con EERR en el estado de Guerrero.
SI TUVIERAN UN HOSPITAL CERCANO
En
Guerrero, otros pacientes con EERR enfrentan la misma situación que Wendy,
Miguel Ángel y Felipe. La solución sería que contaran con un hospital en la
entidad que los atendiera, ya sea en el Hospital General de Chilpancingo, Dr.
Raymundo Abarca Alarcón, o en el hospital "El Quemado", en Acapulco,
lo cual les ayudaría a reducir tiempos de traslado y desgaste físico, disminuir
los costos para las familias, asegurar la continuidad del tratamiento y evitar
complicaciones de salud por demoras en la atención. En resumen, una mejor
calidad de vida.
En
este contexto, la idea de que estos infantes pudieran recibir atención en un
hospital más cercano a su comunidad representa, para Natividad Rosales, una
posibilidad de mejorar su calidad de vida, la de sus pequeños y la de su
entorno. “Sería mucho mejor. Ya no estaría tan retirado”, reflexiona.
El
caso de estos pacientes en Guerrero es solo un reflejo de la problemática que
enfrentan muchas personas con EERR en México. Dado lo anterior, es urgente que
los hospitales generales locales de cada entidad reciban a los pacientes y así,
se garantice el acceso oportuno a la atención médica y tratamientos, porque la
salud debe ser un derecho garantizado para todos.
¿Qué
enfermedad rara padecen estos niños guerrerenses?.- Las MPS son un grupo de
enfermedades genéticas poco frecuentes, presentes desde el nacimiento, pero que
en el inicio pueden no mostrar síntoma alguno, generalmente comienzan en la
primera infancia y se van haciendo evidentes con el tiempo.
El
problema radica en los lisosomas, que son responsables de romper las moléculas
dentro de las células, si se carece de una de las 11 enzimas necesarias para
este proceso las sustancias comienzan a acumularse dentro de las células, de
ahí la clasificación como "enfermedad por depósito lisosomal". Los lisosomas
se vuelvan más grandes de lo normal, lo cual provoca un crecimiento anormal,
problemas de movilidad, cansancio y fuertes dolores en los huesos, el corazón,
el sistema respiratorio y el sistema nervioso central, lo que lleva a una
disminución de la esperanza de vida”.
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