LOS IMPUESTOS AL TABACO
AYUDARIAN
A MEJORAR EL SISTEMA DE
SALUD
*Para los impuestos especiales a los cigarros
sólo se contempla actualizarlos según la inflación anual como se indica en la
ley
El
paquete económico para 2023 que presentó la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público el pasado 8 de septiembre no está considerando aumentos de impuestos
bajo el argumento de dar certidumbre a los empresarios.
Al
respecto, a doctora Belén Saénz de Miera, asesora económica de Salud Justa Mx y
profesora-investigadora en la Universidad Autónoma de Baja California Sur
(UABCS) dijo: “en el caso específico de los impuestos especiales a cigarros
sólo se contempla actualizarlos según la inflación anual como indica la ley;
sin embargo, sería importante considerar impuestos saludables en el paquete
fiscal. El impuesto al cigarro puede diferenciarse de otros impuestos porque es
un impuesto que salva vidas; subir el impuesto al tabaco ayudaría a enfrentar
la epidemia de tabaquismo en México y los ingresos adicionales podrían
invertirse en salud”.
Según
el análisis hecho por la doctora Saénz de Miera la situación de la epidemia
obliga a pensar en una política fiscal de mayor alcance, el aumento de
impuestos traería beneficios a la salud así como beneficios distributivos. “Si
se aumentara 50% el precio de los cigarros, en la próxima década dejarían de
fumar más de un millón de personas, se podría evitar 49 mil 400 muertes
prematuras y 295 mil casos nuevos de enfermedad. Además, generaría beneficios
económicos hasta por 310 mil millones de pesos”.
De
acuerdo con la investigación de la UABCS y el Instituto Nacional de Salud
Pública, al aumentar el impuesto al tabaco 50% se evitarían gastos en el
sistema de salud en la próxima década, como los tratamientos por enfermedades
atribuidas al tabaco que son casi 88 mil millones de pesos, además de recaudar
más de 154 mil millones de pesos que podrían invertirse al sistema de salud que
tanto lo necesita luego de una pandemia.
Por
su parte, Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx agregó: “No hay
motivo alguno para oponerse a los impuestos saludables, ya que estos impuestos
benefician la salud y ayudan al sistema de salud. Si se aumenta el impuesto en
un peso por cigarro, disminuiría la prevalencia en 20.9% y aumentaría la
recaudación 27.7%: con ella todos ganamos. La Cámara de Diputados tiene hasta
el 20 de octubre para decidir si hace lo que conviene a los intereses de salud
pública o no”.
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