viernes, 28 de mayo de 2021

 

INNOVACIONES POR EL DIA INTERNACIONAL

DE ACCION POR LA SALUD DE LA MUJER

 

 


Desde que en 1987 las integrantes de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos acordaron declarar el 28 de mayo como Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres, se conmemora este día con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano al que las mujeres deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo, y a través de todo su ciclo de vida.

Evitar hemorragias: En 2016, del total de muertes maternas registradas en México, el 15.6% se debió a hemorragia del embarazo, parto y puerperio, según datos de Inmujeres.

La oxitocina ha sido durante mucho tiempo el estándar de oro para tratarla; sin embargo, en 1997 las agencias reguladoras del Reino Unido y Canadá aprobaron la carbetocina como una alternativa a la oxitocina. Actualmente está autorizada en 80 países.

La carbetocina es un análogo de la oxitocina, y también tiene una acción contráctil. Cuando se administra vía intramuscular o intravenosa activa el mismo receptor de la oxitocina, que hace que el útero se contraiga y así evita la pérdida sanguínea. También aumenta la viscosidad de la sangre y con ello disminuye aún más el sangrado.

Anticonceptivos: La primera píldora anticonceptiva salió a la venta hace 60 años, y aunque sigue siendo muy popular, actualmente convive con métodos variados, desde el parche hasta el dispositivo intrauterino, más fáciles de usar, con menos efectos secundarios y que se pueden usar por tiempo prolongado.

La innovación biofarmacéutica ha desarrollado métodos a largo plazo, que se emplean cuando una mujer no quiere embarazarse durante 12 meses o más. Se pueden usar hasta por cinco años sin cambiarlos, y después se pueden hacer cambios según las necesidades de las mujeres.

 

           PROTECCION EFECTIVA PARA JOVENES

 

Lo anterior permite que mujeres jóvenes estén protegidas durante un plazo amplio y tengan la oportunidad de planear una carrera y de cambiar su vida.

La salud reproductiva, materna, neonatal e infantil es una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia 2030.

Algunas de las metas en esa materia son reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada cien mil nacidos vivos, y poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de 5 años, logrando que todos los países intenten reducir la mortalidad neonatal al menos hasta 12 por cada mil nacidos vivos, y la mortalidad de menores de 5 años al menos hasta 25 por cada mil nacidos vivos, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El acelerado progreso en estas áreas de la salud en los últimos 30 años ha reducido significativamente la mortalidad, situación que no se puede explicar sin las aportaciones de la investigación biofarmacéutica.

En países de ingresos altos, la mortalidad materna se ha reducido a más de la mitad, aunque la disminución ha sido menor en las naciones de ingresos bajos y medianos, en tanto, las muertes de menores de cinco años en el mundo bajaron casi a la mitad, al pasar de 12.2 millones en 1990 a 6.3 millones en 2013.

Además, avances en el desarrollo de inmunizaciones, la amplia adopción de anticonceptivos y la disponibilidad de medicamentos como la oxitocina o la carbetocina termoestable, han contribuido a mejorar la curva de morbilidad y mortalidad.

Estos progresos se han registrado en un contexto más amplio de aumento de las riquezas nacionales, sistemas de salud más fortalecidos, agendas políticas alineadas y sistemas de promoción de la salud.

 

              CONTRASTES A NIVEL MUNDIAL

 

Cada año, más de 300 mil mujeres en el mundo mueren debido a complicaciones del embarazo y el parto. Aproximadamente el 45% de todas las muertes infantiles están vinculadas a la desnutrición. 94% de todas las muertes maternas se registran en países de ingresos bajos y medio-bajo.

Cuando una madre muere durante el parto, su bebé tiene solo 19% de posibilidades de sobrevivir en su primer mes.

Cada año, 2.5 millones de recién nacidos mueren durante su primer mes de vida y otros 2.6 millones nacen muertos.

Una atención de mala calidad se traduce en 60% de las muertes por causas prevenibles.

En México: La razón de la mortalidad materna (número anual de mujeres fallecidas por causas relacionadas con el embarazo y el parto por cada 100 mil nacidos vivos) ha disminuido de forma importante en las últimas décadas, al pasar de 88.7 defunciones maternas por cada 100,000 nacidos vivos en 1990 a 34.6 en 2015.

Sin embargo, México no pudo alcanzar la meta fijada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de 22.2 muertes materna, pues para 2016 se reportaron 36.3 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres.

Mortalidad en menores de un año: En 2019, las defunciones de menores de un año sumaron 22 mil 944 casos. De esa cifra, las causadas por afecciones originadas en el periodo perinatal fueron 11 mil 680 (50.9%) y las provocadas por malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas totalizaron 9 mil 68 (39.5%), de acuerdo con el INEGI.

Del total de las muertes por enfermedades originadas en el periodo perinatal, las enfermedades con dificultad respiratoria del recién nacido y otros trastornos respiratorios representan el 40.1%.

Avances a nivel mundial: La mortalidad materna se redujo en 44% entre 1990 y 2015, mientras que la mortalidad neonatal se redujo en 49% entre 1990 y 2017. Cuando se realizan intervenciones durante el trabajo de parto y se da atención inmediata al recién nacido, se evita hasta el 51% de las muertes de neonatos.

Avances en México: La mortalidad neonatal en México ha disminuido en los últimos 30 años, al pasar de 20.6 en 1990 a 7.4 en 2017 por mil nacidos vivos, de acuerdo con la Secretaría de Salud. La dependencia indica que en los últimos 15 años, la tasa de mortalidad neonatal se ha mantenido en 7.2 en promedio por cada mil, lo que representa un gran reto para los siguientes años pues se necesita diseñar estrategias y líneas de acción que catalicen el esfuerzo del sector salud. El promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es de 4.01.

Principales causas de muerte: Las principales causas de muerte obstétrica directa son hemorragia, enfermedades hipertensivas del embarazo y sepsis, según la OMS. Para los recién nacidos, las tres causas principales de muerte son la prematuridad, las complicaciones relacionadas con el parto y la sepsis.

La diarrea es una de las principales causas de muerte de niños menores de cinco años y contribuye a más muertes que el VIH, la malaria y el sarampión juntos, de acuerdo con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

 

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