LA DIETA DEL MAR Y SUS
BENEFICIOS*
“En
el mar la vida es más sabrosa…” Así se puede interpretar la conclusión del doctor
Mathew White, un psicólogo ambiental de la Escuela de Medicina de la
Universidad de Exeter, en Inglaterra.
No
es difícil imaginar el por qué de esta conclusión; basta con mirar el azul del
mar y escuchar el ruido de las olas para comprobarlo. Pero el coctor Mathew
olvida el factor dietético. ¿Dónde se come más saludable?
Las
tradiciones alimenticias de las regiones se caracterizaban por su ecosistema.
Por ejemplo, la alimentación en las costas se favorecía de la pesca y recolecta
de frutas tropicales, y la alimentación de las demás regiones era común la
ganadería y agricultura, debido a su lejanía del mar.
Así
se fueron desarrollando las costumbres dietéticas entre aquellas que favorecían
el consumo de cereales y las otras que propiciaban los encurtidos.
Pero
en un mundo globalizado las costumbres se pierden, por ejemplo, podemos tener
un desayuno estilo estadounidense, una comida con cortes brasileños y una cena
muy mexicana. Desde un aspecto tradicionalista esto puede ser muy criticado,
debido a la pérdida de identidad en las regiones, pero ¿Cómo influye la
alimentación en nuestra salud?
Una
alimentación de mala calidad es un factor determinante de diferentes patologías
crónicas, como son la diabetes mellitus, la hipertensión arterial sistémica y
algunos tipos de cáncer, entre otras enfermedades.
Así,
se ha visto que dietas ricas en grasas saturadas, ácidos grasos trans e
hidratos de carbono refinados, junto con un bajo aporte de antioxidantes y
fibra, son perjudiciales para la salud.
Según
el “Estudio de los Siete Países”, liderado por Ancel Keys entre 1958 y 1964, el
cual comparó los hábitos dietéticos de Estados Unidos de Norteamérica, Japón,
Finlandia, la antigua Yugoslavia, Italia y Grecia.
La
encuesta arrojó que se tenía una menor mortalidad por enfermedad coronaria y
general y se alcanzaba una mayor expectativa de vida en los países
mediterráneos, particularmente en Grecia.
Así
fue como se denominó la dieta mediterránea, la cual se asocia especialmente a
beneficios cardiovasculares, se caracteriza por una baja ingesta de carnes
rojas y un alto consumo de frutas, verduras, legumbres, aceite de oliva, frutos
secos y pescado.
A
continuación, enumero las principales características de la dieta mediterránea.
1)
Limita el uso de grasas saturadas, como aquellas provenientes de la
mantequilla, la leche entera y las carnes rojas.
2)
Favorece el alto consumo de grasas monoinsaturadas, contenidas principalmente
en el aceite de oliva.
3)
Favorece el equilibrio entre ácidos grasos polinsaturados como son omega-6 y
omega-3, estos deben de existir en balance que favorezca entre 3 y 5 veces más
omega-6 que omega-3, el problema es que la dieta de occidente supera por mucho
esta recomendación, provocando así los efectos indeseados del omega-6.
4)
Limita el aporte de proteína derivada de animales terrestres, especialmente
carnes rojas y favorecer el consumo el consumo de proteína con base en
pescados, mariscos y frutos secos.
5)
Favorece una alta ingesta de antioxidantes, presentes en frutas, verduras,
aceite de oliva virgen, especias y hierbas, y una copa de vino al día (150
ml.).
6)
Propicia el alto consumo de fibra, proveniente de alimentos de origen vegetal
como verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y frutos secos.
No
olvidemos que, aunque la dieta mediterránea sea la más recomendada, debemos de
equilibrarla y evitar los excesos. Por lo cual te recomiendo que visites a un
especialista en el área de la nutrición quien además podrá darte
recomendaciones sobre actividad física y estilos de vida saludables. Recuerda
que es mejor prevenir que lamentar.
*Información
del doctor Alberto Molás, miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de
Herbalife Nutrition.
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