miércoles, 17 de marzo de 2021

 

FRACTURAS CAUSADAS POR ESTRES

 


 

A diferencia de una fractura grave que aparece como resultado de una caída o resbalón, las fracturas por estrés se producen por una tensión acumulada en el hueso. Son diminutas rupturas de hueso.

Producto de la aplicación repetitiva de fuerza, a menudo por sobrecarga, como saltar repetidamente o correr distancias largas. También pueden ser provocadas por el uso normal de un hueso que está debilitado por una afección como la osteoporosis.

Las fracturas por estrés son más frecuentes en los huesos de la parte superior de la pierna y del pie que soportan peso. Los atletas y los reclutas de las fuerzas armadas que soportan cargas pesadas por distancias largas son particularmente susceptibles, pero cualquiera puede sufrir una fractura por estrés.

Por ejemplo, si comienzas un nuevo programa de ejercicios, puedes sufrir una fractura por estrés si te esfuerzas demasiado sin tomar precauciones.

Síntomas: Dolor leve y/o debilidad en la zona donde se localiza la rotura.

Dolor profundo dentro del pie, tobillo, o dedo del pie:

“Dolor localizado” (sensibilidad en el lugar de la fractura al tocarlo).

Hinchazón en la parte superior del pie o en el tobillo: Dolor que ocurre durante o después las actividades normales.

Dolor que viene con la actividad y se va con el descanso: Si la fractura por estrés no se trata, el dolor puede volverse severo. La fractura también se puede desplazar (los huesos fracturados se mueven fuera de la alineación normal).

Causas: Las fracturas por sobrecarga suelen ser consecuencia del aumento de la cantidad o la intensidad de una actividad demasiado rápido.

Los huesos que se someten a fuerzas a las que no están acostumbrados sin el suficiente tiempo para la recuperación reabsorben células más rápido de lo que el cuerpo puede reemplazarlas, lo que te hace más propenso a fracturas por sobrecarga.

 

                   FACTORES DE RIESGO

 

Los músculos se cansan debido al impacto repetitivo y el impacto llega a los huesos.

Cambio de actividades; por ejemplo, un aumento en la cantidad de ejercicio y atletismo, o diferentes trabajos sin periodo de ajuste normal.

Errores de entrenamiento o técnica: Cambios en la superficie; por ejemplo, ir de una superficie blanda (una pista de atletismo interior) a una superficie más dura (la acera o calle).

Actividades repetitivas en ciertos deportes de alto impacto, como corre largas distancias, baloncesto, tenis, atletismo, gimnasia, y baile.

Calzado inadecuado (zapatos que están demasiado usados, que son demasiado endebles, o demasiado rígidos).

Problemas en los pies, como juanetes, ampollas, o tendinitis, que pueden afectar la manera que el pie toca el suelo.

Osteoporosis u otras enfermedades que debilitan la fuerza y la densidad (grosor) de los huesos. Los huesos débiles o blandos pueden no ser capaces de soportar los cambios en la actividad. Las mujeres atletas que tienen menstruaciones irregulares o no tienen menstruaciones también pueden tener menor densidad de los huesos.

 

                   NIVELES BAJOS DE VITAMINA D

 

Complicaciones: Algunas fracturas por fatiga no sanan correctamente, lo que puede provocar dolor crónico. Si las causas ocultas no se tratan, es posible que tengas un mayor riesgo de sufrir otras fracturas por fatiga.

¿Cómo se trata una fractura por estrés? Si piensas que puedes tener una fractura por estrés, ve a ver al médico y sigue las pautas del tratamiento que te dé. No ignores el dolor porque puede causar problemas serios.

Para de hacer la actividad que te está causando dolor. Las fracturas por estrés ocurren por estrés repetitivo, así que es importante evitar las actividades que causaron las fracturas.

Ponte una bolsa de hielo en la zona lesionada: Descansa durante una a seis semanas. Una vez que puedas volver a hacer actividades de bajo impacto durante largos periodos de tiempo sin dolor, puedes comenzar a hacer ejercicios de alto impacto.

Cuando estés tumbado, levanta el pie por encima del nivel de tu corazón: Toma medicamentos antiinflamatorios no esteroides para ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.

Usa calzado protector para reducir el estrés en tu pie o pierna. Puede que sea un zapato con la suela dura, una sandalia con la suela de madera, o un zapato ortopédico para fracturas.

Tu médico puede ponerte una escayola o una bota para fracturas en el pie para mantener los huesos en una posición fija y para quitar el estrés en la pierna.

El uso de muletas puede ser necesario para no poner peso en el pie o la pierna hasta que el hueso se cure.

A veces hace falta hacer una operación quirúrgica para que algunas fracturas por estrés se curen adecuadamente. Esto se llama corrección interna. Se pueden usar clavijas, tornillos, y/o placas para sujetar el hueso del pie y del tobillo juntos durante el proceso de curación.

Si tienes diabetes, ve a ver a tu médico en seguida si tienes dolor u otros problemas con tus piernas, tobillos o dedos de los pies.

 

                         RITMO LENTO

 

Durante la fase temprana de curación, el médico puede recomendar que cambies tu programa para que descanses un día, hagas una actividad al día siguiente, y entonces descanses el siguiente día. Debes de aumentar la frecuencia y la vigorosidad del ejercicio que haces. Si vuelves a hacer la actividad que te causó la fractura de estrés demasiado pronto, puede que te hagas una fractura de estrés más grande que será más difícil de curar. Si te vuelves a lesionar el hueso, puede llevar a problemas a largo plazo, y puede que la fractura por estrés nunca se cure adecuadamente.

Entrenamiento mezclado: Cambia los tipos de ejercicios aeróbicos que hagas para ayudarte a evitar estrés continuo en el pie o en el tobillo. Cambia a actividades aeróbicas que pongan menos estrés en tu pie y pierna para que la fractura por estrés se pueda curar adecuadamente. Nadar y andar en bicicleta son buenas actividades alternativas.

¿Cuánto se tarda en recuperarse de una fractura por estrés?: Mientras que sigas sintiendo el dolor, el hueso sigue estando frágil en esa zona y se puede romper otra vez en el mismo lugar. Una fractura por estrés toma de 6-8 semanas para curarse, así que es importante parar de hacer las actividades que causaron la fractura. Siempre pregunta a tu médico antes de hacer cualquier actividad física con el pie o tobillo lesionado.

 

                            PREVENCION

 

Algunas medidas simples pueden ayudarte a evitar las fracturas por sobrecarga. Realiza cambios lentamente. Comienza cualquier programa de ejercicios nuevo lentamente y avanza de manera gradual.

Usa calzado adecuado. Asegúrate de que tu calzado te quede bien y sea adecuado para la actividad que realizas. Si tienes pie plano, consulta con el médico sobre soportes para el arco de tu calzado.

Ejercicios con máquinas: Agrega ejercicios de bajo impacto a tu régimen de ejercicios para evitar sobrecargar de manera repetitiva una determinada zona de tu cuerpo.

Mantén una nutrición adecuada. Para que tus huesos se mantengan fuertes, asegúrate de que tu dieta incluya cantidades suficientes de calcio, vitamina D y otros nutrientes.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario