¿QUÉ TRATAMIENTOS SON MAS
PROMETEDORES PARA TRATAR COVID-19?
Se
están probando muchas terapias experimentales para tratar el COVID-19, que es
causado por el SARS-COV-2, a continuación una revisión microscópica al
respecto.
Con
la comunidad médica aprendiendo acerca de COVID-19 (coronavirus) todos los
días, el panorama del tratamiento ha cambiado dramáticamente desde que comenzó
el brote.
Cuando
surgió la misteriosa enfermedad en China en diciembre pasado, las opciones de
tratamiento eran bastante limitadas y no se conocían los efectos de las mismas.
Desde entonces, varias terapias experimentales han evolucionado a ensayos
clínicos para pacientes con COVID-19, con las revistas médicas que publican
nuevos estudios de investigación de COVID-19 a una velocidad vertiginosa, es
difícil mantenerse al día con las últimas noticias y pautas.
"Nuestro
entendimiento de las opciones de tratamiento está cambiando rápidamente porque
la comunidad científica se ha centrado en identificar oportunidades desde una
variedad de ángulos", afirmó el doctor Jonathan Grein, director de
Epidemiología del Hospital Cedars-Sinai Los Ángeles.
"Ha
sido invaluable la cooperación de la comunidad científica enfocada en encontrar
opciones terapéuticas. Pero recomiendo al público ser cauteloso al interpretar
los titulares sobre los nuevos desarrollos porque necesitamos asegurarnos de
que la base científica sea sólida antes de recomendar algo", dijo.
Para
obtener una comprensión más clara de qué tratamientos son prometedores, tanto
antiguos como nuevos, y cómo se están utilizando, el doctor Grein y el doctor
Jeremy Falk, especialista en neumología y medicina de cuidados críticos y
director asociado del Programa de trasplante de pulmón del hospital Cedars-Sinai, quienes atienden
pacientes con COVID-19 en el Centro Médico Cedars-Sinai Los Ángeles.
¿QUIÉN
ESTA SIENDO ATENDIDO?
Los
pacientes hospitalizados con COVID-19 constituyen la mayoría de las personas
que están recibiendo tratamientos experimentales en este momento. Eso es típico
cuando se están probando medicamentos para detectar nuevas enfermedades.
"Los
pacientes que están más enfermos y en el hospital generalmente tienen una
enfermedad más avanzada, y quieres hacer todo lo posible para encontrar algo
que los ayude", dijo Grein. "Los pacientes al estar hospitalizados
también pueden ser monitoreados a la reacción a un medicamento".
Muchas
de las terapias que se están probando para COVID-19 habían sido aprobadas por
la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para tratar otras
enfermedades, por lo que fueron más fáciles de probar y desplegar rápidamente
durante la pandemia que los medicamentos completamente nuevos.
Drogas antivirales: Esta clase de medicamentos
reduce la capacidad de un virus para hacer copias de sí mismo. Se usan varios
antivirales para tratar la gripe, el VIH y los diferentes tipos de hepatitis.
Varios han sido probados contra el SARS-COV-2, el virus que causa COVID-19.
Hasta ahora, remdesivir es el único tratamiento antiviral que ha mostrado algún
beneficio clínico para los pacientes en un ensayo controlado, un estudio que
incluye un grupo de comparación (control) que recibe un placebo, otro
tratamiento o ningún tratamiento.
Remdesivir
había sido probado previamente para su uso contra otros virus, como el Ébola.
El medicamento ha sido evaluado en pacientes con COVID-19 gravemente enfermos
que reciben tratamiento en una unidad de cuidados intensivos (UCI). Los que
recibieron el medicamento se recuperaron cuatro días antes en promedio.
Otro
medicamento que actúa como un antiviral, la hidroxicloroquina, inicialmente
parecía interesante. Este medicamento aprobado por la FDA está ampliamente
disponible para tratar la malaria. Sin embargo, los estudios no han
identificado ningún beneficio claro al usar hidroxicloroquina para COVID-19,
sino que han revelado un daño potencial para los pacientes. Como resultado, la
FDA revocó su autorización de uso de emergencia para el tratamiento con
COVID-19 el 15 de junio.
Medicamentos
antiinflamatorios: Varios
tipos de medicamentos que suprimen el sistema inmunitario hiperactivo han
demostrado potencial para calmar la "tormenta de citoquinas", una
respuesta inflamatoria intensa que COVID-19 parece crear en etapas posteriores
de la enfermedad. Estos medicamentos han sido aprobados por la FDA para su uso
en pacientes con enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide y
muchos tipos de cáncer. El ejemplo más estudiado, tocilizumab, se llama
inhibidor de interleucina-6 (IL-6) debido a la citocina específica a la que se
dirige.
En
ensayos clínicos, tocilizumab se ha asociado con mejores tasas de supervivencia
entre pacientes con COVID-19 gravemente enfermos, especialmente aquellos con
respiradores. Se necesitan ensayos controlados adicionales para confirmar este
beneficio.
Los
datos preliminares de un estudio que examina el uso de otro tipo de
antiinflamatorio, un esteroide genérico ampliamente disponible llamado
dexametasona, sugieren que este medicamento podría mejorar las tasas de
supervivencia entre los pacientes con COVID-19 gravemente enfermos. Pero el
estudio no está terminado y no está claro si el tratamiento causa efectos
secundarios graves. Los intentos anteriores de usar esteroides para tratar
pacientes con enfermedades virales como el síndrome respiratorio agudo severo
(SRAS) han arrojado resultados mixtos.
Debido
a que los esteroides y los inhibidores de IL-6 reducen la respuesta del sistema
inmunitario, es probable que solo se usen en las etapas posteriores de una
enfermedad COVID-19 cuando la respuesta inflamatoria del cuerpo es más dañina.
Un sistema inmunitario debilitado podría potencialmente hacer que el cuerpo sea
más vulnerable a COVID-19. "Necesitamos ser cautelosos acerca de cómo y
cuándo los usamos", dijo Grein.
TERAPIAS
EXPERIMENTALEDS
Dos
tipos de terapias experimentales aprovechan los anticuerpos (proteínas
producidas por las células plasmáticas en la sangre) para tratar COVID-19. El
sistema inmunitario del cuerpo utiliza anticuerpos para neutralizar patógenos,
como virus y bacterias.
Una
terapia, el plasma convaleciente, usa anticuerpos de un paciente recuperado de
COVID-19 para tratar a alguien actualmente infectado con la enfermedad. El
concepto se ha utilizado durante casi un siglo para tratar muchas enfermedades
nuevas para las que no existía ningún tratamiento, como el SARS. Muchos
hospitales y las compañías de biotecnología están reclutando pacientes con
coronavirus recuperados para donar su plasma y generar esta terapia de
investigación, examinar su seguridad y efectividad en ensayos clínicos con
pacientes gravemente enfermos.
Si
bien suena simple, la realidad es más complicada. Algunas personas no muestran
respuestas inmunes robustas a COVID-19, y los anticuerpos necesarios no estarán
presentes en su sangre. Debido a que la calidad del plasma convaleciente puede
variar de persona a persona, no es un producto consistente.
Un
ensayo controlado en China demostró que el plasma convaleciente se asoció con
una mejoría más frecuente y más rápida en pacientes con COVID-19, pero el
estudio se terminó debido a la falta de pacientes elegibles cuando el brote se
desaceleró allí.
El
segundo tipo de terapia aísla los anticuerpos más potentes de un paciente
recuperado y reproduce los anticuerpos en grandes volúmenes para tratar
COVID-19, posiblemente evitando que las personas se infecten por completo.
Varias compañías de biotecnología e instituciones de investigación académica
han desarrollado estas llamadas terapias de anticuerpos monoclonales y las
están probando en ensayos clínicos. "Es similar al plasma convaleciente
pero potencialmente más poderoso y específico. Se trata esencialmente de
proporcionar a los pacientes los anticuerpos que algún día producirá el cuerpo
después de recibir una vacuna COVID", precisó Falk.
POSICION
PRON PARA AUMENTAR EL FLUJO DEL OXIGENO
Cuando
los pacientes con COVID-19 se enferman gravemente, la enfermedad a menudo ataca
sus pulmones. Si no pueden respirar bien, los pacientes son transferidos a la
UCI para tratamientos más intensivos. Estas intervenciones pueden incluir un
tubo de respiración y un ventilador mecánico que suministran un flujo de aire
con siete veces el volumen de oxígeno que obtenemos normalmente al respirar.
Si
eso todavía no es suficiente, los médicos pueden optar por dar vuelta a un
paciente sobre su estómago, que en realidad es una posición ideal para permitir
que los pulmones se expandan por completo. Varias enfermeras y terapeutas
respiratorios rotan lenta y metódicamente al paciente para evitar desalojar un
tubo de respiración y minimizar cualquier incomodidad para el paciente, que es
apoyado por almohadas o almohadones mientras está acostado en esta posición
prono durante aproximadamente 18 horas al día.
Falk
dijo que no se entiende completamente por qué esto ayuda, pero puede implicar
la reducción de la presión que el corazón normalmente aplica a los pulmones.
Esta presión comprime una cantidad significativa de tejido pulmonar. Cuando un
paciente usa un tubo de respiración, no se beneficia de la mecánica de
expansión pulmonar que nuestros cuerpos proporcionan naturalmente. Los
hospitales han utilizado la pronación durante años para tratar a pacientes con
problemas respiratorios graves.
"Los
humanos no están diseñados para estar boca arriba todo el día. La posición pron
es una de las cosas más simples que puedes hacer para mejorar la
supervivencia", explicó Falk.
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