PACIENTES CON INSUFICIENCIA
RENAL
EN RIESGO DE CONTRAER
HEPATITIS C
*Se estima que en México entre 400 y 600 mil
personas están infectadas con el virus de la hepatitis C y requieren
tratamiento
AbbVie,
anuncia esfuerzos de concientización en la población sobre la situación actual
de las hepatitis virales, y de forma particular de la Hepatitis C, con el
objetivo de promover su prevención, diagnóstico temprano y tratamiento
oportuno, sumándose al objetivo de la Organización Mundial de la Salud en la
erradicación de este padecimiento.
En
el mundo se estima que hay 185 millones de personas infectadas con el virus de
hepatitis C, de las cuales, 350 mil fallecen cada año.
Se
trata de un padecimiento silencioso, ya que los primeros síntomas se pueden
presentar hasta 20 o 30 años después de haberla adquirido.
Ante
tal problemática, resulta conveniente fortalecer la prevención, la detección y
el control del virus de la hepatitis tipo C (VHC), que además se encuentra
relacionada con padecimientos en los riñones, al ser la causa más frecuente de
daño hepático en personas con insuficiencia renal crónica (IRC), que
generalmente se transmite a estos pacientes por su exposición a la sangre o
derivados de la misma por el tratamiento de hemodiálisis o un trasplante renal.
De
igual forma, el virus de la hepatitis C, puede causar inflamación de los
glomérulos, los cuales son pequeños filtros en los riñones que eliminan el
exceso de líquidos, electrolitos y desechos del torrente sanguíneo, lo que puede
derivar en insuficiencia renal crónica (IRC). Debido a la conexión entre el VHC
y la IRC, es recomendable que los pacientes con hepatitis C se realicen
exámenes médicos para determinar el estado del funcionamiento de los riñones.
Al
respecto, Omar Tomey, director médico de AbbVie en México, indica que “la
hepatitis C es una enfermedad prevenible, además, se sabe que entre el 60% y el
85% de las infecciones agudas causadas por esta enfermedad se vuelven crónicas,
por tanto, la detección oportuna y la administración del tratamiento en etapas
tempranas se vuelven primordiales para disminuir la incidencia del padecimiento
en la población, impedir la lesión hepática y prevenir complicaciones
asociadas, como es el caso del daño renal que conlleva complicaciones en el
paciente y su familia en todos los ámbitos”.
Las
hepatitis virales, son un grupo de enfermedades infecciosas integradas por la
hepatitis A, B, C, D, y E, las cuales son transmisibles y provocan afección en
el hígado tanto aguda como crónica.
En
los casos de los virus A y E generalmente causan infecciones agudas mientras
que los virus B, C y D pueden causar infecciones crónicas, y en conjunto causan
más de un millón de muertes al año, por lo que son consideradas un problema de
salud pública a nivel mundial. Estas
enfermedades provocan síntomas como dolor en la zona abdominal, orina turbia,
fatiga, fiebre baja, falta de apetito, náuseas, vómito, y el más conocido, la
coloración amarillenta en la piel y en los ojos.
Adicionalmente,
estas enfermedades pueden llegar a transmitirse en quirófanos, en consultorios
dentales y en menor proporción en bancos de sangre (hepatitis ocultas) a través
de fluidos biológicos y material quirúrgico contaminado.
La
hepatitis C puede ser detectada por un profesional de la salud por medio de la
historia clínica, un examen físico y una prueba de sangre, y en caso de haber
sido diagnosticada, el médico solicitará más exámenes para determinar el daño
hepático, a partir del cual se identifica la gravedad de la enfermedad para administrar
el tratamiento adecuado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario