LA CARNE DE CERDO APORTA
MULTIPLES BENEFICIOS NUTRICIONALES
*Los mexicanos comen 19 kilos al año y
prefieren bistec, costilla y chuleta, que tienen proteínas, Omega 9 y vitaminas
del complejo B
La
carne de cerdo ha permanecido en uno de los debates más comunes de la
actualidad; sin embargo, prevalecen sus numerosas propiedades para el organismo
al ser una carne magra con una gran fuente de proteínas necesarias para el
crecimiento y mantenimiento del cuerpo humano, Omega 9 que contribuye a reducir
el colesterol, vitaminas del complejo B como B1, B2, B3, B6 y B12.
“En
años recientes, se ha incrementado el interés en llevar una dieta correcta para
proteger la salud de las personas, lamentablemente surgen mitos que van
cobrando fuerza al ser compartidos por diversos grupos de la sociedad. La carne
de cerdo es benéfica, ya que aporta numerosos nutrientes esenciales para la
salud, como grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. También provee minerales
como el zinc, el potasio y vitaminas como la B y la K”, señaló Raúl García, gerente
técnico de Porcicultura de MSD Salud Animal en México.
De
acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), la carne
de cerdo es la más consumida a nivel mundial y México es una pieza fundamental
en la industria porcícola, pues contribuye con una de cada 100 toneladas
producidas en el mundo; es decir, el 1.5% con un millón 502 mil 523 toneladas.
Adicionalmente, estima que durante el 2020 la producción nacional de carne de
cerdo crezca un 3.5%.
Aunque
la “dieta sana” y otros prejuicios han entrado a muchos hogares mexicanos, se
ha reflejado que las personas prefieren cortes específicos, como es el caso del
bistec, que representa aproximadamente el 27% del consumo de cerdo; la costilla
y chuleta un 26.3%.
Su
consumo también está relacionado con factores geográficos y culturales. Por
ejemplo, entidades como los estados de México, Ciudad de México, Veracruz,
Jalisco y Puebla concentran el 51.3% de su consumo en el país. Los estados del
norte son los que menos carne de cerdo consumen.
La
carne de cerdo es una de las principales fuentes de proteína para la población
mexicana. “Tan sólo en 2019 el consumo per cápita en México fue de
aproximadamente 19 kilos y representa el 2.27% del consumo mundial de carne de
cerdo, en donde Yucatán encabeza la lista de mayor consumo per cápita
nacional”, explicó Raúl García.
Para
combatir la desinformación, MSD Salud Animal en México comparte algunos de los
mitos más comunes alrededor de esta deliciosa opción de proteína animal:
Mito 1.- Es muy grasosa: Falso. Se ha difundido el
rumor de que para mantener una dieta saludable se debe optar por eliminar el
cerdo y elegir otros alimentos como los vegetales. Esto no es cierto. Una buena
dieta debe ser variada y con todo tipo de nutrientes. La carne de cerdo es una
excelente opción, pues existen cortes magros como el lomo, filete y solomillo,
mismos que cuentan con bajos niveles de grasa.
Mito 2.- Puede causar
infecciones:
Falso. Cualquier alimento mal manipulado es peligroso para la salud, por lo que
es fundamental tener buenos hábitos de higiene, limpieza y una excelente
cocción de los alimentos, para evitar contraer infecciones. Por su parte, los
productores porcícolas cuentan con certificaciones que cumplen con estrictas
medidas de higiene y seguridad. Si se cumple con lo anterior, puedes disfrutar
sin preocupaciones del corte o platillo de tu elección.
Mito 3.- Es difícil de
digerir:
Falso. Ciertas personas tienen dificultad para digerir alimentos “pesados” y
eligen entre los vegetales y legumbres, alternativas que no siempre son las
mejores. No todos los alimentos de origen vegetal facilitan la digestión y no
toda la proteína animal es igual. La carne de cerdo tiene una digestibilidad
del 90%, alta en comparación con otros alimentos.
Mito 4.- Personas con ciertas condiciones de salud no
deben consumirla:
Falso. Se cree que las personas mayores o aquellas con enfermedades
cardiovasculares y diabetes no deben comer carne de cerdo, pero esto no es
cierto. Las personas mayores pueden elegir cortes magros si quieren reducir la
grasa y asegurarse de que podrán digerirla. Además, este tipo de carne aporta
altos niveles de potasio frente a una mínima cantidad de sodio, por lo que es
segura para las personas con hipertensión. Para aquellos que deben alimentarse
cuidando el colesterol, también es una buena alternativa pues por cada 100 gramos
de carne, hay sólo entre 45 y 50 miligramos de colesterol.
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