ESTRÉS, INSOMNIO Y ANSIEDAD
EN LA CUARENTENA
*Cuando nos dormimos tarde, alteramos la
producción en nuestro cuerpo de la hormona del sueño, lo que provoca insomnio
“La
pandemia del Coronavirus y la subsecuente cuarentena son situaciones excepcionales
que han generado mucho estrés en las personas, además de otros síntomas como
insomnio. Cada vez son más las personas que reportan estar padeciendo insomnio;
lo veo así en redes sociales, en mi consulta y en la de mis compañeros. Sin
duda el estrés es un factor determinante pero también lo es el cambio de
hábitos y de alimentación que muchos de nosotros estamos teniendo”, comentó el
médico naturópata Jorge Reskala creador de Baani México.
“Es
posible que al cambiar las actividades cotidianas, muchas personas hayan
modificado también sus horarios; que se estén levantando más tarde y acostando
mucho más tarde de lo acostumbrado viendo algún programa de TV o una película
por ejemplo. Esto implica que no estamos respetando los ritmos circadianos del
cuerpo. Si a todo esto le agregamos que quizá estemos teniendo una mayor
ingesta de carbohidratos procesados, la situación se complica. La sobre
exposición a aparatos electrónicos, como por ejemplo el celular, durante las
horas de sueño, tampoco ayuda”, agregó el también experto en
homeopatía y nutrición celular.
Los
ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un
ciclo diario, y que responden, principalmente, a la luz y la oscuridad en el
ambiente de un organismo. Dormir por la noche y estar despierto durante el día
es un ejemplo de un ritmo circadiano relacionado con la luz.
RITMO
CIRCADIANO
Cada
uno de los órganos de nuestro cuerpo, tiene su propio ritmo circadiano. El
hígado por ejemplo, trabaja a partir de aproximadamente las ocho de la noche
cuando empieza la obscuridad nocturna, y hasta las tres de la mañana.
Durante
este tiempo, desecha toxinas y produce una serie de sustancias como vitamina E,
D y hormona del crecimiento, además de que absorbe triptófano que es la materia
prima de la serotonina que estimula la producción de la melatonina que es
generada en la glándula pinial y es la llamada hormona del sueño pues regula el
ciclo sueño-vigilia.
Cuando
no estamos dormidos durante las horas de más oscuridad el trabajo del hígado se
ve afectado por lo que la producción tanto de la hormona de crecimiento como de
melatonina no es la óptima y el sueño empezará a alterarse. Al no dormir no se
segrega melatonina y al no segregarse melatonina, no dormimos. Inicia así un
ciclo vicioso que tendrá como resultado varias noches de insomnio.
El
problema de no dormir no es sólo el evidente cansancio y posible mal humor, es
que el cuerpo no se regenera adecuadamente. Al no producirse la cantidad
adecuada de hormona del crecimiento, nuestras células no se regeneran.
“La
recomendación es tratar de acostarse temprano y levantarse temprano como lo
haríamos normalmente, eliminar la ingesta de carbohidratos procesados y
almidones, llevar una alimentación a base de proteínas, consumir miel de abeja
como fuente de glucosa, no cenar después de las 8 pm para que el hígado pueda
hacer su función desintoxicación y regeneración celular”, precisó.
También
es recomendable realizar actividades de relajación como meditación o técnicas
de respiración pránica que son muy sencillas y que se pueden encontrar en
Internet.
“Si
de plano sigue siendo imposible conciliar el sueño, se puede hacer uso de
auxiliares herbolarios como valeriana o pasiflora en tés, pastillas o gotas que
se compran en tiendas naturistas, o de infusiones de jengibre. En casos más
críticos se puede ingerir cápsulas de triptófano (2 o 3 gramos) o de
melatonina”, destacó.
“Es
importante que quienes padecen de insomnio crónico y toman medicamentos fuertes
para combatirlo, sepan que definitivamente no es lo recomendable pues modifican
la actividad bioquímica del cerebro. Es importante que sepan que con paciencia
y disciplina se puede pasar al uso de soluciones más naturales como el consumo
de triptófano”, agregó el médico.
ESTRES:
CANSANCIO MENTAL
En
cuanto al estrés, hay que tener en cuenta que es una reacción natural y normal
del cuerpo ante una situación que se vive como un peligro o amenaza potencial.
En estas circunstancias, el cuerpo se carga de una serie de sustancias bioquímicas
que le van a permitir reaccionar. Por ser parte de nuestro instinto primitivo
de sobrevivencia, la reacción a esperar es casi siempre física: correr, gritar,
etc. lo que permite expulsar esa sobrecarga de sustancias. El problema es que
el hombre moderno normalmente no le da salida a esa sobrecarga de sustancias lo
que puede tener un impacto negativo en la salud.
El
estrés nos permite mantenernos alerta y funcionales, surge cuando estamos
viviendo una circunstancia distinta de adaptación, el problema es cuando no da
tregua para que el cuerpo se pueda recuperar. El estrés es también un estado de
cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al
normal.
“No
hay nada mejor que una buena alimentación a base de proteína animal para que el
cuerpo tenga capacidad de distres. También es aconsejable realizar actividad
física para permitir la descarga extra de sustancias bioquímicas así como
realizar respiración pránica a fin de favorecer la oxigenación de nuestros
órganos”, aseguró el doctor Reskala.
Otra
reacción común en estos días es la ansiedad que no es lo mismo que el estrés
aunque con frecuencia se les confunda. Con la ansiedad, el sentimiento suele
ser de nerviosismo o vulnerabilidad; hay necesidad de moverse, respiración
acelerada, quizá hasta taquicardia.
La
ansiedad surge cuando no nos estamos adaptando. Hay una baja en los niveles de
tripófano y ceratonina. La gente se siente nervioso o vulnerable. La
recomendación es tomar vitamina D3 y triptófano así como Flores de Bach
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