viernes, 22 de noviembre de 2019




PARA UN NIÑO, VIVIR SIN FAMILIA ES UNA FORMA DE VIOLENCIA


*En México más de 33 mil niños viven en instituciones sin el cuidado de una familia; desafortunadamente, existe poco interés en garantizar su derecho a vivir en el seno familiar


Hace 30 años, el 20 de noviembre de 1989, en la Convención de los Derechos de Niño se ratificó por todos los Estados del mundo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión; sin embargo, millones de niños y adolescentes no crecen con una familia y viven en instituciones.
Estos niños se ven expuestos a trastornos de vinculación y problemas de desarrollo; cada año que se encuentran institucionalizados conlleva un retraso en su desarrollo, dificultades para la independencia, en algunos casos puede conllevar al exceso de medicación. Además, la negligencia y el daño causado por la temprana privación de una familia, es una forma de violencia.
Nadie les ha preguntado: ¿qué sienten al vivir institucionalizados? o, ¿cómo preferirían vivir? En Aldeas Infantiles SOS tiene como prioridad trabajar por el interés superior de los niños y adolescentes, para nosotros es vital escuchar la voz de los niños, porque sólo así dejaremos de verlos como objetos de protección, sin capacidad de participación, y podremos verlos como sujetos de derecho.
Si bien la acción de albergarlos se ha planteado como una acción de protección excepcional y provisional por parte del Estado, la falta de seguimiento a los casos y las crecientes problemáticas sociales han hecho que cada día existan más menores en albergues, lo cual pone en riesgo su desarrollo físico, socioemocional y cognitivo.
En respuesta al interés superior de cada menor, las Directrices sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños, retomadas en la Ley General de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, promulgada en diciembre de 2014, promueve que los niños vivan con su familia de origen, extensa o en una familia ajena, fuera de un centro de asistencia social, y en los casos donde vivan en una institución u organización, sea el menor tiempo posible.
En Aldeas Infantiles SOS México queremos que las voces de estos niños y adolescentes que crecen institucionalizados sean escuchadas; ellos tienen derecho a vivir en familia.
Por ello, exigimos acciones preventivas y de fortalecimiento familiar para evitar que sean separados del seno de su hogar. En el caso de que ya estén separados, favorecer acciones encaminadas a la reintegración familiar.
Que cada menor cuente con acciones y modalidades de cuidado alternativo considerando su interés superior; que los centros de asistencia social cuenten con presupuesto asignado que favorezca la implementación de entornos afectivos, seguros y protectores; políticas públicas que velen por su protección, y en los casos que sea necesario, generar procesos de adopción más agiles y eficaces.
Hoy pedimos la colaboración de la sociedad civil y el Estado para garantizar que el derecho a crecer en familia de los niños y adolescentes que han perdido el cuidado de sus padres sea garantizado, aumentando el presupuesto destinado a la protección de la niñez y a los procesos de reintegración familiar; y desarrollando nuevas políticas públicas que velen por su protección.



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