PARA UN NIÑO, VIVIR SIN
FAMILIA ES UNA FORMA DE VIOLENCIA
*En México más de 33 mil niños viven
en instituciones sin el cuidado de una familia; desafortunadamente, existe poco
interés en garantizar su derecho a vivir en el seno familiar
Hace 30 años, el 20 de noviembre de 1989, en la Convención de los Derechos
de Niño se ratificó por todos los Estados del mundo que el niño, para el pleno
y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno de la
familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión; sin embargo, millones
de niños y adolescentes no crecen con una familia y viven en instituciones.
Estos niños se ven expuestos a trastornos de vinculación y problemas de
desarrollo; cada año que se encuentran institucionalizados conlleva un retraso
en su desarrollo, dificultades para la independencia, en algunos casos puede
conllevar al exceso de medicación. Además, la negligencia y el daño causado por
la temprana privación de una familia, es una forma de violencia.
Nadie les ha preguntado: ¿qué sienten al vivir institucionalizados? o,
¿cómo preferirían vivir? En Aldeas Infantiles SOS tiene como prioridad trabajar
por el interés superior de los niños y adolescentes, para nosotros es vital
escuchar la voz de los niños, porque sólo así dejaremos de verlos como objetos
de protección, sin capacidad de participación, y podremos verlos como sujetos
de derecho.
Si bien la acción de albergarlos se ha planteado como una acción de
protección excepcional y provisional por parte del Estado, la falta de
seguimiento a los casos y las crecientes problemáticas sociales han hecho que
cada día existan más menores en albergues, lo cual pone en riesgo su desarrollo
físico, socioemocional y cognitivo.
En respuesta al interés superior de cada menor, las Directrices sobre las
Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños, retomadas en la Ley General
de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, promulgada en diciembre de 2014, promueve
que los niños vivan con su familia de origen, extensa o en una familia ajena,
fuera de un centro de asistencia social, y en los casos donde vivan en una
institución u organización, sea el menor tiempo posible.
En Aldeas Infantiles SOS México queremos que las voces de estos niños y
adolescentes que crecen institucionalizados sean escuchadas; ellos tienen
derecho a vivir en familia.
Por ello, exigimos acciones preventivas y de fortalecimiento familiar para
evitar que sean separados del seno de su hogar. En el caso de que ya estén
separados, favorecer acciones encaminadas a la reintegración familiar.
Que cada menor cuente con acciones y modalidades de cuidado alternativo
considerando su interés superior; que los centros de asistencia social cuenten
con presupuesto asignado que favorezca la implementación de entornos afectivos,
seguros y protectores; políticas públicas que velen por su protección, y en los
casos que sea necesario, generar procesos de adopción más agiles y eficaces.
Hoy pedimos la colaboración de la sociedad civil y el Estado para
garantizar que el derecho a crecer en familia de los niños y adolescentes que
han perdido el cuidado de sus padres sea garantizado, aumentando el presupuesto
destinado a la protección de la niñez y a los procesos de reintegración
familiar; y desarrollando nuevas políticas públicas que velen por su
protección.
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