ENFERMEDADES HEMATOLOGICAS PUEDEN SER TRATADAS

CON EL USO DE CELULAS MADRE; ¿SABES CUALES SON?

En las últimas décadas todos nos preocupamos más por cuidad la salud, adoptando cambios en el estilo de vida, haciendo ejercicio y participar en algún club que nos mantenga en movilización y nos lleve a mejorar los hábitos alimenticios, así como reducir la ingesta de bebidas azucaradas, alcohol, e incluyendo el fumar.

El objetivo es mantenernos sanos para alargar, en lo posible, los años de vida.

Sin embargo, la modernidad nos lleva a ser más propensos a diferentes enfermedades de varios tipos, tales como los problemas hematológicos, también conocidos como enfermedades de la sangre, en cualquier edad y que de no ser tratados a tiempo podrían complicarse.

¿En qué consisten estas enfermedades de la sangre?, para empezar recordemos la frase “todo exceso es malo”, que podría definir el comportamiento de este tipo de trastornos ya que representa los dos opuestos de conducta en sus niveles máximos: la alteración de la producción de células sanguíneas, ya sea mediante una producción muy baja de glóbulos o un crecimiento acelerado de los mismos.

Todo ser humano está formado por diferentes células especializadas de la sangre como los glóbulos blancos; es decir, aquellos que combaten infecciones, los glóbulos rojos, que llevan oxígeno al cuerpo y las plaquetas que son las responsables de la coagulación de la sangre.

Por ello, las condiciones óptimas de salud sería presentar un balance entre todas ellas de acuerdo con el contexto clínico de cada persona.

CELULAS MALIGNAS Y BENIGNAS

No obstante, las enfermedades hematológicas las dividen en benignas y malignas, aunque sus síntomas pueden ser muy similares, por lo que se recomienda consultar con un especialista para un diagnóstico real, así como su tratamiento idóneo.

Cabe señalar que algunas de estas células, identificadas como malignas, pueden ser tratadas, incluso curadas, con células troncales, popularmente conocidas como células madre, gracias a su naturaleza de división y reproducción de más células especializadas y de reparación de tejidos.

La diferencia estriba en que las primeras son cánceres que afectan a la sangre, la médula ósea y los ganglios linfáticos y, como los tres están conectados por el sistema inmune, cuando la enfermedad involucra alguno de estos órganos, afectará a los otros dos por consecuencia.

Dentro de los problemas hematológicos no malignos, se encuentran algunas anemias, esto es cuando no se tiene suficientes glóbulos rojos sanos; trombocitopenias, al presentar disminución de plaquetas; hemoglobinopatías, derivada por la alteración de hemoglobina y trombosis, por la formación de un coágulo en el interior de un vaso sanguíneo, entre otros.

Si bien es importante acudir con un médico especialista para saber qué procedimiento es el más adecuado para el tratamiento de cada caso; antes de explicar el grupo hematológico maligno, es necesario saber que la alternativa del trasplante de células madre hematopoyéticas es una opción de tratamiento en común con lo que se busca eliminar las células cancerosas del cuerpo.

Esto se logra gracias a la extracción de la sangre de la médula ósea, o bien de sangre periférica o de cordón umbilical, que serán las sustituyentes de las células que la quimioterapia y la radiación han deteriorado o matado; además, permiten continuar produciendo los glóbulos y las células indispensables para el correcto funcionamiento del organismo.

Autotrasplante: El uso de células madre propias para el trasplante es lo más adecuado para algunos tipos de cáncer, mismos que se pueden recolectar de la médula ósea o de la sangre periférica. Lo ideal sería contar con sus propias células madre provenientes de su cordón umbilical, el cual se recolecta al momento de su nacimiento y se congela hasta que es necesario su uso.

Alotrasplante: Las células madre se proporcionaN por un tercero ajeno; es decir, de un donante familiar o no familiar ya que se busca una compatibilidad genética alta. Generalmente, primero el hermano/a del paciente suele ser lo más compatible y posteriormente, los padres.

Terapia pretrasplante: Es el proceso en el que, con la finalidad de que crezcan células madre normales, el paciente recibe terapia que destruirá las células madre anormales o cáncer, antes de someterse al trasplante en sí.

El procedimiento consiste al insertar células madre en la vena del paciente que se desplazarán por su médula ósea hasta que hayan crecido totalmente. Este proceso dura aproximadamente uno a dos meses. Una vez comprobada su maduración y funcionamiento correcto, el paciente podrá estar listo para ser dado de alta de manera segura.

ENFERMEDADES HEMATOLOGICAS MALIGNAS

En primer lugar se encuentran las leucemias, que es el cáncer de los tejidos que forman la sangre en el organismo, así como la médula ósea y el sistema linfático. Este cáncer se forma cuando la médula ósea produce glóbulos blancos anormales y tienen dificultad de funcionar correctamente, y vuelve al sistema propenso a diferentes enfermedades e infecciones y al no producir los glóbulos sanos necesarios, debilita a la persona.

Dependiendo de su tipo de crecimiento, las leucemias se dividen en agudas, de crecimiento rápido y de aparición brusca y crónicas, de más lento crecimiento y con mayor presencia en adultos.

Por otro lado, los síndromes mielodisplásicos, enfermedad también conocida como pre-leucemia, que es un grupo de cánceres en los que las células sanguíneas en la médula ósea no logran su maduración o no se logran convertir en células sanguíneas sanas.

Finalmente, los linfomas también forman parte del grupo de enfermedades malignas de la sangre ya que afectan al sistema linfático del cuerpo, parte principal del sistema inmunitario que protege al ser humano de gérmenes, así como otros órganos del cuerpo.

Se ha comprobado que las células troncales del cordón umbilical se han utilizado para tratar hasta 80 enfermedades, incluso en algunos casos, los trasplantes llegan a ser suficientes para que el paciente no vuelva a presentar la enfermedad hematológica nuevamente.