LA CEBADA, UN CEREAL PODEROSO Y NUTRITIVO
*Tiene muchas cualidades, es
ampliamente combinable con otros granos y alimentos, da energía y es baja en
grasa
La cebada ha sido un cereal importante desde las antiguas civilizaciones,
de hecho fue el alimento de los gladiadores romanos, a quienes se les llamó
hordearii u “hombres de la cebada”.
Se creía que el pan hecho con este grano les daba mayor fortaleza y resistencia
en comparación con otros tipos de comida. ¡Y vaya que la necesitaban!
Fue un grano alimenticio importante entre europeos de clase trabajadora
hasta finales del siglo XIX, cuando el trigo, el centeno y la avena se
volvieron más abundantes, reemplazándola en la dieta habitual.
Sobre el tema habló la doctora Linda Malcolmson, especialista en
Alimentación y Ciencias Nutricionales, en su artículo Cebada para una alimentación saludable, que fue difundido
por los especialistas de GoBarley.
En su trabajo, la investigadora explica que la cebada continúa siendo un
alimento importante en lugares como el Tíbet, Corea, Mongolia y países de
África y Asia.
Por ejemplo, Marruecos tiene el consumo per cápita más alto de alimentos
con este grano, al cual utilizan como ingrediente para sopas, pan y papilla.
En Japón se emplea para producir miso y té, en Bekoji, Etiopia es consumida
por los medallistas olímpicos.
Y es que constituye una gran opción para incluirla en la alimentación
diaria.
La cebada tiene muchas cualidades, es ampliamente combinable con otros
granos y alimentos, da energía y es baja en grasa.
En 100 gramos de granos de cebada hay 73 gramos de carbohidratos, 12 de
proteína y 130 miligramos de magnesio. Sus componentes resultan básicos para la
vida.
Fibra.- Ayuda a controlar el colesterol y los niveles de azúcar en la sangre.
Magnesio.- Tiene un papel importante en las reacciones del metabolismo energético,
es elemento fundamental de la constitución de los huesos y dientes, además de
influir en funciones neuromusculares.
Vitaminas del complejo B.- Relacionadas con el metabolismo celular,
metabolismo energético y el sistema neurológico.
Hierro.- Mineral fundamental en el mantenimiento del correcto funcionamiento de
las células. Es esencial para el transporte de oxígeno, síntesis del ADN y
metabolismo energético.
Fósforo.- Funciona en conjunto con el calcio para la formación de huesos y
dientes, además de ser esencial para todas las células ya que las protege al
fortalecer sus membranas.
La cebada provee casi la misma energía que los granos que se consumen a
diario —como arroz, trigo y maíz— y que los llamados “súper alimentos” como la
quinoa y el amaranto.
Por ejemplo, 100 gramos de cebada aportan 354 kilocalorías, mientras que la
misma cantidad de trigo aporta 342 kilocalorías, la quinoa 368, el amaranto 371
y la avena 389.
La cebada tiene además la misma cantidad de carbohidratos que el trigo y el
maíz y alrededor de un 15% más en comparación con la quinoa y el amaranto.
En una porción de 100 gramos de cebada encontrará 73 gramos de
carbohidratos, en 100 gramos de trigo hallará 76 gramos de carbohidratos, en
igual porción de quinoa tendrás 64 gramos y en avena 66 gramos.
Otra de sus virtudes: es baja en grasa y su aporte en este sentido es mucho
menor en comparación con la quinoa, el amaranto y la avena.
Su uso es muy versátil e ideal para diferentes momentos del día, siempre
con un consumo equilibrado.
Puede ser empleada como masa para pan, pasteles, pies y pasta, mezclada con
otros granos, y también ser la base para preparar un risotto.
Destaca por ser un excelente sustituto del arroz y se le puede añadir
además a las ensaladas, salsas, smoothies y jugos.
En su versión más dulce es ideal para preparar postres como muffins,
brownies e incluso flan.
También se emplea en la elaboración de alimentos industrializados como
muesli, barras de cereales, galletas y chocolate en polvo con malta y, es el
ingrediente natural y primordial para la elaboración de la cerveza.
Además, como recuerda la investigadora Malcolmson, la cebada contiene
mayores niveles de fibra soluble beta-glucano que otros granos cereales (trigo
y centeno), a excepción de la avena.
Estos beta-glucanos pueden reducir los niveles de colesterol en la sangre y
por lo tanto disminuir el riesgo de enfermedades del corazón.
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