TODO LO QUE QUERIAS SABER
SOBRE LA ACUPUNTURA
*Para muchos occidentales, la medicina
oriental es un concepto bastante desconocido. Empecemos conociendo las
diferencias
Las
diferencias entre la medicina occidental y la oriental: Según la Dra. Linda
Pearson, especialista en manejo del dolor y acupunturista médica certificada
del Hospital Houston Methodist, la medicina oriental (también llamada medicina
tradicional china) funciona con una perspectiva algo distinta a la medicina occidental,
que se basa en identificar y tratar síntomas específicos.
“En
la medicina oriental, lo que buscamos es cuál podría ser la causa raíz que
alteró el equilibrio interno”, explica la Dra. Pearson. “Con el tiempo, ese
desequilibrio puede manifestarse con cada vez más síntomas hasta que llega al
punto en el que necesitas ver a un médico”.
En
esta práctica, ese equilibrio interno —o “flujo”, como lo llama la Dra.
Pearson— se conoce como qi (se pronuncia “chi”). Literalmente significa
aliento, aire o vapor, y se describe como la electricidad que recorre nuestro
cuerpo y nos da vida. Algunos lo llaman nuestra fuerza vital; otros lo
consideran una energía fundamental del universo que fluye por todos los seres
vivos.
“El
qi es algo con lo que todos nacemos, y viaja en un patrón circular por todo el
cuerpo”, dice la doctora. “Los cambios que experimentamos —ya sea por lo que
comemos, por el entorno o por el estrés físico o mental— pueden interrumpir ese
flujo eléctrico natural”.
Esa
interrupción del circuito eléctrico, o qi, según la filosofía oriental, es lo
que contribuye al desarrollo de dolor o enfermedad. Por eso, el objetivo de
tratamientos como la acupuntura es restaurar el flujo suave del qi en el
cuerpo. Traducido al lenguaje de la medicina occidental, sería algo así como
alcanzar la homeostasis —es decir, el equilibrio funcional del cuerpo a pesar
de los cambios del entorno.
Cómo
actúa la acupuntura para sanar y restaurar el equilibrio interno: En la
medicina oriental, se cree que el flujo del qi se puede acceder a lo largo de
ciertos canales en el cuerpo. Los puntos de acupuntura (acupoints) son lugares
específicos en estos canales donde se puede acceder a esa energía.
En
la acupuntura clásica, había 365 puntos distribuidos en 14 canales principales
por donde fluye el qi para mantener y promover la salud. Cada canal está
asociado con ciertos órganos, aunque no siempre coinciden con la anatomía
occidental. Por ejemplo, hay agujas que se colocan en los pies que están
relacionadas con el canal del hígado. Las que van en la muñeca suelen asociarse
con el estrés y la ansiedad. Con el tiempo, se han añadido casi dos mil puntos
más.
“La
acupuntura puede ayudar a dirigir esa energía eléctrica dentro del cuerpo para
sanar y devolver el circuito eléctrico a su flujo normal”, comenta la Dra.
Pearson. “Pero la acupuntura es solo una de muchas formas de ayudar a las
personas a desbloquearse”.
También
se pueden aplicar otras técnicas sobre estos puntos, como la acupresión
(presión con los dedos en lugar de agujas), masajes profundos, buena nutrición,
sueño adecuado, manejo del estrés, relaciones sociales saludables y ejercicio
regular. Todo eso ayuda, dice la doctora, a restaurar nuestro circuito
energético.
Existe
también la electroacupuntura, que suena más intimidante de lo que es. Es una
versión moderna de la acupuntura tradicional que aplica una corriente eléctrica
suave a las agujas. Según la Dra. Pearson, esto mejora la conexión eléctrica
entre nervios y músculos. Diferentes frecuencias (Hz) liberan distintos químicos
en el cuerpo que ayudan a calmar y aliviar el dolor. Tradicionalmente, esto se
lograba girando la aguja para estimular el flujo de qi.
La
acupuntura no es lo mismo que la punción seca: Tanto la acupuntura como la
punción seca (o dry needling) —otro tratamiento con agujas para aliviar el
dolor— tienen algo en común: las agujas. Pero ahí terminan las similitudes.
“La
punción seca apunta a músculos específicos que están tensos o tienen nudos, lo
que conocemos como puntos gatillo”, explica la doctora. “En la acupuntura,
conectamos grupos de nervios y músculos —los puntos de acupuntura— para activar
el circuito eléctrico del cuerpo y promover su reparación”.
En
resumen, es una diferencia de enfoque: la punción seca es parte de la medicina
occidental y trata síntomas específicos, mientras que la acupuntura busca
tratar a la persona en su totalidad y llegar a la raíz del desequilibrio.
La
acupuntura puede ayudar con una gran variedad de síntomas: La mayoría
recurre a la acupuntura para aliviar dolor crónico, como dolor de espalda,
cuello o articulaciones. Pero cada vez hay más evidencia de que la acupuntura
podría ser útil para tratar muchas otras condiciones, como:
Neuropatía diabética
Fibromialgia
Dolores de cabeza tensionales y migrañas
Adicciones y síntomas de abstinencia
Ansiedad y depresión
Insomnio
Estreñimiento crónico
Asma
¿Qué
puedes esperar durante una sesión de acupuntura?: Antes de las agujas, lo
más probable es que tu acupunturista comience con una revisión completa de tus
síntomas, igual que lo haría un médico occidental. Pero también podría examinar
tu lengua (eso primero), tus ojos, tu cara y el pulso en ambas muñecas. Según
la medicina china, estos factores externos reflejan el estado de tus órganos
internos.
Puede
sonar extraño, pero en la medicina china, la lengua es vista como una ventana
al estado general del cuerpo. El color, la forma, la capa y las grietas en la
lengua pueden ser indicadores clave para el diagnóstico.
Y
ahora sí, ¡llegan las agujas! Una vez que te hagan el diagnóstico, el
acupunturista te pondrá en una posición cómoda e insertará entre 5 y 20 agujas
en puntos específicos para corregir el flujo alterado. Las agujas se dejan
entre 10 y 30 minutos, y luego se retiran.
“Siempre
les digo a mis pacientes que la acupuntura es más un tratamiento de
mantenimiento que una solución de una sola vez”, explica la Dra. Pearson. “Como
seres humanos, estamos en constante cambio, y los tratamientos también varían
con el tiempo y las circunstancias”.
¿Y
qué pasa después?: Resulta que esa sensación de euforia durante y después
de la sesión es algo “esperado”, según la doctora.
“Después
de una sesión, los pacientes suelen sentirse ligeros, relajados e incluso
cansados”, dice. “Eso se debe a la liberación de endorfinas en el cuerpo”.
Por
eso, la Dra. Pearson recomienda evitar actividades intensas, comidas pesadas o
eventos que requieran mucha concentración justo después del tratamiento.
La
acupuntura no debería doler: Seamos sinceros: las inyecciones duelen. Pero
las agujas de acupuntura no son como las de las vacunas. Son estériles,
sólidas, de un solo uso y tan delgadas como un cabello —nada que ver con el
grosor de una jeringa. En otras palabras: no duelen.
“La
acupuntura no está pensada para ser dolorosa, y no usamos un millón de agujas
por todo el cuerpo”, asegura la doctora del Hospital Houston Methodist. “Usamos
calor, corrientes eléctricas suaves, técnicas manuales y hasta música relajante
o aromas durante las sesiones”.
Lo
más que puedes sentir es una sensación de cosquilleo, presión o pesadez —lo que
se llama de qi. Según la Dra. Pearson, es algo común pero no siempre se siente.
“La
mayoría de las veces, el de qi no es doloroso, sino más bien una molestia
rápida o incluso ninguna sensación”, dice. “Estimular los nervios musculares
con agujas o electroacupuntura libera endorfinas naturales que relajan y
alivian el dolor”.
De
hecho, en medicina china, el de qi es una buena señal: indica que el proceso de
sanación ha comenzado.
La
acupuntura es bien tolerada por casi todo el mundo: La acupuntura es segura
y generalmente bien tolerada cuando la realiza un profesional licenciado,
regulado por juntas médicas estatales. Los médicos o especialistas que la
ofrecen también deben estar certificados en acupuntura médica, aclara la
especialista.
“Existe
un riesgo pequeño de pinchar un vaso sanguíneo, lo que puede causar un moretón
o irritación en los nervios, y en casos muy raros, una punción leve en el
pulmón —que normalmente no requiere tratamiento de emergencia”, explica. “Pero
las infecciones no suelen ser un problema porque usamos agujas estériles y
manos limpias”.
Curiosamente,
según la medicina china, hay ciertos puntos de acupuntura que pueden inducir el
parto, así que las mujeres embarazadas deben informar de su estado antes de la
sesión, añade la doctora. Por lo demás, la acupuntura es segura para todos.
“Creo
que la acupuntura es más esencial de lo que se le valora”, afirma. “No
necesitas tener un síntoma específico para ir al acupunturista. Podemos hacer
tratamientos de mantenimiento y armar un plan para casi cualquier cosa. Si
pudiera, trataría a todo el mundo con acupuntura, lo haría”, concluye.

No hay comentarios:
Publicar un comentario