miércoles, 3 de diciembre de 2025

 

GUIA PARA HIDRATARTE BIEN DURANTE EL EJERCICIO

 


*La hidratación adecuada antes, durante y después del ejercicio sostiene el rendimiento y la recuperación

 

 

Nunca es tarde para empezar a cumplir esos propósitos de vida saludable y ejercicio que te habías planteado al inicio del año; pues como dice el dicho, mejor tarde que nunca, y más aún si se trata de acciones en pro de tu bienestar.

Cada sesión de entrenamiento empieza mucho antes de atarse los tenis. De acuerdo con un estudio realizado por el National Institutes of Health, el cuerpo necesita llegar preparado, y la forma en que recibe y usa los líquidos a lo largo del día influye directamente en la energía con la que se mueve, la claridad mental y la capacidad de sostener el esfuerzo.

Aunque muchas veces pasa desapercibido, mantener un buen nivel de hidratación puede marcar la diferencia entre un día productivo y uno en el que simplemente no te sientes tú.

De acuerdo con el manual de hidratación, basta con perder tan sólo el 1% de tu peso corporal en líquidos para que la temperatura del cuerpo se descontrole y el rendimiento disminuya. Si la pérdida supera el 2%, no sólo baja la energía, también se afecta la concentración, la digestión y hasta el estado de ánimo, lo que puede dificultar mantener tus metas activas.

Para quienes entrenan de forma constante o para quienes no, la hidratación influye directamente en el desempeño. Por ello, para llegar preparados a cada sesión, conviene beber agua de manera distribuida durante el día hasta completar cerca de 2 litros, lo que permite que el organismo responda mejor al esfuerzo.

Para que el cuerpo llegue listo al entrenamiento, es clave comenzar bien hidratado. De acuerdo con recomendaciones de la National Library of Medicine, consumir entre 400 y 600 ml de agua dos horas antes de iniciar la actividad, ayuda a prevenir la fatiga, mantener un buen ritmo y preparar al organismo para responder mejor, especialmente cuando la rutina será intensa, prolongada o realizada en temperaturas elevadas.

Cuando el cuerpo termina de moverse, la recuperación depende en gran medida de una buena hidratación. Reponer los líquidos perdidos es esencial para que el organismo recupere su equilibrio interno. Aquí es donde Bonafont se convierte en aliado, gracias a su equilibrio único de minerales y electrolitos, ofreciendo una opción de hidratación natural y efectiva que acompaña el proceso de recuperación.

Para actividades ligeras, el agua natural cubre las necesidades de hidratación. Cuando el entrenamiento supera la hora o demanda un esfuerzo mayor, se recomienda consultar a un profesional de la salud, para encontrar la opción que mejor se ajuste a la rutina que se realiza. Aunque en numerosos casos el agua natural sigue siendo una buena aliada para una recuperación adecuada y restablecer el balance hídrico del organismo.

Una buena hidratación no solo mejora el rendimiento físico, también es parte fundamental de tu bienestar general. Estar hidratada, puede contribuir a pensar con mayor claridad, recuperarte más rápido y disfrutar del movimiento. Empezar a hidratarse correctamente hoy es el primer paso para cumplir muchas de tus metas rumbo a 2026.

 

 

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