DESALOJO SIN GARANTIAS DE
MAS DE MIL 20
PERROS Y 30 GATOS DEL
REFUGIO FRANCISCANO
*Los animales serán desalojados sin un lugar
construido para recibirlos, en contra de lo que establece el convenio legal
vigente con la Fundación Antonio Haghenbeck
Desde
hace casi cincuenta años, el Refugio Franciscano A.C. ha sido un espacio seguro
para perros y gatos rescatados del abandono, el maltrato y la enfermedad. Hoy,
esa labor se enfrenta a una amenaza que compromete la vida de quienes viven ahí:
una orden de desalojo sin certeza sobre qué ocurrirá con casí mil 100 animales
bajo su cuidado.
Al
ejecutarse sin medidas que aseguren su integridad, se vulneran de manera grave
sus derechos como seres protegidos por la ley y completamente dependientes de
quienes los cuidan.
Para
que el desalojo promovido por la Fundación Antonio Haghenbeck y de la Lama
pueda realizarse con seguridad, el Refugio exige únicamente el cumplimiento del
convenio firmado en 2022. Este acuerdo establece que la Fundación debe construir
primero un nuevo espacio, con módulos, jaulas adecuadas y áreas básicas para
cuidadores, antes de trasladar a los animales.
Estas
condiciones son esenciales para evitar sufrimiento, hacinamiento o negligencia
durante el proceso. El Refugio Franciscano ha reiterado su disposición a
entregar el predio en un máximo de 45 días hábiles, siempre que exista un nuevo
albergue construido y funcional.
Sin
embargo, la jueza Ana Miriam Yépez Arreola, titular del Juzgado Sexagésimo de
lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, con el
expediente 362/2021, ha ignorado elementos fundamentales del convenio y avaló
exigencias que no existen, al mismo tiempo que omitió obligaciones de la
Fundación que sí están claramente documentadas.
Entre
las irregularidades más graves se y exigir servicios como agua y luz en jaulas
que jamás fueron construidas. Al aceptar afirmaciones sin sustento, la
resolución abre incluso la posibilidad de que la Fundación retenga a los
animales como si fueran bienes transferibles.
Este
caso expone una crisis urgente: en México existen aproximadamente 28 millones
de perros, de los cuales el 70% —cerca de 19.6 millones— vive en situación de
calle, según la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en
Pequeñas Especies (AMMVEPE). La insuficiencia de espacios públicos y privados
para su atención, sumada al alto índice de abandono, hace inviable que alguna
institución en el país pueda recibir a más de mil perros y gatos sin poner en
riesgo su vida. Un desalojo sin destino real equivale, en la práctica, a
condenar a muchos de ellos a la enfermedad, la muerte o el abandono definitivo.
Para
trasladar a casi mil 100 animales del Refugio Franciscano se requieren
condiciones mínimas e irrenunciables: un espacio construido y equipado,
transporte adecuado supervisado por especialistas, protocolos veterinarios que
eviten contagios y estrés, personal suficiente y acreditado, áreas de resguardo
temporal, así como vigilancia legal que garantice que ningún perro o gato quede
sin protección o sea entregado a terceros sin control. Los animales de compañía
no son propiedad ni inventario, son vidas en resguardo, y cualquier traslado
improvisado o irregular equivale a abandono.
El
Refugio Franciscano hace un llamado urgente a las autoridades y a la ciudadanía
para detener una injusticia que pone en riesgo a seres que no pueden defenderse
por sí mismos. Ellos no pueden exigir sus derechos. Corresponde a la sociedad y
a las instituciones protegerlos.

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