CÓMO LA CONGELACION DE
OVULOS Y LA IA
ESTAN GUIANDO DECISIONES
HACIA 2026
A
medida que se acerca 2026, cada vez más personas en México están reevaluando
cómo quieren que se vea su futuro. Muchas comienzan el nuevo año enfocándose en
metas personales —crecer profesionalmente, aprovechar oportunidades
internacionales, viajar por periodos más largos o simplemente darse más tiempo
antes de pensar en la maternidad o paternidad—. Y, cada vez más, la congelación
de óvulos se está convirtiendo en parte de ese plan.
Aunque
antes se consideraba una opción de nicho o impulsada exclusivamente por razones
médicas, hoy la congelación de óvulos se adopta como una decisión de estilo de
vida. Las tendencias globales ilustran claramente este cambio. En Estados
Unidos, por ejemplo, datos recientes muestran un fuerte aumento en la actividad
de congelación de óvulos, con un incremento de casi 40% en los ciclos de 2022 a
2023. Este crecimiento acelerado en EE.UU. refleja el mismo impulso que
comienza a observarse en otras regiones del mundo (Fuente:
https://www.cofertility.com/freeze-learn/state-of-egg-freezing-2025)
“Hemos
visto un aumento importante en pacientes de entre 28 y 35 años que eligen la
congelación de óvulos como parte de su estrategia de vida”, explica el Dr.
Enrique Cervantes, Cofundador y Director de la Clínica de Fertilidad (CdelaF)
en la Ciudad de México. “No está motivado por una urgencia médica. Las personas
buscan flexibilidad, autonomía y la tranquilidad de saber que tendrán opciones
más adelante”.
Sin
embargo, incluso con su crecimiento, persiste un gran confusión: muchas
personas creen que congelar óvulos a una edad joven garantiza buenos resultados
posteriores.
Tradicionalmente,
los especialistas en fertilidad han estimado la calidad ovocitaria únicamente
con base en la edad. Y aunque la edad es un factor clave, no todas las personas
de la misma edad tienen la misma calidad de óvulos.
Dos
personas de 32 años pueden tener probabilidades muy diferentes de formar
embriones sanos. El problema es que la mayoría descubre esto años después,
cuando vuelven a usar sus óvulos congelados.
Ese
vacío de información es precisamente lo que Future Fertility, una empresa
canadiense de tecnología en salud especializada en inteligencia artificial para
medicina reproductiva, se propuso resolver. La tecnología de Future Fertility
ya está disponible en clínicas de fertilidad líderes en México y en más de 30
países alrededor del mundo.
Su
herramienta impulsada por IA, VIOLET™, es la primera tecnología diseñada específicamente
para ofrecer a quienes congelan sus óvulos una visión personalizada sobre la
calidad de los mismos.
PREDICCION INDIVIDUALIZADA
A
partir de una imagen microscópica simple y no invasiva tomada justo después del
procedimiento de extracción, VIOLET™ analiza cada óvulo maduro y genera una
predicción individualizada sobre su probabilidad de desarrollarse en un embrión
de alta calidad. Todo esto sin agregar pasos adicionales para la paciente.
Según
el Dr. Cervantes, esta tecnología ha transformado la manera en que se comunican
con las pacientes. “Herramientas como VIOLET™ marcan una diferencia enorme”,
afirma. “Las pacientes por fin entienden el verdadero potencial de los óvulos
que congelan. En lugar de basarnos en supuestos, podemos mostrarles imágenes de
sus propios óvulos y hablar con honestidad sobre sus probabilidades reales de
éxito. La conversación pasa de la incertidumbre a la claridad y nos permite,
como médicos, trabajar junto con ellas para planear mejor sus siguientes pasos”.
Para
muchas personas, esta claridad es el aspecto más valioso del proceso. En lugar
de depender únicamente de la edad o de cuántos óvulos se congelaron, ahora
pueden comprender qué tan probable es que esos óvulos se conviertan en
embriones y, eventualmente, en un embarazo.
Esto
suele ser esencial al decidir cuántos ciclos adicionales podrían necesitar.
Alguien que congela sus óvulos a los 30 podría descubrir que la calidad de su
primer grupo es alta, mientras que otra persona de la misma edad podría recibir
puntuaciones más bajas, lo que la llevaría a considerar un segundo o tercer
ciclo mientras aún está en una etapa en la que puede beneficiarse más.
Esto
no garantiza un embarazo futuro ni hace más sencillas las decisiones
emocionales. Pero sí ofrece algo que históricamente ha faltado en la
congelación de óvulos: información real. Como explica el Dr. Enrique Cervantes:
“Cuando las pacientes entienden la calidad de sus óvulos en el momento en que
los congelan, pueden planear sus próximos pasos con seguridad. No avanzan hacia
el futuro con la esperanza de que todo salga bien; tienen una idea más clara de
lo que pueden esperar”.
A
medida que más personas en México miran hacia 2026 y establecen metas
—profesionales, personales o financieras—, la congelación de óvulos se está
convirtiendo en parte de una conversación más amplia sobre autonomía y
planificación a largo plazo. Y con el apoyo de tecnologías como VIOLET™,
quienes eligen este camino pueden hacerlo con más información, más contexto y
más confianza que nunca antes.

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