ANALGESICOS: ¿CUÁL
MEDICAMENTO DE
VENTA LIBRE ES EL INDICADO
PARA TI?
Hoy
en día, puedes conseguir aspirina a muy bajo costo, y el alivio para la fiebre,
el dolor de cabeza y otras molestias está a solo una o dos pastillas de
distancia. Un vistazo al pasillo de analgésicos basta para notar que la
aspirina ya no está sola.
Medicamentos
como ibuprofeno, naproxeno y acetaminofén —comercializados bajo varias marcas—
han ampliado enormemente nuestras opciones. Pero, irónicamente, también han hecho
que elegir el mejor sea un dolor de cabeza en sí mismo.
¿Hay
alguno que funcione mejor? ¿Y existe una opción correcta o incorrecta según tu
estado de salud?
Sí,
dice el Dr. Sreedhar Gottiparthy, médico de atención primaria en el Hospital
Houston Methodist, quien nos ayuda a entender los riesgos y beneficios de los
analgésicos de venta libre.
“El
dolor es una sensación desagradable que puede presentarse de muchas formas e
intensidades, y nadie lo experimenta igual”, explica el Dr. Gottiparthy. “Mucha
gente toma lo que conoce por amigos, familiares o comerciales. Pero tomar
demasiado de un solo tipo o el equivocado según tu condición puede causar
efectos secundarios importantes”.
En
un mundo donde todos sentimos dolor de vez en cuando, es clave saber cuáles son
tus opciones para aliviarlo y qué cosas podrían hacer más daño que bien según
el caso.
Comparando
los analgésicos de venta libre más comunes
Los
analgésicos de venta libre, también conocidos como analgésicos OTC (por sus
siglas en inglés), son medicamentos que puedes comprar sin receta. Te
sorprendería saber que literalmente cientos de medicamentos de venta libre
—incluidos muchos para resfriados y gripes— contienen al menos un ingrediente
para el alivio del dolor.
Pero,
a pesar de cuántos productos hay, en realidad solo existen tres categorías
principales: acetaminofén, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y
lidocaína.
Acetaminofén:
Beneficios, usos y efectos secundarios.- El acetaminofén (conocido también como
paracetamol) ayuda a aliviar el dolor y reducir la fiebre. Es la opción que el
Dr. Gottiparthy recomienda como primera elección cuando se trata de analgésicos
de venta libre.
“Generalmente
es buena idea comenzar con algo como el acetaminofén, que tiene menos efectos
sobre el estómago y los riñones que los AINEs”, explica. “De hecho, cualquiera
que esté pensando en tomar un AINE por primera vez debería hablar con su médico
antes, incluso si va a usarlo solo por unos días”.
Con
el acetaminofén, la línea entre aliviar el dolor y causar daño hepático es más
delgada de lo que parece. Una sobredosis es una de las causas más comunes de
insuficiencia hepática aguda en países como Estados Unidos. Las personas con
problemas hepáticos o que toman anticoagulantes como warfarina deben evitarlo.
El
Dr. Gottiparthy recomienda no superar los 4 mil miligramos por día, lo que
equivale a ocho tabletas extra fuertes. Y si tu médico te receta algo,
asegúrate de contarle qué medicamentos de venta libre estás tomando.
“Es
importante hablar con tu médico sobre todos los medicamentos que tomas sin
receta”, afirma. “A veces los pacientes ya están tomando acetaminofén, y el
médico puede recetar otro que también lo contenga, y así se supera fácilmente
la dosis diaria recomendada”.
AINEs:
Beneficios, usos y efectos secundarios.- Los antiinflamatorios no esteroideos
(AINEs) funcionan bloqueando enzimas específicas que causan inflamación, dolor
y fiebre. De este grupo, solo tres están disponibles sin receta: aspirina,
ibuprofeno y naproxeno.
La
aspirina merece atención especial
“Mucha
gente no sabe que no debe tomar varias tabletas o dosis altas a la vez”,
sostiene el Dr. Gottiparthy. La FDA recomienda no tomar más de 650 mg cada 4
horas o 975 mg cada 6 horas —o sea, máximo dos tabletas normales cada 4 horas,
o dos extra fuertes cada 6.
Esto
importa porque, a diferencia del ibuprofeno y el naproxeno, la aspirina puede
provocar una sobredosis irreversible. Por cómo se descompone en el cuerpo, no
hay forma de revertir el efecto si tomas de más.
Si
crees que tomaste demasiada aspirina, no intentes automedicarte. Busca atención
médica inmediata. Lo más probable es que te administren carbón activado, que
impide que el cuerpo absorba la aspirina y reduce el daño.
La
aspirina tiene efectos distintos según la dosis. En grandes cantidades sirve
como analgésico, antiinflamatorio y antipirético. Pero en dosis bajas (como las
tabletas de 81 mg o “aspirina infantil”), se usa a largo plazo para prevenir
infartos y ACV, gracias a su efecto antiplaquetario, que disminuye la formación
de coágulos.
Eso
sí: aunque todos los AINEs pueden causar efectos gastrointestinales, el efecto
antiplaquetario de la aspirina aumenta aún más el riesgo de sangrado estomacal.
Ibuprofeno
y naproxeno: Menos efectos secundarios, pero aún con riesgos.- Aunque el
ibuprofeno y el naproxeno suelen tener menos efectos secundarios que la
aspirina, aún pueden provocar los problemas típicos de los AINEs.
“Tomar
mucho ibuprofeno o naproxeno durante mucho tiempo sin saber cuál es la causa
del dolor puede llevarte a efectos no deseados”, afirma el Dr. Gottiparthy.
“Desde problemas en los riñones, gastritis, hasta sangrado gastrointestinal”.
“La
etiqueta que dice ‘no exceder’ es súper importante seguirla”, señala, “pero
también hay que considerar el tiempo de uso. Estos medicamentos no se deben
tomar por períodos prolongados”.
Cuidado
si tomas medicamentos para la presión
El
Dr. Gottiparthy advierte que las personas que toman medicación para la presión
arterial deben tener especial precaución con los AINEs.
“Quienes
tienen problemas de presión o de riñones no deberían tomar AINEs sin hablar con
su médico”, apunta. “Pueden interactuar con diuréticos, inhibidores de la ECA
(enzima convertidora de angiotensina) o bloqueadores del receptor de
angiotensina, y causar insuficiencia renal, incluso en dosis pequeñas”.
No
informar que estás tomando AINEs puede generar una combinación peligrosa de
tres medicamentos (AINE + inhibidor de la ECA o bloqueador de angiotensina +
diurético), conocida como la “triple amenaza” para los riñones.
“Incluso
tomar solo dos de estos tres ya puede ser riesgoso”, aclara el Dr. Gottiparthy.
“Y lo más difícil es que no es algo dependiente de la dosis — incluso dosis
bajas de AINEs pueden ser peligrosas si se combinan con estos otros fármacos,
salvo que el médico lo autorice”.
“Incluso
si tomaste un AINE solo una vez para el dolor de cabeza, deberías informárselo
a tu médico”, insiste.
Por
eso, el Dr. Gottiparthy recomienda elegir acetaminofén siempre que sea posible.
Lidocaína:
Otra forma de alivio que vale la pena considerar.- Si tienes dolor muscular, en
la espalda o en las articulaciones por artritis, la lidocaína puede ser una
buena alternativa a tomar pastillas. Es un anestésico local que se aplica sobre
la piel y bloquea las señales de dolor que van al cerebro. Funciona de forma
diferente al acetaminofén o los AINEs, lo cual puede ser una ventaja.
“La
lidocaína es muy útil, sobre todo en personas mayores o que toman muchos
medicamentos”, comenta el experto. “Ayuda a reducir la cantidad de pastillas
que necesitas tomar y es una alternativa segura a los AINEs si tienes efectos
secundarios digestivos”.
“Así
que, sola o en combinación, la lidocaína puede ser una gran ayuda”, afirma. Viene
en forma de gel o parches que puedes aplicar directamente en la zona con dolor.
¿Se
pueden combinar medicamentos? Sí, pero con cuidado
Entonces,
¿qué pasa si mezclas un poco de esto y un poco de aquello? La respuesta: sí se
pueden combinar, pero hay que tener cuidado, reitera el doctor.
“El
acetaminofén con ibuprofeno o naproxeno se ha combinado desde hace tiempo,
incluso en algunos países venden esta combinación ya hecha”, comenta. “Pero yo
no suelo recomendarlo, y por suerte, no muchas personas lo hacen”.
En
cambio, si tomaste acetaminofén y el dolor o fiebre continúa, podrías tomar un
AINE como ibuprofeno o naproxeno algunas horas después, sostiene el médico.
“Mucha
gente ya sabe que no debe excederse con un solo medicamento”, comenta. “Por eso
eligen tomar ambos: uno con acetaminofén y otro con ibuprofeno o naproxeno”.
Evita
combinar AINEs entre sí: Aunque puedes combinar acetaminofén con AINEs, no
deberías combinar dos AINEs de venta libre, como aspirina e ibuprofeno. Algunas
combinaciones pueden reducir la eficacia de ambos medicamentos y aumentar el
riesgo de irritación estomacal o sangrado.
Las
marcas no importan tanto: “Las versiones genéricas no son inferiores a las
de marca”, explica. “Mientras estés en un país con buenos estándares médicos,
es difícil que lleguen al mercado productos de baja calidad”.
La
FDA lo deja claro: los medicamentos genéricos funcionan igual que los de marca.
Deben tener la misma dosis, seguridad, eficacia, potencia, estabilidad, calidad
y forma de uso.
Dicho
eso, es útil recordar qué contiene cada marca:
Tylenol = acetaminofén
Advil y Motrin = ibuprofeno
Aleve y Naprosyn = naproxeno
Bayer = aspirina
Cuando
el alivio del dolor ya no es de venta libre:
Todo
lo que mencionamos hasta ahora se refiere a medicamentos para dolores
pasajeros. Pero, ¿cuándo es necesario algo con receta?
Curiosamente,
las mismas civilizaciones que descubrieron la corteza de sauce como precursora
de la aspirina, también encontraron otra planta poderosa: la amapola, de donde
se extrae el opio —hoy conocido como un narcótico altamente adictivo. Por
suerte, la medicina moderna ofrece muchas más opciones.
“El
tratamiento depende del tipo de dolor, su causa, la intensidad, las condiciones
del paciente y cuánto tiempo se planea tratar”, explica el Dr. Gottiparthy del
Hospital Houston Methodist. “El dolor nervioso, por ejemplo, muchas veces no
requiere narcóticos ni AINEs con receta. En esos casos usamos medicamentos como
gabapentina o pregabalina”.
Dolor
de espalda, codos, jaquecas o dolor nervioso son ejemplos de molestias
recurrentes que conviene consultar con un médico.
“Si
el dolor aparece en la misma zona más de un par de veces”, afirma el doctor,
“vale la pena que lo revise un profesional, aunque por ahora se te esté
aliviando con medicamentos de venta libre”.

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