EL 50% DE MUJERES AFIRMAN NO
HABER VISTO
SU VULVA: LA AUTOEXPLORACIÓN
AUN ES TABU
•Conocerse es un acto pendiente, sólo el 9%
de las mujeres identifica correctamente sus genitales
En
un momento en el que hablamos abiertamente de amor propio, salud mental y
autocuidado, hay una realidad que aún permanece en silencio: la mitad de las
mujeres afirma que nunca ha visto su vulva; en pleno 2024, aún hay millones de
personas que nunca han tenido un encuentro visual con una de las partes más íntimas
y poderosas de su cuerpo.
Mayo,
un mes marcado por el Día Mundial de la
Masturbación y por el Día
Internacional del Clítoris, se convierte en una oportunidad clave para
visibilizar esta desconexión corporal, que no es casual, sino el resultado de
una cultura que ha enseñado a las mujeres a sentir vergüenza por su sexualidad
desde la infancia.
Por
ello, especialistas de bienestar íntimo de Platanomelón México lanzan una
alerta sobre el desconocimiento y los tabúes que aún rodean la sexualidad
femenina: desde no saber cómo se ve o llama cada parte, hasta evitar ir al
médico por vergüenza a nombrarlas.
Y
es que la relación que tenemos con nuestros genitales no es sólo física: define
cómo se experimenta el placer y la seguridad en cada uno.
Muchas
mujeres siguen sin conocer las partes de su vulva, sin saber nombrarlas o
incluso diferenciarlas. En un estudio realizado en un hospital universitario
del Reino Unido, a los participantes se les pidió que etiquetaran un diagrama
anatómico de los genitales femeninos. Solo el 9% fue capaz de identificar todas
las estructuras correctamente.
Aunque
las mujeres obtuvieron mejores resultados que los hombres, los porcentajes
siguen siendo alarmantes: menos de la mitad supo reconocer que hay tres
orificios en la zona genital —uretra, vagina y ano—, y sólo el 18% logró ubicar
el perineo, una de las zonas clave para el placer y la salud sexual. En otra
encuesta, sólo el 45% de las mujeres pudo diferenciar correctamente entre
“vulva” y “vagina”.
FALTA DE CONOCIMIENTO
Estos
datos no son menores. La falta de conocimiento alimenta la vergüenza, la
inseguridad y el silencio. El 61% de las personas con vulva se acercan a sus
genitales con incomodidad o rechazo, y el 48% sienten preocupación por su
aspecto, influenciadas por estándares poco realistas provenientes de la
pornografía o las redes sociales.
Las
dudas sobre si la forma de los labios es “normal”, si el vello debe eliminarse
por completo o si el olor está bien, son el reflejo de una educación sexual
incompleta, cuando no inexistente.
No
sorprende entonces que la labioplastia se haya convertido en una de las
cirugías plásticas más populares en el mundo, con un crecimiento de más del 73%
entre 2015 y 2019.
Desde
la infancia, comúnmente se enseña a usar apodos para nombrar a los genitales:
"la cosita", "la florecita", "allá abajo",
términos que, lejos de proteger a la mujer, la desconectan.
Hoy,
muchas mujeres adultas siguen sin poder decir “vagina” o “vulva” sin sentir
incomodidad. De hecho, dos tercios de las mujeres entre 16 y 35 años de edad reconocen
tener dificultades para usar esos términos, y el 40% aún recurre a nombres en
clave como “las partes”. Esta falta de lenguaje limita la capacidad de
expresarse, de pedir ayuda, de comunicar placer y de ejercer los derechos
sexuales.
En
este contexto, Platanomelón México, en línea con su propósito, se suma a la
conversación para promover el autoconocimiento invitando a las mujeres a
preguntarse “¿Serías capaz de reconocer tu vulva?”, una provocación necesaria
que busca desafiar la vergüenza, impulsar la educación sexual y devolver el
protagonismo al cuerpo propio.
MIRAR, NOMBRAR Y EXPLORAR
La
propuesta es simple, pero poderosa: mirar, nombrar, explorar. Porque nadie
puede disfrutar lo que no conoce, ni cuidar lo que no sabe que tiene.
“Este
mes es una gran oportunidad para reconectar con el cuerpo y comenzar a explorar
la sexualidad desde el conocimiento y el placer. Muchas personas, en solitario
o en pareja, se animan a dar ese primer paso hacia la exploración, el interés
crece, especialmente en esta época donde hay más facilidades para la compra de
juguetes y para acceder a recursos e información que acompañan este proceso de
forma segura y confiada”, afirma Claudia Lobatón, sexóloga de Platanomelón
México.
Mayo
se convierte así en un llamado a mirar el cuerpo sin juicio, a redescubrir el
clítoris, ese órgano con más de diez mil terminaciones nerviosas cuya única
función es proporcionar placer, y a dejar atrás el tabú de la masturbación, que
no sólo es una práctica placentera, sino una herramienta de bienestar.
Masturbarse
con conciencia puede aliviar el estrés, fortalecer el sistema inmune, reducir
cólicos menstruales, mejorar el sueño y, sobre todo, fortalecer la relación con
uno mismo.
Hablar
de autoexploración, de genitales reales, de placer sin culpa, no debería ser
revolucionario, pero lo es. Y por eso cada dato, cada conversación que invite a
nombrarse y conocerse, es una forma de avanzar hacia una sexualidad más libre,
más informada y justa. Porque conocerse es un derecho, y mirar la propia vulva,
lejos de ser un acto menor, es quizás el primer paso hacia el placer, la
autonomía y la dignidad.

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