¿POR QUÉ NOS SENTIMOS
CANSADOS TODO EL TIEMPO?
La
razón puede ser obvia. La mayoría de las personas duerme menos de lo
recomendado, según los Centros de Control de Enfermedades de los Estados Unidos
(CDC). La falta de sueño de calidad puede ser algo que nosotros mismos
provocamos, incluso sin darnos cuenta.
¿Pero
qué pasa cuando sientes que siempre estás cansado, pero no logras entender por
qué?
“La
fatiga suele ser el resultado de no dormir lo suficiente o de hábitos que
afectan negativamente la calidad del sueño”, explica la Dra. Aarthi Ram,
neuróloga especializada en medicina del sueño en Houston Methodist. “Pero a
veces también puede ser un signo de un problema de salud subyacente o de un
trastorno del sueño no diagnosticado, por lo que es importante consultar con tu
médico si estás lidiando con fatiga”.
Sea
cual sea la causa, es un problema importante que debe abordarse, ya que el
cansancio durante el día puede afectar tu vida de muchas formas: desde una
menor productividad en el trabajo o en casa, hasta poner en riesgo tu seguridad
al conducir o en tu lugar de trabajo.
¿Estás
cansado o con sueño?: A menudo usamos “cansado” y “con sueño” como
sinónimos, pero en realidad no significan lo mismo. Sentirse cansado se refiere
a tener fatiga, mientras que estar con sueño implica una necesidad fisiológica
de dormir.
“El
sueño es esa sensación de que necesitas dormir, y se va acumulando cuanto más
tiempo estás despierto”, señala la Dra. Ram. “Si vas a dormir cuando tienes
sueño y logras descansar bien, lo más probable es que te despiertes sintiéndote
renovado y con energía al día siguiente”.
“Cuando
sientes que no puedes mantener los ojos abiertos después de haber dormido solo
cuatro o cinco horas, eso es sueño”, explica la Dra. Ram. “La solución a corto
plazo es dormir. Si con frecuencia te sientes con sueño durante el día, la
solución a largo plazo suele ser tan simple como mejorar tu higiene del sueño”.
Consejos
para mantener una buena higiene del sueño:
• Dormir entre siete y nueve horas cada
noche.
• Acostarte y despertarte a la misma hora
todos los días, incluso los fines de semana.
• Asegúrate de que tu habitación esté
fresca, oscura, silenciosa y libre de distracciones.
• Alejarte de dispositivos y pantallas al
menos 30 minutos antes de dormir.
• Evitar justo antes de acostarte: tomar
siestas, consumir alcohol o cafeína, y comer en exceso.
Dormir
bien no siempre es tan sencillo como seguir esta lista. Por ejemplo, un padre o
madre reciente que debe adaptarse al horario de su bebé probablemente no podrá
controlar mucho su rutina de sueño por un tiempo. En casos como este, la Dra.
Ram recomienda enfocarte en los hábitos que sí puedes controlar y aprovechar
las siestas reparadoras cuando tengas oportunidad. Pero si a pesar de dormir lo
suficiente te sigues sintiendo cansado, esto puede ser fatiga.
¿Qué
es la fatiga y cuáles son sus causas más comunes?: La fatiga es una
sensación de cansancio extremo, al punto de que no tienes la energía suficiente
para concentrarte en tus tareas o hacer las cosas que necesitas o quieres
hacer.
“Cuando
todos los días, a las seis de la tarde, ya te sientes agotado sin razón
aparente, ahí es cuando empezamos a pensar en fatiga”, explica la Dra. Ram.
La
parte complicada es que, al igual que el sueño, la fatiga también puede ser
causada por un descanso inadecuado. Pero a diferencia del sueño, dormir bien no
siempre es suficiente para solucionar el problema.
“Puede
que tengas sueño, pero después de dormir no te sientas renovado”, añade la especialista
del Hospital Houston Methodist. “Esto se debe a que, aunque el mal descanso
suele contribuir a la fatiga, rara vez es el único factor que hay que
considerar”.
Factores
del estilo de vida que pueden causar fatiga:
• No dormir lo suficiente o no dormir bien
• Una alimentación deficiente
• Falta de actividad física
• Estrés
• Consumo de alcohol o drogas
“Estos
factores suelen estar interrelacionados”, señala la Dra. Ram. “Un estilo de
vida sedentario puede afectar tu sueño, y dormir mal puede hacer que te sientas
demasiado cansado para hacer ejercicio. Todo esto se va acumulando y termina
generando el agotamiento físico y mental que vemos con la fatiga”.
Para
contrarrestarlo, empieza por mejorar tus hábitos diarios, pero no sólo
enfocándote en dormir mejor. Además de seguir las recomendaciones de higiene
del sueño, puedes mejorar tu alimentación, hacer tiempo para ejercitarte,
reducir el consumo de alcohol y practicar técnicas para reducir el estrés, como
la meditación.
Si
ya hiciste estos cambios y aun así sigues sintiéndote cansado todo el tiempo,
es momento de hablar con tu médico.
Cuando
la respuesta a “¿por qué estoy tan cansado?” es más compleja: La fatiga
muchas veces está relacionada con el estilo de vida, pero no siempre. “Cuando
los cambios de comportamiento no resuelven el problema, hay que considerar
otras causas menos comunes”, advierte la Dra. Ram. “Esto puede incluir desde
trastornos del sueño y efectos secundarios de medicamentos, hasta condiciones
médicas donde la fatiga es un síntoma. Algunas de estas causas son más
frecuentes que otras”.
Por
ejemplo, la apnea obstructiva del sueño es una condición muy común que puede
provocar fatiga durante el día. Se diagnostica mediante un estudio del sueño.
“Una
persona con apnea del sueño podría no saber que la tiene”, comenta la Dra. Ram.
“No es raro que alguien que está cansado todo el tiempo y no se siente
descansado después de dormir adecuadamente esté lidiando con este problema sin
saberlo”.
También
hay medicamentos recetados —como benzodiacepinas, betabloqueadores u opioides—
y algunos de venta libre, como ciertos antihistamínicos, que pueden causar
fatiga. Además, muchas condiciones médicas pueden estar detrás del cansancio
crónico: desde deficiencias de vitaminas, problemas de peso, ansiedad y
depresión, hasta desequilibrios hormonales, trastornos autoinmunes o
enfermedades cardíacas, entre otras.
“Con
tantas causas posibles de fatiga, lo mejor es consultar con tu médico si estás
constantemente cansado y no sabes por qué”, recomienda la Dra. Ram.
“El
problema puede ser tan simple como un hábito que no habías considerado, o puede
tratarse de una condición subyacente que necesita diagnóstico y tratamiento”.
Tu
médico te hará preguntas sobre tu rutina de sueño, tu estilo de vida, tu
historial médico personal y familiar, y cualquier otro síntoma que estés
experimentando. Esa información es clave para determinar si los cambios en tus
hábitos serán suficientes o si necesitas pruebas adicionales, como análisis de
sangre o un estudio del sueño.

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