jueves, 29 de mayo de 2025

 

MAYO: MES DE CONCIENTIZACION

 DE LA ARTRITIS

 


 

La artritis es un término general que se refiere a la inflamación de una o más articulaciones. Las articulaciones son las uniones entre dos huesos, como el codo o la rodilla. Esta inflamación puede causar dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor en la articulación, lo que a menudo dificulta el movimiento y, con el tiempo, puede llevar a daños graves o deformidades en la articulación.

Existen muchos tipos diferentes de artritis, y el tratamiento depende del tipo específico que se tenga.

   Síntomas comunes de la artritis:

      • Dolor articular.

      • Rigidez articular (especialmente por las mañanas o después de la inactividad).

      • Hinchazón en las articulaciones.

      • Enrojecimiento y calor en las articulaciones.

      • Disminución del rango de movimiento de la articulación.

Fatiga, fiebre y pérdida de apetito (en algunos tipos de artritis).

   Tipos comunes de artritis:

      • Osteoartritis (OA): Es el tipo más común de artritis. Se produce por el desgaste del cartílago que recubre los extremos de los huesos en las articulaciones, lo que puede llevar a que los huesos se froten entre sí. A menudo se relaciona con el envejecimiento, el sobrepeso o lesiones previas en las articulaciones.

      • Artritis reumatoide (AR): Es una enfermedad autoinmune crónica en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error a los tejidos sanos de las articulaciones, causando inflamación persistente. Generalmente afecta a las pequeñas articulaciones en ambos lados del cuerpo (como manos y pies).

      • Artritis psoriásica: Afecta a personas que tienen psoriasis (una enfermedad de la piel que causa parches rojos y escamosos). Puede afectar tanto a las articulaciones como a la piel y las uñas.

      • Gota: Un tipo de artritis muy doloroso causado por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones. A menudo comienza en el dedo gordo del pie, pero puede afectar otras articulaciones.

      • Artritis juvenil: Artritis que se presenta en niños.

      • Espondilitis anquilosante: Un tipo de artritis que afecta principalmente la columna vertebral, causando rigidez y dificultad para moverse.

      • Artritis infecciosa: Causada por una infección que se ha propagado desde otra parte del cuerpo a una articulación.

   Causas y factores de riesgo de la artritis:

      • Edad: El riesgo de artritis aumenta con la edad, especialmente en la osteoartritis y la artritis reumatoide.

      • Antecedentes familiares: Si hay casos de artritis en la familia, hay una mayor probabilidad de desarrollarla.

      • Sexo: La artritis reumatoide es más común en mujeres, mientras que la gota es más frecuente en hombres.

      • Lesiones o golpes: Lesiones previas en las articulaciones pueden aumentar el riesgo de osteoartritis.

      • Sobrepeso u obesidad: El exceso de peso ejerce presión adicional sobre las articulaciones, especialmente en rodillas, caderas y columna.

Enfermedades autoinmunes: Como en el caso de la artritis reumatoide o la artritis psoriásica.

   Diagnóstico de la artritis: El diagnóstico se basa en:

      • Historial médico y examen físico: El médico preguntará sobre los síntomas y examinará las articulaciones para detectar hinchazón, enrojecimiento y rango de movimiento.

      • Análisis de sangre: Pueden ayudar a identificar marcadores de inflamación o autoanticuerpos, lo que es útil para diagnosticar tipos específicos de artritis como la reumatoide.

   • Estudios de imágenes:

   o Radiografías: Pueden mostrar daño óseo y pérdida de cartílago en etapas avanzadas.

   o Tomografía computarizada (TC): Proporciona vistas transversales detalladas de huesos y tejidos blandos.

   o Resonancia magnética (RM): Ofrece imágenes más detalladas de tejidos blandos como cartílagos, tendones y ligamentos.

   Ecografía: Utiliza ondas sonoras para visualizar tejidos blandos y estructuras cercanas a las articulaciones.

Tratamiento de la artritis: El tratamiento varía según el tipo y la gravedad de la artritis, y puede incluir:

      • Medicación: o Analgésicos: Para aliviar el dolor (ej., paracetamol).

   o Antiinflamatorios no esteroides (AINEs): Para reducir el dolor y la inflamación (ej., ibuprofeno, naproxeno).

   o Corticosteroides: Se pueden inyectar directamente en la articulación para reducir la inflamación y el dolor.

 

   o Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME): Se utilizan en la artritis reumatoide y otros tipos inflamatorios para frenar la progresión de la enfermedad.

   o Terapias biológicas: Medicamentos más nuevos que actúan sobre partes específicas del sistema inmunitario.

   o Terapias no farmacológicas:

   o Fisioterapia y ejercicio: Para mejorar la movilidad, la fuerza y reducir el dolor.

   o Terapia ocupacional: Para aprender formas de realizar las actividades diarias con menos dolor y estrés en las articulaciones.

  o Aplicación de calor o frío: Para aliviar el dolor y la rigidez.

   o Pérdida de peso: En casos de sobrepeso u obesidad para reducir la carga sobre las articulaciones.

   o Dispositivos de asistencia: Como bastones o andadores.

Cirugía: En casos graves de daño articular, se puede considerar la cirugía para reparar o reemplazar la articulación (ej., reemplazo de rodilla o cadera).

Es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas de artritis, ya que un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a controlar la enfermedad y prevenir daños articulares mayores.

 

 

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