En el marco del 8M
LLAMAN A UN CUIDADO INTEGRAL
DE
LA SALUD MENTAL EN LA MUJER
*En México, la depresión, ya sea como
sintomatología o como trastorno mental, es más prevalente en mujeres adultas
La
salud mental en México sigue siendo un área con muchas asignaturas pendientes.
Las mujeres tienen el doble de probabilidad de presentar depresión en
comparación con los hombres, una tendencia que inicia en la pubertad y se
mantiene a lo largo de la vida.
En
México, la depresión, ya sea como síntoma o como trastorno mental, también es
más prevalente en mujeres adultas[1] y adolescentes. La depresión mayor ocupa
el cuarto lugar entre las cinco principales causas de años de vida perdidos en
salud en mujeres mexicanas.
Las
mujeres tienen el doble de probabilidad que los hombres de experimentar un
episodio depresivo a lo largo de su vida. Este sesgo de género es evidente
desde la pubertad y se mantiene en las distintas etapas de la vida. Asimismo,
una de cada cinco mujeres sufrirá depresión en algún momento de su vida.
En
el marco del Día Internacional de la Mujer, Ma. del Carmen Rigal, directora y
fundadora de Común Ati, explicó que la depresión “es un trastorno del estado de
ánimo frecuente, caracterizado por tristeza, pérdida de interés o placer,
sentimientos de culpa o baja autoestima, trastornos del sueño o del apetito,
sensación de cansancio y dificultades de concentración”.
En
México, la depresión es la principal causa de discapacidad en mujeres y la
novena en hombres. Además, este trastorno constituye un problema importante de
salud pública, afectando a 15 de cada 100 habitantes. Esta cifra podría ser aún
mayor, ya que muchas personas nunca han sido diagnosticadas y pueden vivir
hasta 15 años sin saber que padecen esta afección.
Ma.
del Carmen Rigal explicó que “en el caso de las mujeres, el infradiagnóstico es
menor que en los hombres, ya que culturalmente es más aceptado que ellas
expresen sus alteraciones emocionales en mayor medida que los varones”.
A
partir de los datos de género en este trastorno, surgen preguntas clave: ¿ser
mujer es un factor de riesgo para la depresión?, ¿por qué existe este sesgo de
género en la depresión?, y ¿qué influye más, la biología o los condicionantes
sociales y la brecha de género?
FACTORES BIOLOGICOS, PSICOLOGICOS Y
SOCIALES
Para
explicar esta diferencia de género en la depresión, es necesario recurrir a un
modelo biopsicosocial en el que intervienen factores biológicos, sociales y
estresantes personales. “Existen múltiples determinantes, desde los biológicos,
relacionados con los cambios hormonales (adolescencia, embarazo y climaterio),
hasta los culturales y sociales (como la violencia de género), así como la
vivencia emocional de los eventos vitales y la manera en que se comunican”,
explicó la especialista.
Entre
los factores biológicos, hay varios procesos involucrados en la propensión de
las mujeres a la depresión: predisposición genética, fluctuaciones hormonales y
sensibilidad excesiva a las hormonas en los sistemas cerebrales que regulan los
estados depresivos. En cuanto a las hormonas, se ha demostrado que la
incidencia de depresión en mujeres aumenta en períodos de transición hormonal,
como la adolescencia, el embarazo y la menopausia.
A
estos factores biológicos se suman los sociales, como el papel maternal, las
exigencias culturales sobre el cuerpo y la belleza, el rol profesional y la
discriminación laboral. También influyen eventos vitales más frecuentes en
mujeres, como el abuso sexual, el estrés por infertilidad, la violencia de
género o el síndrome del nido vacío, sin olvidar los factores personales.
DEPRESION EN LA MUJER MAYOR
Podría
pensarse que, una vez pasada la menopausia y las fluctuaciones hormonales,
desaparecería el sesgo de género en la depresión. Sin embargo, las investigaciones
muestran lo contrario: una revisión reveló que el 81% de los estudios sobre
diferencias de género en adultos mayores encontró que las mujeres mayores
tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con depresión o de presentar
más síntomas depresivos en comparación con los hombres de la misma edad.
De
acuerdo con la psicóloga clínica Ma. del Carmen Rigal, tras el climaterio “la
disminución de estrógenos afecta la comunicación neuronal, además de los
factores sociales y culturales relacionados con esta etapa de la vida, como el
síndrome del nido vacío, la jubilación y el reencuentro con la pareja tras la
partida de los hijos. A esto se suman enfermedades crónico-degenerativas y la
muerte de los pares”.
CONCLUSION:
La especialista enfatizó que la depresión “debe tratarse de manera
personalizada, estableciendo prioridades en su manejo y abordando los problemas
de manera integral para lograr éxito en el tratamiento”.
En
el marco del Día Internacional de la Mujer, Común Ati hace un llamado a cuidar
la salud mental de las mujeres y a establecer recursos de apoyo para
diagnosticar y tratar la depresión y otros trastornos del estado de ánimo,
cuyas consecuencias pueden ser graves.
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