viernes, 7 de marzo de 2025

 

En el marco del 8M

 

LLAMAN A UN CUIDADO INTEGRAL DE

LA SALUD MENTAL EN LA MUJER

 


 

 

 

*En México, la depresión, ya sea como sintomatología o como trastorno mental, es más prevalente en mujeres adultas

 

 

La salud mental en México sigue siendo un área con muchas asignaturas pendientes. Las mujeres tienen el doble de probabilidad de presentar depresión en comparación con los hombres, una tendencia que inicia en la pubertad y se mantiene a lo largo de la vida.

En México, la depresión, ya sea como síntoma o como trastorno mental, también es más prevalente en mujeres adultas[1] y adolescentes. La depresión mayor ocupa el cuarto lugar entre las cinco principales causas de años de vida perdidos en salud en mujeres mexicanas.

Las mujeres tienen el doble de probabilidad que los hombres de experimentar un episodio depresivo a lo largo de su vida. Este sesgo de género es evidente desde la pubertad y se mantiene en las distintas etapas de la vida. Asimismo, una de cada cinco mujeres sufrirá depresión en algún momento de su vida.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, Ma. del Carmen Rigal, directora y fundadora de Común Ati, explicó que la depresión “es un trastorno del estado de ánimo frecuente, caracterizado por tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o baja autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y dificultades de concentración”.

En México, la depresión es la principal causa de discapacidad en mujeres y la novena en hombres. Además, este trastorno constituye un problema importante de salud pública, afectando a 15 de cada 100 habitantes. Esta cifra podría ser aún mayor, ya que muchas personas nunca han sido diagnosticadas y pueden vivir hasta 15 años sin saber que padecen esta afección.

Ma. del Carmen Rigal explicó que “en el caso de las mujeres, el infradiagnóstico es menor que en los hombres, ya que culturalmente es más aceptado que ellas expresen sus alteraciones emocionales en mayor medida que los varones”.

A partir de los datos de género en este trastorno, surgen preguntas clave: ¿ser mujer es un factor de riesgo para la depresión?, ¿por qué existe este sesgo de género en la depresión?, y ¿qué influye más, la biología o los condicionantes sociales y la brecha de género?

 

    FACTORES BIOLOGICOS, PSICOLOGICOS Y SOCIALES

 

Para explicar esta diferencia de género en la depresión, es necesario recurrir a un modelo biopsicosocial en el que intervienen factores biológicos, sociales y estresantes personales. “Existen múltiples determinantes, desde los biológicos, relacionados con los cambios hormonales (adolescencia, embarazo y climaterio), hasta los culturales y sociales (como la violencia de género), así como la vivencia emocional de los eventos vitales y la manera en que se comunican”, explicó la especialista.

Entre los factores biológicos, hay varios procesos involucrados en la propensión de las mujeres a la depresión: predisposición genética, fluctuaciones hormonales y sensibilidad excesiva a las hormonas en los sistemas cerebrales que regulan los estados depresivos. En cuanto a las hormonas, se ha demostrado que la incidencia de depresión en mujeres aumenta en períodos de transición hormonal, como la adolescencia, el embarazo y la menopausia.

A estos factores biológicos se suman los sociales, como el papel maternal, las exigencias culturales sobre el cuerpo y la belleza, el rol profesional y la discriminación laboral. También influyen eventos vitales más frecuentes en mujeres, como el abuso sexual, el estrés por infertilidad, la violencia de género o el síndrome del nido vacío, sin olvidar los factores personales.

 

              DEPRESION EN LA MUJER MAYOR

 

Podría pensarse que, una vez pasada la menopausia y las fluctuaciones hormonales, desaparecería el sesgo de género en la depresión. Sin embargo, las investigaciones muestran lo contrario: una revisión reveló que el 81% de los estudios sobre diferencias de género en adultos mayores encontró que las mujeres mayores tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con depresión o de presentar más síntomas depresivos en comparación con los hombres de la misma edad.

De acuerdo con la psicóloga clínica Ma. del Carmen Rigal, tras el climaterio “la disminución de estrógenos afecta la comunicación neuronal, además de los factores sociales y culturales relacionados con esta etapa de la vida, como el síndrome del nido vacío, la jubilación y el reencuentro con la pareja tras la partida de los hijos. A esto se suman enfermedades crónico-degenerativas y la muerte de los pares”.

     CONCLUSION: La especialista enfatizó que la depresión “debe tratarse de manera personalizada, estableciendo prioridades en su manejo y abordando los problemas de manera integral para lograr éxito en el tratamiento”.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, Común Ati hace un llamado a cuidar la salud mental de las mujeres y a establecer recursos de apoyo para diagnosticar y tratar la depresión y otros trastornos del estado de ánimo, cuyas consecuencias pueden ser graves.

 

 

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