ABC DEL CRECIMIENTO
INFANTIL; CLAVES
PARA UN DESARROLLO SALUDABLE
El
crecimiento infantil es un proceso único y personal, donde cada etapa tiene su
propio ritmo. Sin embargo, cuando se observa que el niño o la niña no crece
como se espera, esto puede ser más que una diferencia genética.
La
talla baja puede indicar que algo merece atención, ya que podría reflejar
alteraciones en el desarrollo físico que requieren ser identificadas a tiempo,
por lo que prestar atención a estos signos puede marcar la diferencia en la
salud y bienestar de los más pequeños.
El
Dr. Francisco Valdez, gerente médico de Endocrinología, Merck México, comenta
que “el crecimiento infantil depende de muchos factores, y no se trata de
esperar a que el tiempo haga su trabajo. La talla infantil está influenciada
tanto por la genética como por factores ambientales y de salud; si un niño o
niña tiene una talla baja familiar, es decir, si sus padres también son de baja
estatura, lo más probable es que su desarrollo siga ese mismo patrón. Pero si
se debe a una causa médica, es importante detectarla a tiempo para determinar
el tratamiento adecuado”.
En
este sentido, el especialista resalta que el seguimiento del desarrollo
infantil puede monitorearse a través de un sencillo ABC:
A
de Atención Especializada: Los endocrinólogos pediatras desempeñan un papel
clave en el monitoreo del desarrollo de los niños y las niñas. Si bien la
genética influye mucho en la talla, factores como la deficiencia de la hormona
de crecimiento, la nutrición, el sueño y la actividad física también son
determinantes. Una revisión periódica puede detectar cualquier irregularidad
que pase desapercibida en casa, permitiendo que los pequeños reciban la
atención adecuada a tiempo.
B
de Bases Familiares: Las madres, padres y cuidadores tienen un rol esencial
en el crecimiento de sus hijos e hijas. Estar atentos a las señales de que el
niño o la niña no está alcanzando su potencial acorde a su edad es fundamental.
Además de ofrecer un entorno lleno de amor y apoyo, es crucial que como papás
se informen sobre las señales de alerta que podrían indicar un trastorno en su
talla. Al reconocer estos signos y acudir a tiempo a un especialista, se puede
marcar la diferencia en el futuro de quienes están en etapa de crecimiento.
C
de Comunidad Escolar y Social: Los maestros, maestras y educadores también
juegan un rol clave en la identificación temprana de cualquier signo que
sugiera problemas de crecimiento. Un entorno escolar inclusivo que valore la
autoestima y el bienestar emocional de cada menor es fundamental; además de
promover la aceptación y el respeto en el aula para contribuir a que los
menores puedan desarrollarse en un espacio seguro.
En
resumen, este ABC del crecimiento infantil está fundamentado en la Cadena de
Confianza, un enfoque integral que destaca la importancia de trabajar de la
mano de endocrinólogos pediatras, madres, padres, cuidadores y maestros para
garantizar un monitoreo adecuado del desarrollo de los niños y las niñas.
Con
el acompañamiento de estos actores clave, se logra no sólo un seguimiento
detallado de la evolución física, sino también un apoyo emocional y social
esencial para que los más pequeños crezcan con confianza y alcancen su máximo
potencial de crecimiento.
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