REPORTAJE ESPECIAL
EN EL
INFARTO CEREBRAL, EL TIEMPO ES VIDA
*Cada año 15 millones de personas en
el mundo sufren un evento vascular cerebral (EVC), que es la tercera causa de
muerte en México y Latinoamérica, y la segunda de invalidez en adultos mayores
de 60 años de edad
*Conocer los síntomas permite a los
médicos actuar con rapidez para evitar la discapacidad y la muerte prematura
del paciente
Cuando alguien cercano sufre una enfermedad
vascular cerebral (EVC), también conocida como infarto, derrame o embolia, el
tiempo que transcurre para llegar al hospital puede hacer la diferencia entre
la vida o la muerte.
Desafortunadamente, cada año 15 millones de personas
en el mundo presentan un evento de este tipo, de las cuales cinco millones
fallecen durante las primeras horas y otra cifra similar permanece con secuelas
graves que generan gastos catastróficos para sus familiares e instituciones de
salud que las atienden.
Por esa razón, “es muy importante que la población en general no sólo conozca los
factores de riesgo, sino que también aprenda a identificar correcta y
oportunamente sus signos y síntomas”, comentó el doctor Fernando Flores,
neurólogo vascular adscrito a la Clínica de Enfermedad Vascular Cerebral en el
Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”
(INCMyNSZ) en el marco de la campaña nacional de Enfermedad Vascular Cerebral
(EVC) que se conmemora este 25 mayo.
ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACION
El experto explicó que la EVC ha ido en aumento
debido al envejecimiento de la población, al incremento de la esperanza de vida
y a factores de riesgo como diabetes, tabaquismo, sobrepeso y obesidad,
colesterol elevado, e hipertensión arterial. Tan es así que en México tiene una
incidencia de 230 casos por cada 100 mil habitantes siendo la tercera causa de
muerte y la segunda tanto de invalidez como de demencia en adultos mayores,
sólo después del Alzheimer.
“Generalmente, los infartos cerebrales se asocian
con secuelas angustiantes y permanentes, ya que no sólo afecta el movimiento
sino también la memoria, el pensamiento, la comunicación, las emociones y, por
supuesto, la calidad de vida de quienes los presentan. Aproximadamente, la
mitad de los pacientes que sobreviven a esta condición de salud quedan con un
mayor o menor grado de incapacidad funcional y un tercio de ellos precisa ayuda
de sus familiares o cuidadores para realizar sus actividades básicas”, apuntó.
Un evento cerebrovascular puede ser isquémico (agudo
o transitorio) si se produce por el bloqueo de una arteria del flujo que lleva
sangre al cerebro debido a un trombo o coágulo; o bien, hemorrágico, cuando se
rompe un vaso sanguíneo.
“Aunque ambos representan una emergencia médica, el
80% de los casos son por infarto cerebral isquémico cuyos síntomas se pueden
resolver con mejor pronóstico de recuperación, mientras que el hemorrágico
ocurre en el 20% de los casos, requiere de complicadas intervenciones
quirúrgicas y la rehabilitación es más lenta e impredecible”, añadió.
Indicó que si bien se tiene una ventana de
aproximadamente 4 horas y media desde que ocurre un accidente cerebrovascular
hasta que se llega a los servicios de urgencias, es fundamental acortar todavía
más el tiempo de espera en recibir atención neurológica, pues de esta manera
habrá mayor posibilidad de deshacer el trombo y restablecer la circulación de
la arteria ocluida con fármacos eficaces como el alteplasa, la única terapia
trombolítica indicada para el tratamiento inmediato del EVC isquémico agudo.
FALTA DE INFORMACION
El doctor Fernando Flores hizo hincapié en que el
infarto cerebral agudo debe considerarse un problema de salud pública, ya que
en México hay una gran falta de conocimiento respecto a la enfermedad, no
existe una partida presupuestal por parte del Seguro Popular, se necesita más
infraestructura hospitalaria, capacitación del equipo médico involucrado tanto
para el diagnóstico como para el tratamiento y, sobre todo, mayor acceso
medicamentos trombolíticos.
En su opinión, muchos pacientes están llegando al
hospital fuera de la ventana de tiempo y, por tanto, aumentan las
complicaciones, la discapacidad y los costos económicos.
En ese sentido, consideró que se deben realizar
campañas de información más agresivas que generen recordación y permitan
identificar el inicio de un evento para actuar de manera rápida llamado a una
ambulancia o trasladando al afectado a una institución con protocolos de
atención para EVC.
El doctor Flores, neurólogo del INCMyNSZ, comentó
que esta alteración neurológica puede aparecer de forma brusca, generalmente
sin aviso y con signos de 24 horas o más que van desde la aparición súbita de
dolor de cabeza sin causa aparente, hasta mareo, pérdida del equilibrio, visión
borrosa, entumecimiento o parálisis de la mitad del rostro, entre otros.
Sin embargo, en su experiencia, si la persona tiene
uno o más de los siguientes síntomas de alerta es importante que no dude ni un
minuto en tomar acciones:
Cara: Debilidad en la mitad del rostro.
Mano: Pérdida de la capacidad para levantar el
brazo o la mano.
Lenguaje: Imposibilidad de pronunciar palabras.
Finalmente, el experto recordó que los eventos
vasculares cerebrales se pueden prevenir a través de un estilo de vida
saludable que incluya ejercicio, dieta equilibrada, evitar fumar y reducir el
estrés, además de seguir las indicaciones médicas en caso de tener algún
padecimiento cardiovascular que ponga en riesgo su vida.
De ahí que este 25 de mayo es un buen día para
promover la cultura de la prevención, pues cuando se trata de una embolia… ¡EL
TIEMPO ES CEREBRO!
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