sábado, 20 de mayo de 2017


EDULCORANTES NO CALORICOS, ALTERNATIVA SEGURA EN EMBARAZO


*Antes de incorporarlos a la alimentación o bebidas, se debe determinar qué tan seguro es para la población


Durante el embarazo, las mujeres deben estar especialmente atentas a su alimentación, ya que este es un periodo en el que se debe asegurar el proporcionar al bebé todos los nutrimentos que necesita para un crecimiento y desarrollo óptimos.
De igual forma, poniendo especial atención a la alimentación se evitará el consumo excesivo de  calorías y, por lo tanto, se podrá evitar el aumentar de peso por arriba de lo recomendado durante lo que dure el embarazo.
Actualmente, se utilizan una infinidad de productos y bebidas, con sustitutos de azúcar (edulcorantes no calóricos o bajos en calorías), los cuales sirven para obtener el sabor dulce del azúcar sin las calorías que ésta aporta.
Antes de que un edulcorante se use en alimentos o bebidas, los organismos reguladores deben determinar que es seguro para todas las poblaciones, incluyendo los grupos especiales como las personas mayores, los niños y las mujeres embarazadas o lactantes.
Estas medidas de seguridad incluyen una evaluación de los posibles efectos de los edulcorantes no calóricos durante el embarazo misma que ha  mostrado que estos edulcorantes son seguros para las mujeres embarazadas y sus hijos.
Primero hay que mencionar que los edulcorantes no calóricos o bajos en calorías (sustitutos de azúcar) de acuerdo con el documento “Posición de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología sobre los edulcorantes no calóricos”, son utilizados como reemplazos del azúcar y son mucho más dulces que la sacarosa, con un aporte calórico nulo o casi nulo.
En este documento, se afirma que los edulcorantes no calóricos pueden ser usados por mujeres embarazadas, dada la evidencia científica sobre su seguridad que han emitido organismos internacionales al respecto como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), siempre y cuando no remplacen el consumo de nutrimentos necesarios para la evolución adecuada del embarazo y la producción de leche.
En el caso de la sacarina, se sugiere que se evite su uso durante el embarazo debido a que aunque no se le han demostrado efectos adversos, atraviesa la placenta y al feto le cuesta trabajo eliminarla.

SEGURIDAD PARA EL BEBE

Al respecto, la doctora Frania Pfeffer, nutrióloga certificada y doctora en Ciencias Biomédicas por la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que las principales preocupaciones respecto al uso de edulcorantes durante el embarazo y lactancia tienen que ver con su relación con el parto pretérmino, con mayor presencia de alergias y con un mayor gusto por el sabor dulce en los bebés.
Con relación a esto, la especialista señala que, “las pruebas son limitadas y no permiten establecer relaciones causales entre el consumo de este tipo de edulcorantes y el parto pretérmino; de igual forma no se ha podido demostrar mayor presencia de alergias en los bebés, ni de preferencia por los alimentos con sabores dulce”.
A diferencia del aspartamo; la sacarina, la sucralosa y el acesulfame k pueden encontrarse en la leche materna en concentraciones muy por debajo de la ingestión diaria admisible de los diferentes edulcorantes no calóricos y en concentraciones tan bajas que aparentemente ni siquiera llegan a generar sabor dulce en la leche.
Los datos sobre el uso de edulcorantes no calóricos durante el embarazo y la lactancia son limitados y no sugieren un mayor riesgo de toxicidad, de resultados adversos o de problemas neonatales. Se recomienda que se consuman con moderación y que las mujeres embarazadas y lactantes estén informadas de las IDAs establecidas por las agencias reguladoras.



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